México

Tren parlamentario

El escandaloso silencio

La Cámara de Diputados se transfiguró ayer en un expresso de media noche y tuvo que internarse otra vez hacia la madrugada para la aprobación de una Ley de Ingresos que ya causó furor porque será objeto de altos costos en el consumo y en la productividad.

Al cierre de esta edición, la asamblea de los 500 diputados federales seguía paralizada. Desde las 15:02 horas los diputados perredistas y petistas afines a Andrés Manuel López Obrador se habían posesionado de la tribuna.

Hacía unas horas, a las cinco y minutos de la madrugada del martes, el pleno de la Comisión de Hacienda había dictaminado una Ley de Ingresos que de por sí cargaba el sello de la discordia.

La oposición al PRI y al PAN reclamaba airadamente que estos dos partidos se pusieron de acuerdo para no sólo subir impuestos que, por definición, pegan con tubo a las economías de millones de familias, muchas de las cuales rayan en condiciones de pobreza extrema.

Han hecho todo —los petistas acusaban reiteradamente de ello al PAN y PRI— para librar otra vez a los grupos empresariales más grandes del país.

Todo el día, lo que más había ocupado al Partido Revolucionario Institucional era escapar de la versión de que ellos habían sido, en realidad, los autores del incremento del IVA.

A través del diputado oaxaqueño Héctor Pablo Ramírez Leyva Puga, el PRI había exigido a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que aclarara que habían sido ellos, los del Gobierno federal, los que habían propuesto el aumento del 15 al 16% y del 10 al 11% en las zonas fronterizas.

La fuerza con que el PRI exigía al Gobierno y a su partido la aclaración, hacía crujir a Hacienda, que a medio atardecer salía a decir que sí, ellos habían sido los autores.

Nada quería saber ayer el PRI del refrán que reza que tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata… Y que sin el PRI, lo sabe ya todo el país, esta Ley de Ingresos no hubiera pasado.

El tan prologado receso tenía un propósito táctico: eludir a toda costa el debate que tendrían que sostener con la oposición más radicalizada, como han sido en esta Legislatura los diputados del Partido del Trabajo, en los que, por cierto, faltaba Porfirio Muñoz Ledo.

(Muñoz Ledo está en Ginebra, Suiza, desde el domingo. Participa como observador en la Interparlamentaria Mundial. Se fue a pesar de que López Obrador le había pedido que se quedara para reforzar el debate)

En horas de la madrugada siempre el debate parlamentario es con rigor pasado por el cansancio. Los reflejos se reducen. El sueño acaballa y lo que desean la mayoría es que todo acabe cuanto antes. No es gratuito el hecho de que el PAN y el PRI lleven aun más allá de la madrugada las decisiones finales.

Este martes, a las 23 horas, todavía el receso continuaba y de lo único que se tenía certidumbre era que la aprobación sobrevendría allá por las cinco o seis de la mañana de hoy miércoles.

El PAN y el PRI, ya noche, se veían tomados de la mano. Panistas y priistas no contestaban absolutamente nada; el silencio era incluso más ruidoso.
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