México
Tren Parlamentario
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En el Palacio de Minería, los diputados federales y senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) analizaban ayer cambios legislativos para reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 16 a 12%, incluyendo a alimentos y medicinas, y con la excepcionalidad de una canasta básica.
Pero, al final, no pudieron evitar unos y otros proyectar la imagen del desacuerdo, porque mientras los senadores pugnaban en esa dirección, los diputados advertían que antes de ello habría que analizar otras opciones.
Los legisladores de la cúpula priista así lo adelantaban ayer, como parte de la agenda legislativa que van dispuestos a insuflar parlamentariamente en ambas cámaras a partir del primero de febrero próximo, día en que iniciará el segundo periodo ordinario de sesiones del segundo año de la LXI Legislatura.
La propuesta de reducir el IVA se topará, sin embargo, con sus propios lineamientos como partido político, que prohíben expresamente a sus miembros promover o legislar leyes hacendarias que haga más difícil todavía a la mayoría de la población hacerse de los alimentos y medicinas.
La iniciativa fue de Manlio Fabio Beltrones, durante la reunión que los senadores sostuvieron a mitad de la semana en Baja California Sur, adonde discutieron la agenda legislativa que en el Senado presentarán en el periodo ordinario que se avecina.
Ayer, en Minería, el coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas Gutiérrez, dio pie a suponer que no hay acuerdos amarrados con sus correligionarios senadores; pero matizaba diciendo que “no sólo es generalizar el IVA”; también hay que analizar “una serie de propuestas para cambiar el sistema hacendario del país”.
Y apostillaba Rojas que en una propuesta de reforma hacendaria “hay que leer muy bien la propuesta que hicieron nuestros compañeros senadores; es una propuesta mucho más integral; que resuelva realmente los problemas que tenemos tanto por parte del gasto como del ingreso de la coordinación fiscal entre los estados, la Federación y los municipios, así como el financiamiento del desarrollo y empezar con la rendición de cuentas”.
La proposición de los senadores del PRI sobre el IVA ha estado escuchándose como ecos de barrancada, desde hace ya varios días. De inmediato, a tal posibilidad legislativa, le salieron al paso opositores recalcitrantes, expertos en política hacendaria, como Mario di Costanzo, diputado federal del PT.
“Están volviendo a desviar la atención del tema central”, dijo Di Costanzo. “Y ese tema central no es otro que una reforma tributaria, mediante la cual se taponen los regímenes fiscales y especiales”.
En realidad, insistía el petista, “no es una propuesta diferente a la que planteó hace seis años Vicente Fox”. Y afirmaba que una reforma de trascendencia sólo podría ser si terminase con los paraísos fiscales en los que inmersas están las grandes empresas.
La propuesta que analizaba el PRI incluía reducción del ISR de 30% a 25% y sólo optar por un impuesto a la producción: ISR o IETU.
El candente momento político-electoral que ahora se vive en el país, por lo que ocurre en el Estado de Guerrero minó, evidentemente, la reunión priista.
Francisco Rojas Gutiérrez, orador principal, dijo, en clara alusión a la contienda electoral en Guerrero y, en concreto, al ex priista Ángel Aguirre, candidato del PRD-PT-PC: “No podemos dejar como lección a las generaciones futuras aquella que afirma que los políticos de este tiempo hicimos caso omiso de la honradez política, de la lealtad política y de la dignidad individual.
“No puede ser este legado que en palabras coloquiales se expresa afirmando que en la búsqueda del poder se vale todo, a cualquier costo y a toda costa.
El espectáculo público de los excesos, de la soberbia y el desplante en el poder, de la falta de rendición de cuentas, de los enriquecimientos subrepticios no puede ser ya, nunca debió haber sido, una característica del poder público.
En el pasillerío de Palacio de Minería, una versión paralela cobraba fuerza entre los priistas: la propuesta de reducir el IVA sólo era para llamar electoralmente la atención de las grandes empresas y de las televisoras.
Humberto Moreira, presidente electo del PRI, intentaba restañar la disparidad en los oradores del Senado y de la Cámara de Diputados: “No hay divisiones entre las bancadas del PRI en el Senado y la Cámara de Diputados; por el contrario, hay disposición de sacar las grandes reformas y acuerdos que requiere el país”.
Y apostillaba: “Es válido que existan opiniones distintas”.
Pero, al final, no pudieron evitar unos y otros proyectar la imagen del desacuerdo, porque mientras los senadores pugnaban en esa dirección, los diputados advertían que antes de ello habría que analizar otras opciones.
Los legisladores de la cúpula priista así lo adelantaban ayer, como parte de la agenda legislativa que van dispuestos a insuflar parlamentariamente en ambas cámaras a partir del primero de febrero próximo, día en que iniciará el segundo periodo ordinario de sesiones del segundo año de la LXI Legislatura.
La propuesta de reducir el IVA se topará, sin embargo, con sus propios lineamientos como partido político, que prohíben expresamente a sus miembros promover o legislar leyes hacendarias que haga más difícil todavía a la mayoría de la población hacerse de los alimentos y medicinas.
La iniciativa fue de Manlio Fabio Beltrones, durante la reunión que los senadores sostuvieron a mitad de la semana en Baja California Sur, adonde discutieron la agenda legislativa que en el Senado presentarán en el periodo ordinario que se avecina.
Ayer, en Minería, el coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas Gutiérrez, dio pie a suponer que no hay acuerdos amarrados con sus correligionarios senadores; pero matizaba diciendo que “no sólo es generalizar el IVA”; también hay que analizar “una serie de propuestas para cambiar el sistema hacendario del país”.
Y apostillaba Rojas que en una propuesta de reforma hacendaria “hay que leer muy bien la propuesta que hicieron nuestros compañeros senadores; es una propuesta mucho más integral; que resuelva realmente los problemas que tenemos tanto por parte del gasto como del ingreso de la coordinación fiscal entre los estados, la Federación y los municipios, así como el financiamiento del desarrollo y empezar con la rendición de cuentas”.
La proposición de los senadores del PRI sobre el IVA ha estado escuchándose como ecos de barrancada, desde hace ya varios días. De inmediato, a tal posibilidad legislativa, le salieron al paso opositores recalcitrantes, expertos en política hacendaria, como Mario di Costanzo, diputado federal del PT.
“Están volviendo a desviar la atención del tema central”, dijo Di Costanzo. “Y ese tema central no es otro que una reforma tributaria, mediante la cual se taponen los regímenes fiscales y especiales”.
En realidad, insistía el petista, “no es una propuesta diferente a la que planteó hace seis años Vicente Fox”. Y afirmaba que una reforma de trascendencia sólo podría ser si terminase con los paraísos fiscales en los que inmersas están las grandes empresas.
La propuesta que analizaba el PRI incluía reducción del ISR de 30% a 25% y sólo optar por un impuesto a la producción: ISR o IETU.
El candente momento político-electoral que ahora se vive en el país, por lo que ocurre en el Estado de Guerrero minó, evidentemente, la reunión priista.
Francisco Rojas Gutiérrez, orador principal, dijo, en clara alusión a la contienda electoral en Guerrero y, en concreto, al ex priista Ángel Aguirre, candidato del PRD-PT-PC: “No podemos dejar como lección a las generaciones futuras aquella que afirma que los políticos de este tiempo hicimos caso omiso de la honradez política, de la lealtad política y de la dignidad individual.
“No puede ser este legado que en palabras coloquiales se expresa afirmando que en la búsqueda del poder se vale todo, a cualquier costo y a toda costa.
El espectáculo público de los excesos, de la soberbia y el desplante en el poder, de la falta de rendición de cuentas, de los enriquecimientos subrepticios no puede ser ya, nunca debió haber sido, una característica del poder público.
En el pasillerío de Palacio de Minería, una versión paralela cobraba fuerza entre los priistas: la propuesta de reducir el IVA sólo era para llamar electoralmente la atención de las grandes empresas y de las televisoras.
Humberto Moreira, presidente electo del PRI, intentaba restañar la disparidad en los oradores del Senado y de la Cámara de Diputados: “No hay divisiones entre las bancadas del PRI en el Senado y la Cámara de Diputados; por el contrario, hay disposición de sacar las grandes reformas y acuerdos que requiere el país”.
Y apostillaba: “Es válido que existan opiniones distintas”.
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