México
Tren Parlamentario
Cruje la economía
Algo crujía. Y su crujido resonaba ayer en los territorios del Congreso de la Unión como el estruendo del árbol cuando ha sido tocado por el rayo. El alza de precios catapultada por los tres incrementos aquellos de las gasolinas, en diciembre, ha tenido el efecto aquí de una descarga eléctrica de gran kilaje.
Lunes 4. Enero de 2010. “Fue una decisión bastante torpe del Gobierno federal. Y tendrá su costo social”, vaticinaba un flamígero Arturo Zamora (PRI, Jalisco).
“Nunca estuvo ni aprobado ni justificado ni consensado; es una política económica que falta a la verdad, y a principios de la ética y la moral”, ahora juzgaba Heliodoro Díaz Escárraga (PRI, Oaxaca).
“Es una política totalmente errónea del Gobierno federal, que por desgracia no generará desarrollo sino una mayor obesidad del aparato burocrático”, remachaba Rubén Moreira (PRI, Coahuila).
Así opinaban ayer los priistas en torno de los efectos que ya provocó en la economía nacional el incremento de las gasolinas.
Por la mañana, mediciones que había hecho el Gobierno de la Ciudad de México al alza de los precios de la canasta básica, en estos cuatro días que van de 2010, indicaban que éstos habían subido ya 30%. Al mediodía, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope) calculaba que durante los meses de enero, febrero y marzo “se acumulará una caída de 20% en el poder adquisitivo”. Y remataba, en voz de su presidente José Caudillo Herrera, que en ese lapso podrían estar cerrando 18 mil empresas, lo que provocaría una pérdida de casi 40 mil empleos”.
San Lázaro era ayer un conglomerado de edificios todavía en espera de una mayoría de gente que aún no escapa de 2009. Corredores vacíos; oficinas marcadas por los silencios; los patios añorantes de bullicio. Muy cerca de estos perfiles estaba asomándose Xicoténcatl y Caballito, las dos sedes más rumbosas del Senado de la República. Voces que alertaban, sin embargo, ya andaban por allí. Como la del jalisciense Enrique Ibarra Pedroza (diputado federal); y la de Ricardo Monreal Ávila, senador zacatecano.
“Es la conjunción de las políticas que han marcado el PRI y el PAN con el aumento de impuestos”, saeteó con rigor el jalisciense Ibarra Pedroza. “Y desde luego –remachó-- con la permisividad que estos dos partidos han dado (con su mayoría) en el Poder Legislativo, el Presidente Felipe Calderón toma decisiones unilaterales”.
Desde el Senado, se escuchó la voz de Ricardo Monreal, quien latigueaba los lomos del PRI, PAN y PVEM, con la acusación directa, sin ambages: “El alza desmedida de los precios y la carestía son producto de la aprobación de la Ley de Ingresos del PRI, PAN y Verde. No hay que olvidar que fueron ellos los responsables de esa política económica que ahora empobrecerá todavía más a la población”.
Entonces fue cuando el zacatecano advirtió que “la cuesta de enero será hasta marzo”. Y acusaba de ello al Ejecutivo federal, “que violó la Ley de Ingresos y el propio pacto que él mismo aprobó porque aumentó tres veces las gasolinas antes de que terminara el año”.
Este martes 5, anunciaba entonces Ricardo Monreal, el grupo parlamentario al que pertenece, el PT, propondrá a la asamblea de la Comisión Permanente –que sesionará hoy, contra su costumbre de hacerlo todos los miércoles-- para que exhorte al Ejecutivo Federal a que emita un decreto de congelamiento de precios de productos de la canasta básica, así como de la energía eléctrica, diesel, gasolinas, y gas doméstico. Y añadía: “Agregado al congelamiento de precios, vamos a solicitar un aumento de emergencia porque el aumento al salario mínimo (de hace unos días) está rebasado totalmente”.
Será noticia el posicionamiento del PRI este martes, porque fueron ellos, los priistas, quienes aprobaron la Ley de Ingresos con el argumento de que así sacaban la cara por el país.
De hecho, este lunes, Heliodoro Díaz Escárraga se pespunteaba con los petistas, diciendo desde su esquina (la mayoría respondió a este reportero por la vía telefónica) que “generalmente el PRD (y el PT utilizan en un afán de posicionamientos políticos, y me parece que faltan a la verdad porque las medidas que se adoptaron fueron fundamentalmente de promover el empleo, incentivar la economía y coadyuvar para que el hoyo fiscal se pudiera superar”.
Heliodoro entonces convocaba a las demás fuerzas políticas a ir más allá de “las cortinas de humo”, con propuestas para la reforma fiscal hacendaria. Pasaba de largo el priista ante las críticas que perredistas han estado haciendo desde hace ocho días, de que será una reforma fiscal hacendaria donde sólo el PRI y PAN pesarán, pasando por encima de la argumentación del resto opositor.
Hubo ayer, sin embargo, un comentario de Heliodoro que se quedaba adherido a esa atmósfera candente con que ha nacido el 2010. Cuando se le preguntó su opinión sobre la versión aquella de que el grupo criminal “los zetas” atacarían incluso a civiles entrando enero, el priista respondió: Me parece que los temas de inseguridad pública se están privilegiando como si fuera una estrategia para evitar que los asuntos de fondo, como la economía, el empleo y el desarrollo, pasen a segundo término. Si bien la detención de capos son medidas que todos reconocemos, me parece que es perverso que se utilice para tapar los verdaderos problemas que tiene el país”.
El priista de Oaxaca asegundó: “Hay una campaña en medios ponderando esto como si la detención de un capo del narcotráfico fuera un trofeo de guerra. Simplemente debe ser la aplicación de la ley. Pero advierto yo que hay una intención soterrada, escondida, en este tipo de medidas, de tender cortinas de humo para evitar que los principales problemas que tiene el Presidente Felipe Calderón pasen a segundo término”.
Crujía la economía y así reviraban en el Congreso. Hoy, ya no podrán evitar los panistas tener que opinar sobre el asunto.
Lunes 4. Enero de 2010. “Fue una decisión bastante torpe del Gobierno federal. Y tendrá su costo social”, vaticinaba un flamígero Arturo Zamora (PRI, Jalisco).
“Nunca estuvo ni aprobado ni justificado ni consensado; es una política económica que falta a la verdad, y a principios de la ética y la moral”, ahora juzgaba Heliodoro Díaz Escárraga (PRI, Oaxaca).
“Es una política totalmente errónea del Gobierno federal, que por desgracia no generará desarrollo sino una mayor obesidad del aparato burocrático”, remachaba Rubén Moreira (PRI, Coahuila).
Así opinaban ayer los priistas en torno de los efectos que ya provocó en la economía nacional el incremento de las gasolinas.
Por la mañana, mediciones que había hecho el Gobierno de la Ciudad de México al alza de los precios de la canasta básica, en estos cuatro días que van de 2010, indicaban que éstos habían subido ya 30%. Al mediodía, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope) calculaba que durante los meses de enero, febrero y marzo “se acumulará una caída de 20% en el poder adquisitivo”. Y remataba, en voz de su presidente José Caudillo Herrera, que en ese lapso podrían estar cerrando 18 mil empresas, lo que provocaría una pérdida de casi 40 mil empleos”.
San Lázaro era ayer un conglomerado de edificios todavía en espera de una mayoría de gente que aún no escapa de 2009. Corredores vacíos; oficinas marcadas por los silencios; los patios añorantes de bullicio. Muy cerca de estos perfiles estaba asomándose Xicoténcatl y Caballito, las dos sedes más rumbosas del Senado de la República. Voces que alertaban, sin embargo, ya andaban por allí. Como la del jalisciense Enrique Ibarra Pedroza (diputado federal); y la de Ricardo Monreal Ávila, senador zacatecano.
“Es la conjunción de las políticas que han marcado el PRI y el PAN con el aumento de impuestos”, saeteó con rigor el jalisciense Ibarra Pedroza. “Y desde luego –remachó-- con la permisividad que estos dos partidos han dado (con su mayoría) en el Poder Legislativo, el Presidente Felipe Calderón toma decisiones unilaterales”.
Desde el Senado, se escuchó la voz de Ricardo Monreal, quien latigueaba los lomos del PRI, PAN y PVEM, con la acusación directa, sin ambages: “El alza desmedida de los precios y la carestía son producto de la aprobación de la Ley de Ingresos del PRI, PAN y Verde. No hay que olvidar que fueron ellos los responsables de esa política económica que ahora empobrecerá todavía más a la población”.
Entonces fue cuando el zacatecano advirtió que “la cuesta de enero será hasta marzo”. Y acusaba de ello al Ejecutivo federal, “que violó la Ley de Ingresos y el propio pacto que él mismo aprobó porque aumentó tres veces las gasolinas antes de que terminara el año”.
Este martes 5, anunciaba entonces Ricardo Monreal, el grupo parlamentario al que pertenece, el PT, propondrá a la asamblea de la Comisión Permanente –que sesionará hoy, contra su costumbre de hacerlo todos los miércoles-- para que exhorte al Ejecutivo Federal a que emita un decreto de congelamiento de precios de productos de la canasta básica, así como de la energía eléctrica, diesel, gasolinas, y gas doméstico. Y añadía: “Agregado al congelamiento de precios, vamos a solicitar un aumento de emergencia porque el aumento al salario mínimo (de hace unos días) está rebasado totalmente”.
Será noticia el posicionamiento del PRI este martes, porque fueron ellos, los priistas, quienes aprobaron la Ley de Ingresos con el argumento de que así sacaban la cara por el país.
De hecho, este lunes, Heliodoro Díaz Escárraga se pespunteaba con los petistas, diciendo desde su esquina (la mayoría respondió a este reportero por la vía telefónica) que “generalmente el PRD (y el PT utilizan en un afán de posicionamientos políticos, y me parece que faltan a la verdad porque las medidas que se adoptaron fueron fundamentalmente de promover el empleo, incentivar la economía y coadyuvar para que el hoyo fiscal se pudiera superar”.
Heliodoro entonces convocaba a las demás fuerzas políticas a ir más allá de “las cortinas de humo”, con propuestas para la reforma fiscal hacendaria. Pasaba de largo el priista ante las críticas que perredistas han estado haciendo desde hace ocho días, de que será una reforma fiscal hacendaria donde sólo el PRI y PAN pesarán, pasando por encima de la argumentación del resto opositor.
Hubo ayer, sin embargo, un comentario de Heliodoro que se quedaba adherido a esa atmósfera candente con que ha nacido el 2010. Cuando se le preguntó su opinión sobre la versión aquella de que el grupo criminal “los zetas” atacarían incluso a civiles entrando enero, el priista respondió: Me parece que los temas de inseguridad pública se están privilegiando como si fuera una estrategia para evitar que los asuntos de fondo, como la economía, el empleo y el desarrollo, pasen a segundo término. Si bien la detención de capos son medidas que todos reconocemos, me parece que es perverso que se utilice para tapar los verdaderos problemas que tiene el país”.
El priista de Oaxaca asegundó: “Hay una campaña en medios ponderando esto como si la detención de un capo del narcotráfico fuera un trofeo de guerra. Simplemente debe ser la aplicación de la ley. Pero advierto yo que hay una intención soterrada, escondida, en este tipo de medidas, de tender cortinas de humo para evitar que los principales problemas que tiene el Presidente Felipe Calderón pasen a segundo término”.
Crujía la economía y así reviraban en el Congreso. Hoy, ya no podrán evitar los panistas tener que opinar sobre el asunto.
Síguenos en