México
Tren Parlamentario
Repartición incendiada
Era la hora de la repartición. Pero también la del cobre. Y entonces el nombre evocado de Enrique Peña Nieto comenzaba a perturbar hasta a los priistas, que, perplejos, comenzaban a ver al Estado de México como un gran resumidero por donde estarían yéndose carretonadas de pesos y centavos. Un turbulento día de negociación hizo que también se vieran imágenes no vistas aquí todos los días, como la de gobernadores perredistas que cabildeaban, a matacaballo, con los coordinadores priistas y panistas.
Y la advertencia de las diputaciones perredistas, petistas y convergistas de que hoy, viernes, confluirá en San Lázaro la movilización otra vez, como medida de presión para que el PRI y el PAN no terminen llevándose los dos el presupuesto, sobre todo hacia estados donde habrá elecciones en 2010.
Una declaración tempranera había prendido la mecha de un día de por sí explosivo. “El PRD anda con su campaña de que nosotros fuimos los culpables del aumento de impuestos, ¿no?”, declaró Luis Enrique Mercado Sánchez, diputado federal del PAN. “Entonces, bueno, pues si somos los culpables del aumento de los impuestos, asumamos también el tema del gasto”.
Hora de los soponcios. Era como picotearle la cresta a un PRD herido, que venía de contar 10 reuniones canceladas por la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, en lo que iba de la semana. Sí, la comisión que preside el alfil de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray.
El zacatecano Mercado Sánchez remachó: “Yo creo que no puede ser que te quieras subir a una mesa en donde dices: ‘es que otros dos son un par de malos y no me quiero subir a la mesa”.
Entonces la Cámara de Diputados alcanzaba temperaturas de fiebre. Perredistas, petistas y pcedistas tildaban al panista de ser un “cínico”. Y advertían que el Gobierno federal y su partido incurren, a esta hora del reparto del presupuesto de egresos, en una posición “artera” y “patrimonialista”.
Artera porque desde que inició la semana, priistas y panistas se ven en “escondrijos” fuera de las instalaciones de San Lázaro para sus “conciliábulos”, con la clara pretensión de repartirse entre ellos un gasto que tendrá como reasignación unos 85 mil millones de pesos.
“Insuficiente”, de entrada, ya decía el diputado del PRD José Narro Céspedes, cuando la suma de todo lo que llegaron a pedir a San Lázaro gobernadores, presidentes municipales, organizaciones… suma la cantidad de 400 mil millones de pesos.
“Patrimonialista”, porque el comentario que hizo Luis Enrique Mercado –decían legisladores como Agustín Guerrero y Laura Itzel Castillo-- coloca al Gobierno federal en una posición terriblemente mezquina y perversa, porque la oposición –que ciertamente no votó en favor de incrementar los impuestos-- sí presentó opciones, que priístas y panistas no quisieron considerar.
En paralelo a la versión perredista de que el PRI y PAN caminan de la mano y muy juntos, en los territorios del PRI se libra una batalla intestina. La Confederación Nacional Campesina (CNC), que como pocas veces en su historia goza de tener más de 80 diputados federales, está que se la lleva el diablo –así decían, en cortito, dos diputados-- porque nomás no aceptan que Francisco Rojas Gutiérrez –coordinador de la bancada priista-- sólo les plantee una reasignación de 15 mil millones de pesos, cuando lo que quieren es 30 mil millones mínimo.
Y no lo aceptan porque en la aprobación del presupuesto de noviembre pasado, siendo muchos menos, lograron para su férula una reasignación al campo por 20 mil millones.
Los cenecistas –que en este punto concreto del campo, siguen viajando en el mismo carro con los perredistas-- tampoco están de acuerdo con que el Programa Oportunidades siga siendo ejercido de manera exclusiva por el gobierno federal, que, por cierto, para éste ha propuesto que de 40 mil millones de pesos sea incrementado –con parte de esa reasignación-- hasta los 67 mil millones. Ni más ni menos, el Presidente Felipe Calderón pretende repartir dinero en el campo y las periferias de la ciudad, a donde están los j... de siempre, a manos llenas.
“Es asistencialista”, decían ayer también los perredistas cuando criticaban que el gobierno de Calderón quiera 27 mil millones de pesos para hacer crecer la bolsa de Oportunidades. Y era cuando los perredistas, petistas y pcedistas aseguraban que el Gobierno federal, su partido y el PRI en sus estados como el mexiquense de Peña Nieto, quieren a toda costa darle un enfoque “patrimonialista y asistencialista” al gasto social de 2010.
Cuando la plana mayor del PRD, PT y Convergencia se entrevistaba con Agustín Carstens, secretario de Hacienda, para que no estuviera entremetiéndose en la negociación, sólo con priístas y panistas, en San Lázaro unos dos mil campesinos afiliados a la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, que lidera José Narro, llegaron a exigir lo que el día anterior habían exigido también gente de sombrero de la CNC.
Por allí se veía el coordinador de la bancada cenecista Alberto Jiménez Merino (PRI, Puebla), al lado de la gobernadora de Zacatecas Amalia García Medina, quien ya decía: “Necesitamos más recursos para que la gente pueda aprovechar mejor el agua, disponer de agua, tecnificar el riego, producir mejor y acceder a los mercados para producir mejor”.
Era la misma Amalia García que, minutos después, se reunía en un lugar, fuera de San Lázaro, con la coordinadora de la bancada panista Josefina Vázquez Mota; como también lo hacía, en otro sitio y en otro momento el gobernador de Michoacán Leonel Godo, con el coordinador de la bancada priista.
La reticencia de la Comisión que preside el peñanietista Luis Videgaray por sesionar, empujaba al marasmo a más de una docena de comisiones. Síntoma inobjetable de que el cabildeo no estaba aquí, en San Lázaro. Y daba sentido a lo que acusaban los perredistas, de que ellos, panistas y priístas, en realidad se han reunido pero fuera del palacio legislativo, y en múltiples ocasiones con el secretario de Hacienda.
Ya noche, rayanos en las 20 horas, comenzaba a sesionar de modo permanente la Comisión de Presupuesto. Se había citado a sesión ordinaria para el viernes, hoy, a partir de las 11 de la mañana. Pero ni para qué perder el tiempo. La sesión estaría comenzando después de las ocho de la noche, sólo para remitir hacia otro receso que bien podría durar hasta la noche del domingo, cuando comience realmente a sesionar la asamblea para dictaminar el presupuesto de egresos de la federación.
Y la advertencia de las diputaciones perredistas, petistas y convergistas de que hoy, viernes, confluirá en San Lázaro la movilización otra vez, como medida de presión para que el PRI y el PAN no terminen llevándose los dos el presupuesto, sobre todo hacia estados donde habrá elecciones en 2010.
Una declaración tempranera había prendido la mecha de un día de por sí explosivo. “El PRD anda con su campaña de que nosotros fuimos los culpables del aumento de impuestos, ¿no?”, declaró Luis Enrique Mercado Sánchez, diputado federal del PAN. “Entonces, bueno, pues si somos los culpables del aumento de los impuestos, asumamos también el tema del gasto”.
Hora de los soponcios. Era como picotearle la cresta a un PRD herido, que venía de contar 10 reuniones canceladas por la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, en lo que iba de la semana. Sí, la comisión que preside el alfil de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray.
El zacatecano Mercado Sánchez remachó: “Yo creo que no puede ser que te quieras subir a una mesa en donde dices: ‘es que otros dos son un par de malos y no me quiero subir a la mesa”.
Entonces la Cámara de Diputados alcanzaba temperaturas de fiebre. Perredistas, petistas y pcedistas tildaban al panista de ser un “cínico”. Y advertían que el Gobierno federal y su partido incurren, a esta hora del reparto del presupuesto de egresos, en una posición “artera” y “patrimonialista”.
Artera porque desde que inició la semana, priistas y panistas se ven en “escondrijos” fuera de las instalaciones de San Lázaro para sus “conciliábulos”, con la clara pretensión de repartirse entre ellos un gasto que tendrá como reasignación unos 85 mil millones de pesos.
“Insuficiente”, de entrada, ya decía el diputado del PRD José Narro Céspedes, cuando la suma de todo lo que llegaron a pedir a San Lázaro gobernadores, presidentes municipales, organizaciones… suma la cantidad de 400 mil millones de pesos.
“Patrimonialista”, porque el comentario que hizo Luis Enrique Mercado –decían legisladores como Agustín Guerrero y Laura Itzel Castillo-- coloca al Gobierno federal en una posición terriblemente mezquina y perversa, porque la oposición –que ciertamente no votó en favor de incrementar los impuestos-- sí presentó opciones, que priístas y panistas no quisieron considerar.
En paralelo a la versión perredista de que el PRI y PAN caminan de la mano y muy juntos, en los territorios del PRI se libra una batalla intestina. La Confederación Nacional Campesina (CNC), que como pocas veces en su historia goza de tener más de 80 diputados federales, está que se la lleva el diablo –así decían, en cortito, dos diputados-- porque nomás no aceptan que Francisco Rojas Gutiérrez –coordinador de la bancada priista-- sólo les plantee una reasignación de 15 mil millones de pesos, cuando lo que quieren es 30 mil millones mínimo.
Y no lo aceptan porque en la aprobación del presupuesto de noviembre pasado, siendo muchos menos, lograron para su férula una reasignación al campo por 20 mil millones.
Los cenecistas –que en este punto concreto del campo, siguen viajando en el mismo carro con los perredistas-- tampoco están de acuerdo con que el Programa Oportunidades siga siendo ejercido de manera exclusiva por el gobierno federal, que, por cierto, para éste ha propuesto que de 40 mil millones de pesos sea incrementado –con parte de esa reasignación-- hasta los 67 mil millones. Ni más ni menos, el Presidente Felipe Calderón pretende repartir dinero en el campo y las periferias de la ciudad, a donde están los j... de siempre, a manos llenas.
“Es asistencialista”, decían ayer también los perredistas cuando criticaban que el gobierno de Calderón quiera 27 mil millones de pesos para hacer crecer la bolsa de Oportunidades. Y era cuando los perredistas, petistas y pcedistas aseguraban que el Gobierno federal, su partido y el PRI en sus estados como el mexiquense de Peña Nieto, quieren a toda costa darle un enfoque “patrimonialista y asistencialista” al gasto social de 2010.
Cuando la plana mayor del PRD, PT y Convergencia se entrevistaba con Agustín Carstens, secretario de Hacienda, para que no estuviera entremetiéndose en la negociación, sólo con priístas y panistas, en San Lázaro unos dos mil campesinos afiliados a la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, que lidera José Narro, llegaron a exigir lo que el día anterior habían exigido también gente de sombrero de la CNC.
Por allí se veía el coordinador de la bancada cenecista Alberto Jiménez Merino (PRI, Puebla), al lado de la gobernadora de Zacatecas Amalia García Medina, quien ya decía: “Necesitamos más recursos para que la gente pueda aprovechar mejor el agua, disponer de agua, tecnificar el riego, producir mejor y acceder a los mercados para producir mejor”.
Era la misma Amalia García que, minutos después, se reunía en un lugar, fuera de San Lázaro, con la coordinadora de la bancada panista Josefina Vázquez Mota; como también lo hacía, en otro sitio y en otro momento el gobernador de Michoacán Leonel Godo, con el coordinador de la bancada priista.
La reticencia de la Comisión que preside el peñanietista Luis Videgaray por sesionar, empujaba al marasmo a más de una docena de comisiones. Síntoma inobjetable de que el cabildeo no estaba aquí, en San Lázaro. Y daba sentido a lo que acusaban los perredistas, de que ellos, panistas y priístas, en realidad se han reunido pero fuera del palacio legislativo, y en múltiples ocasiones con el secretario de Hacienda.
Ya noche, rayanos en las 20 horas, comenzaba a sesionar de modo permanente la Comisión de Presupuesto. Se había citado a sesión ordinaria para el viernes, hoy, a partir de las 11 de la mañana. Pero ni para qué perder el tiempo. La sesión estaría comenzando después de las ocho de la noche, sólo para remitir hacia otro receso que bien podría durar hasta la noche del domingo, cuando comience realmente a sesionar la asamblea para dictaminar el presupuesto de egresos de la federación.
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