México

Tren Parlamentario

Cuando la abstención es sí

El Senado de la República se internó anoche por los senderos plagados de espinas de una Ley de Ingresos que nadie quiere reconocer como suya, y a la que sólo la acompaña la discordia.

Juraban los panistas que tampoco quieren el IVA, y se tiraban al suelo haciendo creer a muchos que tenían un rompimiento con Felipe Calderón. Con la voz en cuello, los priistas remachaban que ellos no repetirán el error de 1996, de subir el porcentaje de ese impuesto al consumo otra vez.

En síntesis: un día turbulento, de puras negociaciones de conciliábulo. Pero al final, en Xicoténcatl prevaleció la versión aquella de que el PRI votará finalmente en favor de 16%, echando mano de una vieja chicanería parlamentaria: abstenerse para que el contrario consiga sus fines.

Era la víspera. Hoy a como dé lugar el Senado tendrá que votar la Ley de Ingresos. Y los tres principales partidos políticos representados en Xicoténcatl, estaban más ocupados en calcular los costos políticos para sí mismos que los costos de los impuestos para la mayoría de la población.

El PRI anunciaba desde el mediodía que en la materia del IVA se abstendrá. Entonces los panistas respingaron. En voz de Ricardo García Cervantes, de súbito proyectaron la imagen de una rebelión. Si el líder panista Madero los arengaba a apoyar la propuesta económica del Presidente Calderón, el prominente panista Ricardo García Cervantes salía con que ellos, los senadores blanquiazules, no tienen por qué seguir a pie juntillas al Presidente, porque para eso son senadores de la República. Y, de plano, sentenciaban los panistas que si el PRI no apoyaba el IVA, ellos tampoco lo harían, y votarían en contra.
“Que aprendan a asumir sus costos políticos. Son el partido en el Gobierno”, les salía al paso el priista Carlos Jiménez Macías.

Eran las horas de la confusión en el Senado. Todo el día la Comisión de Hacienda no había sesionado. Su receso, iniciado desde la noche anterior (miércoles), estaba programado terminar a las ocho de la noche. Pero eran las nueve y todavía el pleno se resistía a la reanudación.

Carlos Navarrete, presidente del Senado y líder de los senadores perredistas, había sido llamado por el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. Su presencia en Bucareli a las ocho y media de la noche desató suspicacias.

“El PAN no quiere ir solo con el IVA”, se discernía en el pasillerío del Senado. “Y busca que algunos perredistas los acompañen”. Pensaban en los senadores de Nueva Izquierda, la corriente de Jesús Ortega, a la que pertenece el senador Navarrete.
No sesionaba la Comisión de Hacienda, pero la negociación fluía de grupo a grupo. El PRI, verbigracia, había aceptado ya votar aprobatoriamente lo siguiente:
1.- Dar por bueno el Artículo 244 E y un transitorio de la Ley Federal de Derechos, que la Cámara de Diputados se sacó de la manga (no venía en el paquete original de Felipe Calderón), mediante el cual han autorizado que Televisa, concretamente, difiera pagos por pago de derechos de una señal durante dos años, por un monto de mil 900 millones de pesos.

2.- El PRI ha propuesto que el pago diferido de Consolidación fiscal, que la Cámara de Diputados colocó en 40%, baje a 25 por ciento.

Por la tarde, sin embargo, se atoraban priistas y panistas con un argumento inobjetable, que reforzó por cierto el mismo Felipe Calderón: los grupos empresariales más grandes del país (400 y pico) han pagado impuestos muy por debajo del promedio del resto de la población. Y bajarles de 40 a 25, era visto en el pasillerío de Xicoténcatl como el equivalente a una genuflexión del PRI ante los ricotes del país.

Este viernes, cuando la Ley de Ingresos llegue finalmente al pleno (anoche, en Xicoténcatl, se presumía que la Comisión sesionaría votando por la madrugada), se verá quién es quién en la Ley de Ingresos.

Acción Nacional tiene 50 senadores; la oposición, 36, y el PRI, que a estas alturas ya no se sabe si es oposición o partido en el Gobierno, 32.

Cuando se vote 16% al IVA, el PAN bien fácil lo aprobará si el PRI se abstiene. Será, si el PRI no cambia de parecer este viernes, una de esas abstenciones que en el parlamentarismo dejan el resabio del voto aprobatorio. Pero si el PRI vota en contra, igual que el resto de la oposición, entonces Acción Nacional estaría en serias dificultades para lograrlo, a menos que de los partidos opositores mismos, surgieran votos particulares que los acompañasen. No pasará mucho tiempo para saberlo.
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