México
Tras 55 años, dos alpinistas se reunirán
En 1959, Luis Espinosa invitó a su compañero de escuela a escalar el Citlaltépetl; ahora podría recuperar su cuerpo, sepultado en ese entonces por un alud
Luis Espinosa Ruiz es uno de los tres sobrevivientes de una avalancha de nieve que sepultó a cuatro de siete excursionistas que ascendían hacia el cráter del volcán, ubicado entre los estados de Puebla y Veracruz, el 2 de noviembre de 1959.
“Estábamos comiendo en un restaurante por mi cumpleaños cuando supe que habían encontrado a alguien en el Pico de Orizaba. No he dudado desde entonces que sea él, y ahora que he visto las fotografías con rastros de su ropa, no tengo la menor duda”.
El 4 de marzo, autoridades locales dieron a conocer que seis montañistas hallaron el cuerpo momificado de un hombre en la cara norte del Pico de Orizaba. Rescatistas confirmaron días después la presencia de dos cuerpos abrazados que permanecieron congelados unos 50 años, y se espera que la misión para recuperar los cuerpos se lleve a cabo hoy.
Espinosa recuerda que hace 55 años, mientras cursaban la carrera de ingeniería química en la Benemérita Universidad de Puebla, él invitó a su amigo Enrique García Romero, apodado “Calavera” por su rostro enjuto y sonrisa prominente, a escalar el volcán.
“Enrique practicaba beisbol y era un gran pitcher (lanzador), y fui yo quien lo invitó a escalar y poco a poco, además de compartir butaca en la escuela, nos hicimos más amigos en el alpinismo. Por eso me ha dolido tanto su pérdida”.
El ascenso en 1959 comenzó a las 03:30 de la madrugada y alrededor del mediodía el grupo de los siete montañistas estaba a punto de alcanzar el cráter, pero una grieta les indujo a enlazarse con una soga que anudaron a sus cuerpos para asegurar la travesía.
Su amigo Enrique, Juan Espinoza y Manuel Campos enlazaron una sola cuerda para cruzar la grieta; en un segundo grupo cruzarían de la misma forma los otros cuatro integrantes de la excursión.
Luis Espinosa miraba casualmente su reloj de mano, que marcaba las 12.05 horas, cuando ocurrió el accidente.
“Escuché un ruido ensordecedor y alcancé a ver cómo la nieve se deslizaba. Las capas de las nieves eternas, que son las más sólidas en la cumbre, más las que se sumaron de la nueva nevada de dos semanas anteriores, cayeron encima del grupo donde iba mi amigo Enrique García”.
Espinosa recapitula el infortunio en que perdió a su amigo mientras sostiene un ejemplar del periódico Sol de Puebla. “Muerte y drama en el Pico de Orizaba” titula el diario local en su primera plana del 3 de noviembre de 1959.
Señala que si se busca un poco más abajo encontrarán otro cuerpo.
SUN
El número telefónico
Después del accidente, Luis Espinosa conservó en su billetera el número telefónico de un guía de montañistas de Tlachichuca, Puebla, al pie del volcán.
Prometió llamarle el día que supiera algo de su amigo.
El papel en que escribió el número tiene 55 años con él. Con el paso del tiempo las billeteras han sido sustituidas por otras más nuevas, pero el pedazo amarillento y raído siempre es el mismo.
“Desde entonces lo conservo y puedo decirle que así como ya alisto una camioneta para ir a esperar el rescate, también tengo a la mano mi papel. Ha sido mi esperanza todos estos años”.
EFEMEX
FRASES
"Tenemos familia en Veracruz y cada vez que pasamos junto al Pico de Orizaba sólo pienso en que ahí está él. Mientras pude y subí, le busqué".
"Hoy he visto las fotografías y hay restos de un suéter rojo, como el que Enrique usaba en todas las excursiones a las que íbamos. Así lo recuerdo de la última vez y también el color gris de la mochila. Todo parece indicar que es él; ya no tengo duda".
"Hace cinco años, montañistas encontraron la mochila de Enrique, y Darío Huesca y yo la reconocimos; supimos en ese entonces que era de él. Desde ese día advertimos que los encontraríamos y creo que ese día está muy cerca, cuando me confirmen".
Luis Espinosa Ruiz, sobreviviente de la avalancha de 1959.
UNIDAD DE PROTECCIÓN CIVIL DE PUEBLA
El rescate de cuerpos continuará cuando cesen efectos de frente frío
CIUDAD DE MÉXICO.- Las labores de recuperación que realiza la Unidad de Protección Civil del Estado de Puebla en el Pico de Orizaba, se reanudarán en cuanto los efectos del frente frío número 41 cesen, ya que tales condiciones representan un riesgo a la integridad de los rescatistas.
La Secretaría de Gobernación emitió un comunicado en el que anunció la determinación que la Coordinación Nacional de Protección Civil tomó, y enfatizó que debido a la altura de más de cinco mil metros y 70 grados de pendiente se requiere equipo de alta especialización del rescate, así como de las mejores condiciones.
La operación de recuperación se lleva a cabo por petición del Gobierno de Puebla y cuenta con el apoyo de la “Brigada de Rescate del Socorro Alpino de México, A.C.” y hace atento llamado a la población y a grupos voluntarios para que se abstengan de efectuar alguna acción de apoyo que comprometa su integridad.
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