México
Trabajo… ¿de lo que sea?
No cabe duda que uno de los problemas más difíciles de resolver por la actual administración tiene que ver con la generación de fuentes de empleo
¿Cómo? Entre otras formas, estableciendo —como en toda planeación formal— qué es lo que se quiere hacer, pues buscar trabajo “de lo que sea”, es una de las peores fórmulas a seguir.
Me ha sucedido en lo personal, ya sea trabajando en el sector público, en el sector privado e incluso en el social, cuando algunas personas —conocidas y desconocidas— se acercan a solicitar apoyo y ni siquiera tienen bien definido en qué quieren trabajar o en qué área son más capaces o cuentan con cierta experiencia, lo que de antemano complica la situación, pues no se trata sólo de colocar a una persona en una nómina —aunque en la política esto sea lo más frecuente—, sino ayudarle a ganarse el “pan de cada día”, pero al mismo tiempo permitiendo que la empresa, dependencia y/o institución obtengan el beneficio del esfuerzo realizado por el trabajador.
La crisis y errores cometidos por unos cuantos tiene semiparalizado al país y ha propiciado que más de la mitad de los mexicanos viva en la pobreza, y otros tantos en la extrema pobreza, es una de las peores que se han vivido en la época contemporánea, ya que antes no se había presentado tan alta tasa de desempleados.
Ahora bien, para tratar de amainar el problema, autoridades de los tres niveles de Gobierno han implementado una serie de mecanismos de apoyo a los desempleados y subempleados —en su mayoría con recursos federales— a través del Programa Nacional de Empleo (PNE), el cual cuenta con diversas estrategias entre las cuales destacan la Bolsa de Trabajo, las Ferias regionales, estatales y municipales del empleo, Bécate, Emprendedores, Vales de Capacitación para Profesionistas, Abriendo Espacios (destinado a los sectores más vulnerables de la población, como son los discapacitados, personas de la tercera edad, pre liberados y liberados), entre otros.
Así, aunque una parte importante de la población aún no confía en la realidad de éstos —la burra no era arisca—, poco a poco la credibilidad ha ido en aumento, sobre todo porque los operadores de los programas tratan de ser lo más transparentes posible y en conjunción con las empresas (que en realidad son las que contratan a las personas), en Jalisco han logrado atender a cerca de 12 mil personas en el presente año, por lo cual si usted busca un empleo, le invito a probar, pero ¡aguas con los “coyotes”! Las gestiones son personales y completamente gratuitas.
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