México
Tintes peligrosos
Por ningún motivo queremos volver a ver a la capital tapatía convertida en un ring
El caso es que en los días recientes se suscitaron hechos que me han puesto a reflexionar, y la verdad es que si antes no veía el conflicto con buenos ojos, mucho menos ahora en que la situación amenaza con desbordarse, a raíz de la entrega de dos calaveras (catrinas) que estudiantes manifestantes de la Universidad de Guadalajara dejaron en Casa Jalisco, situación que el gobernador Emilio González Márquez se ha tomado muy a pecho y la ha considerado como una amenaza velada de parte de la jerarquía universitaria, debido a la falta de un nuevo acuerdo presupuestal para la máxima casa de estudios de la Entidad.
“Juego de manos es de villanos”, solían decir nuestros mayores para tratar de concientizarnos de la importancia de no pelear o realizar juegos en los que la escaramuza apareciera para darle fin a la sana convivencia, sin embargo hoy en día se están presentando situaciones que no solamente son lamentables, sino que además pudieran desembocar en una tragedia como las de antaño, situación que nadie en Guadalajara quiere volver a vivir.
De los dimes y diretes y las estrategias mediáticas para llamar la atención y posesionarse de la verdad —cada quien con su verdad— las cosas están tomando un rumbo peligroso, luego de la denuncia de que la Universidad recibió una amenaza de bomba (que afortunadamente fue falsa), nada menos que en la Rectoría General, precisamente después del reclamo público por lo de las calaveras, en lo que se pudiera interpretar como la respuesta a aquel hecho.
Llama la atención que cuando la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco se presentó para buscar el posible artefacto, no se les permitió la entrada al edificio, con el argumento de que ya el área respectiva del municipio había realizado la tarea, sin haber encontrado nada de peligro, lo que se prestó para que el área de Comunicación Social del Gobierno del Estado calificara como una “simple broma estudiantil”.
Y no dudo que todo se trate de eso, de una broma estudiantil, sin embargo, unos y otros debieran ponerse a pensar que algún “loco” —de cualquiera de las dos posturas— podría querer congratularse con su “jefe” y actuar por su cuenta, causando una nueva desgracia.
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