México

Terrorismo mexicano

Terrorismo mexicano

Cuestionarnos si la violencia en México supone que hay aquí actividad terrorista, es de gran importancia política. Si lo que vivimos es calificado como terrorismo, la respuesta internacional será mucho más activa y contundente. Hasta ahora las autoridades han tenido cuidado de no calificar a la delincuencia como terrorista, pero es claro que la acción de los grupos de delincuentes está dentro de muchas de las definiciones aceptadas de terrorismo. Las normas más sofisticadas en la materia son las norteamericanas, para las que el término “terrorismo” significa violencia premeditada, políticamente motivada perpetrada contra objetivos no combatientes por grupos subnacionales o agentes clandestinos, generalmente con la intención de influenciar a una audiencia. En el caso de México es claro que la violencia es premeditada, y tiene la intención política de debilitar las instituciones, que afecta a personas que no forman parte de las Fuerzas Armadas y que produce impactos en la opinión pública. Sólo baste recordar los asesinatos de candidatos a presidentes municipales y gobernador en Tamaulipas.

El término “terrorismo internacional” significa aquel que involucra a ciudadanos o a territorios de más de un país. En México la actividad violenta ha afectado a personas inocentes de varios países y opera en ambos lados de la frontera con Estados Unidos.

“Actividad terrorista” significa cualquier actividad que se considere ilegal bajo las leyes del lugar donde se cometa y que involucre cualquiera de los actos siguientes:

1. El secuestro o sabotaje de cualquier medio de transporte. Recordemos el secuestro de autobuses en San Fernando.

2. El detener o retener y amenazar con matar, herir o mantener en detención a un individuo, para obligar a una tercera persona, incluyendo a una organización gubernamental, a hacer o abstenerse de hacer un acto, como condición implícita o explícita para la liberación del individuo retenido o detenido. El secuestro de Diego es ejemplo como miles más.

3. Un ataque violento sobre una persona protegida internacionalmente o sobre la libertad de tal persona. Recordemos la muerte del agente Zapata en San Luis Potosí.

4. Un asesinato. Aquí pasan de 30 mil.

5. El uso de agentes biológicos, agentes químicos o armas o artefactos nucleares o explosivos o armas de fuego, con cualquier otro propósito que el de obtener ganancias monetarias personales, con la intención de poner en peligro, directa o indirectamente, la seguridad de uno o más individuos o causar un daño substancial a la propiedad. Recordemos los bombazos a televisoras, los granadazos y los sabotajes a ductos de Pemex.

Por todo lo anterior, podemos deducir que hay terrorismo, terrorismo internacional y actividad terrorista en México y que sólo es cuestión de tiempo para que sea clasificado oficialmente como tal. Quizá eso sea parte del principio de la solución del problema. O sea un pretexto para ampliar el ámbito de la acción militar. Como quiera que sea, merece la pena el debate abierto del tema para cuidar que el combate a estas manifestaciones violentas se haga en el marco de la ley y la libertad.
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