México

¿Terminó el estira y afloja?

Ojalá que por fin terminara el estira y afloja emprendido a principios de año entre el Ejecutivo estatal y la Universidad de Guadalajara

¡Uff!, ojalá que por fin terminara el estira y afloja emprendido a principios de año entre el Ejecutivo estatal y la Universidad de Guadalajara, luego de que la Dirección General de Comunicación Social del Gobierno del Estado informó de la expedición —con fotografía del cheque en cuestión y toda la cosa— correspondiente a recursos extraordinarios por 200 millones de pesos a la segunda institución educativa más importante del país.

Debido a las crisis del año pasado y las propias del actual, el presupuesto autorizado era del todo insuficiente, y si a ello le agregamos la infaltable lucha entre poderes que siempre hace acto de presencia cuando de manejo de presupuestos se trata, provocó que los dimes y diretes, declaraciones y desplegados dejaran ver y sentir las posiciones de una y otra instancia, cada cual en defensa de sus intereses, lo que sin duda alguna podría haberse ahorrado si desde un principio se hubieran llegado a los acuerdos respectivos, sobre todo tomando en cuenta que el principal interés de la autoridad debe ser proveer de los recursos para lograr el desarrollo educativo de la población.

El subsidio público autorizado inicialmente por el Congreso del Estado para la Universidad fue de seis mil 260 millones de pesos, pero luego de los esfuerzos realizados ante diferentes instancias, ahora será de seis mil 746 millones de pesos.

El comunicado fue escueto —a nadie le gusta dar su brazo a torcer—, y el mismo afirma que “estos recursos extraordinarios que se han conseguido para la máxima casa de estudios de Jalisco fueron obtenidos gracias a los esfuerzos de ahorro en gasto corriente puestos en marcha por el Ejecutivo estatal, así como a las gestiones conjuntas realizadas ante el Gobierno federal por el mandatario estatal y el rector general de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado”.

Llama la atención el tono conciliador, un “aí muere” por parte del Ejecutivo estatal, quien más allá de la mitad del camino de su mandato y con diversas campañas políticas por librar —tanto la personal, como la de su candidatos protegidos a los diversos cargos— prefiere ir allanando el camino, aunque ahora falta conocer la posición de la Universidad, ya que las necesidades presupuestales de la casa de estudios aumentan cada año, entre otras razones por el crecimiento demográfico de los jaliscienses en edad de cursar la Preparatoria y las diferentes carreras profesionales; por los nuevos programas de investigación y, además, por los cientos de jóvenes de las entidades cercanas avecindados aquí, que ante la falta de oportunidades en su lugar de origen y/o atraídos por el prestigio y calidad de los estudios impartidos en la Universidad de Guadalajara, buscan ingresar a la misma.
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