México
Tenía razón José Alfredo...
Cada día que pasa, por el acontecer diario de tragedia que se padece en nuestro país, en el que el contacto con la muerte es cotidiano
Las informaciones; las noticias diarias que en todos los medios se difunden me dan la impresión de que repercuten para que la capacidad de asombro ante la criminalidad que deriva en arrancarles la vida a otros sea cada vez menor. La atención nos llama, sí, pero ya no sorprende… No sorprende, pese a que los asesinatos se cometan con una crueldad más allá de la razón.
La deshumanización se siente en cualquier parte del planeta., me ha tocado ver cadáveres en plena Gran Vía de Madrid o en una calle neoyorquina a cuyo alrededor pasan transeúntes sin mirarlos siquiera. Cada quien lleva su mente fija en otro lado.
Aquí en nuestro México las notas periodísticas, con lujo de detalles que mientras más tengan más venden, nos hacen sentir que la palabra “sicario” forma parte natural en cualquier conversación, toda vez que se nos informa sobre tantos atentados, decapitados, mensajes de las bandas que sí, de momento impactan pero…
Pero que han minimizado al máximo la capacidad de sorpresa. Es así cuando la reflexión llega sobre qué nos ha pasado cuando todavía no hace mucho tiempo la sonrisa se miraba en la faz de los mexicanos por su característico ingenio derivando casi siempre en el humor bueno. Así es cuando llega la reflexión sobre el clima de temor; de miedo; de desconfianza que, quiérase reconocerse o no, ha modificado en fondo y esencia la actitud ante la vida por un futuro incierto que en muchos casos, créamelo, raya en el tenor del pánico.
¿Y…?
Se presentará, apenas, un borrador de la ley antisecuestro… Con una ciudadanía que no mira ninguna luz, la indigencia cerebral de legisladores se hace patente en no darle importancia alguna al grave, muy grave, gravísimo tema cuando el perredista líder de los senadores Carlos Navarrete pone en duda la aprobación en el periodo ordinario dada la “complejidad” del documento.
Por otro lado, Alejandro Martí como Isabel Miranda de Wallace, padres de víctimas del secuestro, asientan las ineficiencias al reconocer que muchos no son condenados dado que el peor abogado del secuestrador es mucho mejor que el Estado mexicano…
Y… PENSÁNDOLO BIEN.
Y… PENSÁNDOLO BIEN, bien valdría que quienes hacen las leyes se pusieran en el lugar del ciudadano que sin garantía de protección ni de defensa —como todos ellos sí que sobradamente las tienen—, y trataran de entender, si su miserabilidad neuronal se los permite, la gravedad del delito.
¿Cuánto vale la vida en nuestro país...?
¡José Alfredo tenía la razón...!
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