México
Tengan su ''ganga''
Televisa y Nextel creyeron al Gobierno lo de fomentar la competencia. Juntas, estas dos empresas constituían un peso completo
Desde hace años, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha denunciado que el poderío Telcel-Telmex en las telecomunicaciones —más de 70% de los celulares y 85% en líneas fijas— representa un freno para el desarrollo de México. Con este estandarte, el Gobierno de Felipe Calderón licitó espectro radioeléctrico, es decir, espacio en los cielos mexicanos para que viajen nuevas señales de video, voz e internet.
El secretario de Comunicaciones, Juan Molinar, encabezó la promoción de esta licitación con grandes capitalistas de Estados Unidos, China, Gran Bretaña e India para que se animaran a fundar una telefónica en nuestro país. La respuesta fue unánime: no, gracias. Los argumentos: que no hay certidumbre jurídica, que en México pesan más las presiones que la ley, y que era previsible que si Telcel se sentía amenazado emplearía todas sus influencias para aniquilar a los “nuevos jugadores”.
Televisa y Nextel creyeron al Gobierno lo de fomentar la competencia. Juntas, estas dos empresas constituían un peso completo que se antojaba para poner en aprietos al consorcio del hombre más rico del mundo. Pero se quedaron solas en la licitación.
En algunos medios de comunicación interesados se dieron cabida sin mínimo contraste las opiniones favorables a Telcel y sus comparsas, llevando como bandera el divertido mote de “ganga”, que es tan simplón como decir que el precio de un coche es sólo su enganche y no sus mensualidades. En el Poder Judicial se interpusieron 72 amparos contra el fallo. Y el Gobierno entregó los títulos antes de que quedara resuelto su fondo jurídico, los dio “en lo oscurito” —sin citar a Televisa, sino sólo a Nextel— y juntó el plazo legal de revisión con un período de vacaciones de la Cofetel, abriendo así la puerta para que se bombardeara en juzgados la licitación y el tema se volviera un hervidero político.
Esta sucesión de hechos puede ser la habitual torpeza de la SCT o constituir una estrategia de la administración Calderón destinada a vulnerar al grado de poder sostener con sus alfileres la licitación y con ello chantajear a Televisa, de cara a la contienda electoral de 2012. Ésa sí que era una ganga. Televisa no aceptó quedar en manos del Gobierno federal, y ayer por la mañana dejó la polémica licitación sobre la mesa y se levantó.
En el camino muchos se fueron con la finta: denunciaron que el Gobierno federal estaba “amarrado” con Televisa (al parecer, jamás encendieron los noticieros o programas de opinión). La alianza verdadera quedó exhibida cuando Televisa se hizo a un lado y en las bolsas de valores subieron sus acciones. Tengan su ganga.
Saciamorbos
Ante las dudas, nos lo explicaron; y la verdad, es nota.
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