México
Tenencia vehicular y lides políticas
El panista Abraham González Uyeda habló de lo que a las mayorías interesa y justamente, dijo lo que éstas quieren escuchar
En un año de inacabables dificultades económicas, con un febrero naciente que más parece la continuación de una muy larga cuesta de enero, el panista combatió la tenencia vehicular estatal. Aunque no tiene el control de todos los diputados de su partido, los comprometió verbalmente a votar en contra de una iniciativa turnada por el gobernador para que este impuesto pase a ser estatal a partir de 2012, cuando por fin Felipe Calderón cumpla su compromiso de eliminarlo.
El efecto fue inmediato y contundente. Tanto que Emilio González tomó el guante que le habían lanzado y aceptó que no será aplicado.
Priistas, perredistas y anexas, que apenas la semana pasada conformaron un frente para oponerse a Acción Nacional, se quedaron sin discurso. Tomaron el camino que les habían marcado y naturalmente, apoyaron la eliminación de la tenencia.
Se trata de un aparente regalo para los castigados contribuyentes, pero el gesto y el compromiso encierra varias lecturas, y una de ellas es la de un pequeño triunfo político para González Uyeda apenas en el primer día de labores de la Legislatura.
La otra es que si bien Emilio consiguió un papel protagónico al obligarse a no empujar la tenencia estatal, debe tener una maniobra de reserva para deshacerse en el futuro de mil 896 millones de pesos que nada más por este concepto, percibirá el Gobierno del Estado en 2010. Si no es así, ya se le ocurrirá algo.
Es un asunto de muchos pesos. La tenencia le reporta anualmente al Gobierno estatal casi dos mil millones de pesos provenientes del Gobierno federal; por eso la idea de que no desaparezca. Pero al rechazarla, el gobernador que —aunque lo niegue— está haciendo sus cuentas para competir por la Presidencia del país, se quedará sin ese ingreso justo en el año electoral.
Paradójicamente, mientras González Uyeda robaba los reflectores, el nuevo secretario de Educación, Antonio Gloria, avisó que necesita una módica suma adicional de 600 millones de pesos para construir escuelas. Y el secretario de Finanzas, José Luis de Alba, anunció que insistirá en un endeudamiento más para Jalisco, éste por 500 millones de pesos. Todos, todos —aseguró—, para ayudar a los municipios.
Y entonces: ¿falta o sobra?
Ni qué decir. Unos ganan y otros pierden. Pero las lides en el Congreso apenas comienzan.
Por cierto, el gobernador presenta su tercer informe y sus escuderos aseguran que estamos entre lo más granado de la seguridad y el empleo. Por hablar no se cobra.
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