México

Tamaulipas; PRI y narco

En Tamaulipas prácticamente no existe la oposición

En Tamaulipas —en donde el 4 de julio próximo también se renovará el Gobierno estatal—, prácticamente no existe la oposición. Sea derecha, sea izquierda. En los hechos, el PAN y el PRD son convidados de palo.

Esa realidad, sin embargo, no quiere decir que la renovación del Gobierno estatal resulte un “bombón” para el PRI. No, en el fondo, la pelea por el gobierno de la rica Entidad fronteriza se dará entre el PRI —partido político con registro—, y el poder fáctico de los cárteles de la droga, en especial “La Compañía”.

Y es que en Tamaulipas —igual que ocurrió en Sinaloa desde hace más de medio siglo—, la presencia del narcotráfico viene de lejos y es el terruño de poderosos grupos mafiosos de presencia internacional, como el cártel del Golfo. No es casual que —debido a la presencia de las bandas criminales y a la creciente violencia— la siempre ingeniosa voz popular hable de “Ta-Ta-Ta-Ta Tamaulipas”, cuándo se refiere al terruño.

A semanas de que el PRI emita la convocatoria para la selección de su candidato al Gobierno tamaulipeco, la pelea por el poder político se produce entre el gobernador saliente, Eugenio Hernández —quien hace todo por imponer a su sucesor y guardaespaldas para el futuro—, y el CEN del PRI. El dilema resulta harto complicado, ya que la alternativa local significa el aval para que el poder de facto siga en manos del crimen organizado, en tanto que la alternativa del centro sería el rompimiento de un maximato mafioso de más de dos décadas.

El gobernador Eugenio Hernández impulsa las aspiraciones —en ese orden— del diputado federal del PRI, Rodolfo Torre Cantú, presidente de la Comisión de Salud y magnate farmacéutico; de su amigo de la infancia José Manuel Assad Montelongo, secretario de Educación local vinculado con la profesora Gordillo, y a su primo, Javier Gil, ex panista, contratista, ex alcalde de Altamirano y actual diputado federal.

En el CEN del PRI se estima que se trata no sólo de políticos de muy bajo perfil, sino que se intenta una grosera herencia familiar y la preservación de los grupos con presuntos vínculos criminales. Por eso se trabaja en la construcción de un candidato de unidad, con independencia de los grupos locales que han mantenido el poder en las últimas dos décadas y, sobre todo, que permitan al PRI retomar el poder político local.

En realidad, el candidato del CEN es el líder del sector popular del PRI, Marco Antonio Bernal —aspirante derrotado hace 12 años—, y que cuenta con todo el apoyo de Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes y Enrique Peña Nieto. A pesar de ese formidable respaldo, nada garantiza que desde el centro se pueda derrotar al Gobierno estatal. Un caso similar se produjo apenas en días pasados en la selección del candidato al Gobierno de Chihuahua, en donde la misma triada; Beltrones, Paredes y Peña, derrotaron al gobernador de Chihuahua, quien al final de cuentas no logró imponer a su delfín. La disputa formal se llevará a cabo entre priistas.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando