México

Se va ''El precioso''

Mario Marín terminará su sexenio el 31 de enero; gran parte de la sociedad poblana celebrará su salida y espera que Moreno Valle se atreva a juzgarlo por malversación de fondos

Mario Marín terminará su sexenio el 31 de enero; gran parte de la sociedad poblana celebrará su salida y espera que Moreno Valle se atreva a juzgarlo por malversación de fondos, protección a la delincuencia organizada y corrupción.

 Sin embargo los más cautelosos advierten que eso no sucederá, porque al interior del Revolucionario hay un acuerdo para proteger a todos sus ex gobernadores en aras de la “unidad nacional”.

Beatriz Paredes, presidenta del PRI, estuvo en varias ocasiones en Puebla para negociar con Marín tanto las candidaturas locales como la futura dirigencia del partido en ese Estado, con mira estratégica para las elecciones de 2012.

 Unos meses antes, una legisladora priista me confió que llevó a Paredes parte de las evidencias del caso Succar-Nacif, entre ellas fotografías de niñas de cuatro años siendo abusadas por diversos adultos en Cancún. Asegura que le expresó a la dirigente: “Esto es lo que Marín protege”.

En marzo pasado, Paredes lo celebró públicamente al decir: “Mario Marín, a quien ninguna tempestad pudo hacer vadear tu decisión y tu barca de servir a Puebla con firmeza, con vocación popular”.

En Puebla se percibe un ambiente de fuerza social y exigencia. Los actos de corrupción de Marín, como los de otros gobernadores, no solamente se relacionan con la protección de la pornografía infantil, sino con fraudes, extorsiones a empresarios, desvíos de recursos públicos y otros más.

 Lo notable en este caso que movilizó a miles de personas en Puebla en 2006, es que transparentó claramente cuáles son los temas que los políticos y las cúpulas partidarias están dispuestas a negociar.

 La violencia contra mujeres, niños y niñas es uno de ellos, y en particular la trata de personas y la explotación sexual de adolescentes, que se han incrementado en todo México, pero cuyo fortalecimiento en Tlaxcala y Puebla durante los últimos cinco años es notable.

Mientras el país pasa por momentos difíciles que mueven a la ira y la exasperación de millones ante la aparente imposibilidad de romper las redes de corrupción y protección mafiosa desde las cúpulas del poder, estos políticos se nutren de esa confusión, del enojo y la angustia social.

 Me parece que el secreto para seguir adelante es justamente no ceder ante la tentación de rendirnos por los casos concretos de impunidad, no cegarnos con el enojo.

A pesar de ello algunas cosas buenas suceden en México. Por eso el electorado derrotó en las urnas al clan de Marín. Puebla no será la misma.
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