México

Rosca de virreyes

No es rey mago, pero habló, y para empezar el año nuevo México cuenta ya con nuevos virreyes

No es rey mago, pero habló, y para empezar el año nuevo México cuenta ya con nuevos virreyes, esto es, personajes cuyo poder sólo es superado por el del propio Felipe Calderón, quien personalmente dio a conocer —¿los primeros?— cambios en su gabinete, en donde por lo menos curricularmente los “nuevos” tienen méritos académicos, o como quien dice, sí fueron a la escuela.

Comunicaciones y Transportes, Energía y Minas y la Secretaría Particular de Los Pinos tienen ahora nuevos titulares, quienes si bien es cierto ya se venían desempeñando en otros cargos de la administración pública, ahora llegan a la categoría de virreyes en lo que será el último tramo del ¿sexenio? de Felipe Calderón, en instancias de gran importancia para el país, en donde la infraestructura carretera ha sido una de las “banderas” enarboladas por la Presidencia de la República, mientras que en Energía y Minas se custodia el otrora mayor patrimonio de los mexicanos: Pemex.

Por lo que hace la Secretaría Particular en Los Pinos, tiene un cambio más, en una responsabilidad que normalmente es muy delicada y de todas las confianzas del Ejecutivo federal, quien ahora “premia” al “bulto” que les sacó un buen susto nominándose para la presidencia de su partido (Acción Nacional) y que terminó por renunciar ante el canto de las sirenas que en aquel entonces le prometieron y por el cual ahora es recompensado.

Total, que la baraja política se extiende aún más y Felipe Calderón, quien se encuentra inmerso desde hace buen tiempo —si no es que desde siempre— en cuestiones político electorales, más que en políticas públicas de índole gubernamental, y como al parecer andan muy escasos de recursos humanos con cierta experiencia —y concha—, pues no le quedó otra que recurrir al comodín en que se encuentra convertido Juan Molinar Horcasitas para volverlo a enviar a la brega abiertamente partidista, como escudero o “banderillero” del presidente de su partido, el senador Madero, quien no ha metido ni las manos, dejando que sea en Los Pinos en donde se designe a todos sus colaboradores.

Por supuesto que el Presidente de la República está en todo su derecho de mover a las piezas de su gabinete —siempre y cuando no lo deje descobijado— y la propia Constitución se lo permite, así es que los partidos de oposición bien podrán decir misa (si quieren), acerca de los cambios realizados, pero el caso es que “los monitos” de la rosca ya salieron, y por más que quisieran oponerse, ya nada podrán hacer.

Y por lo que hace a la ciudadanía, esto es, los que pagamos la nómina, sólo nos resta esperar a que los nuevos virreyes sepan a dónde se están metiendo.
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