México
Retos de la educación en México
En fin, que el esfuerzo ahí está, los retos continúan siendo los mismos, pero antes que nada se debe de definir qué país queremos
Luego de escuchar y re escuchar las cifras ya antes oídas, leídas, investigadas o conocidas por algún otro medio, un buen número de los asistentes al foro “Retos de la Educación en México” se veían atónitos, sobre todo porque al parecer no se trataba de nada nuevo, sin embargo, las mismas son demoledoras: que si el porcentaje que se invierte en educación es menor del que aconseja la Organización de las Naciones Unidas (ONU); que si los millones de jóvenes que se quedan sin la posibilidad de continuar sus estudios se convierten en “caldo de cultivo” para la delincuencia organizada; que si de los que logran entrar a las universidades sólo 45% termina la carrera; que de los egresados muy pocos logran encontrar un empleo en la especialidad que estudiaron; que si los profesores no han sabido hacer su trabajo; que si la causa de todo tiene que ver con los liderazgos sindicales; que si “los políticos son repudiados por mediocres y ladrones”, que si, que si…
Los foristas, dos diputados federales y un senador, traían consigo suficiente información, de ésa que normalmente se le denomina oficial, lo que en un momento dado puede ser sinónimo de desconfianza.
Al respecto, el diputado Gustavo González (PAN) focalizó su participación en la necesidad de aportar más presupuesto a la ciencia, para que a su vez ésta otorgue un valor agregado a las carreras que cuentan con este perfil. Para luego continuar con la necesidad de reorientar las carreras profesionales, a fin de evitar que al terminar las mismas, se encuentren con que no hay empleos a su alcance, lo que causa decepción y frustración. Como tercer punto, estableció la urgencia de redefinir la calidad de la educación y buscar la formación de alumnos con un pensamiento crítico. Para concluir habló de la necesidad de buscar una educación bilingüe, que permita más competitividad en un mundo global como el que se está viviendo.
Por su parte, el senador Ricardo Monreal, luego de citar algunas de las cifras ya referidas, concluyó: “Sí hay remedio, pero sólo será posible aplicarlo cuando el país se sacuda esta clase política gobernante mediocre y ladrona”.
El presidente de la Cámara de Diputados, José Carlos Ramírez, quien también abordo las abrumadoras cifras, se dijo a favor de una “reconciliación de los mexicanos”, que sea el principio del cambio, en donde todas las instituciones incluyan en sus informes el rendimiento alcanzado con lo invertido, porque ahora ya no es importante saber cuánto ganan quienes en ellas trabajan, sino cómo desquitan lo que ganan.
En fin, que el esfuerzo ahí está, los retos continúan siendo los mismos, pero antes que nada se debe de definir qué país queremos.
Los foristas, dos diputados federales y un senador, traían consigo suficiente información, de ésa que normalmente se le denomina oficial, lo que en un momento dado puede ser sinónimo de desconfianza.
Al respecto, el diputado Gustavo González (PAN) focalizó su participación en la necesidad de aportar más presupuesto a la ciencia, para que a su vez ésta otorgue un valor agregado a las carreras que cuentan con este perfil. Para luego continuar con la necesidad de reorientar las carreras profesionales, a fin de evitar que al terminar las mismas, se encuentren con que no hay empleos a su alcance, lo que causa decepción y frustración. Como tercer punto, estableció la urgencia de redefinir la calidad de la educación y buscar la formación de alumnos con un pensamiento crítico. Para concluir habló de la necesidad de buscar una educación bilingüe, que permita más competitividad en un mundo global como el que se está viviendo.
Por su parte, el senador Ricardo Monreal, luego de citar algunas de las cifras ya referidas, concluyó: “Sí hay remedio, pero sólo será posible aplicarlo cuando el país se sacuda esta clase política gobernante mediocre y ladrona”.
El presidente de la Cámara de Diputados, José Carlos Ramírez, quien también abordo las abrumadoras cifras, se dijo a favor de una “reconciliación de los mexicanos”, que sea el principio del cambio, en donde todas las instituciones incluyan en sus informes el rendimiento alcanzado con lo invertido, porque ahora ya no es importante saber cuánto ganan quienes en ellas trabajan, sino cómo desquitan lo que ganan.
En fin, que el esfuerzo ahí está, los retos continúan siendo los mismos, pero antes que nada se debe de definir qué país queremos.
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