México
Retorno a la formalidad
Las estadísticas han acumulado cifras sin precedente. Aceptemos a 2011 como un año incierto y plagado de peligros, como lo fue el anterior
En varios estados habrá renovación de poderes, destacando por su importancia poblacional y económica el Estado de México -donde se apunta candidatura del aún diputado Alejandro Encinas, estimado como decisivo para la postulación del aún gobernador, Enrique Peña Nieto, a la Presidencia de la República.
Los próximos cambios incluyen dirigencias en los partidos: Revolucionario Institucional –PRI- y Revolución Democrática –PRD- que, sin duda, influirán en el destino de las elecciones a celebrarse el primer domingo de 2012.
En esa perspectiva, la violencia y la comunicación serán determinantes. La primera pesa en el ánimo de las poblaciones urbana y campesina, la segunda es guía para el comportamiento idealmente propositivo. Sin embargo, las referencias diarias saturan cuadrantes y aumentan la inquietud. Congruencia y reflexión son metas a seguir en el curso del presente, considerando referentes pasados y proyectos para el futuro.
Los efectos de la democracia han multiplicado las posturas, mas no siempre los proyectos, exhibiendo división inquietante que deriva en anarquía y potencial violencia por falta de propuestas claras y definitivas para los jóvenes a quienes impulsa hacia senderos de apariencia fácil y en algunos casos trágica. En este ambiente, la democracia apunta con solidez al proceso electoral de respetuoso ajuste a las decisiones en las urnas bajo la supervisión y el control del Instituto Federal Electoral (IFE).
Las estadísticas han acumulado cifras sin precedente. Aceptemos a 2011 como un año incierto y plagado de peligros, como lo fue el anterior; que sólo la voluntad de aprecio a los valores sociales logrará la armonía. De no ser así habrá pérdida y mayor rezago en el concurso internacional, influido de cambio tecnológico constante.
Larga es la lista de antecedentes, prioridades y oportunidades en cada persona, familia, empresa, partido político y gobierno. Es inútil su mención, pues siempre será incompleta para ofrecer la “receta” precisa y objetiva de cada caso: deber, derecho, decisión y capacidad particular.
La comprensión cabal de nuestra circunstancia nos conducirá a precisar objetivos particulares y procurar la conducta segura y sin desviaciones, antes de caer en el pantanoso riesgo de tentaciones y finalmente mayores problemas. Esto es, tolerancia nutrida por la prudencia.
La pérdida de vidas es irremediable fenómeno que conlleva al cuidado reflexivo. El reto es precaver desde la comunicación entre los miembros de la familia, desde una simple infracción en el tránsito urbano hasta la exigencia de orden y respeto a todos los integrantes de la comunidad.
Dios nos guarde de la discordia.
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