México
Renaut, Renave y rechazo
Lo que marcó diferencia fue la decisión del Senado de la República, al negar prórroga de un año
La costumbre manda y se convierte en ley. Dejar para mañana lo que no quieras hacer hoy, y cumplir con las obligaciones el último día, abren espacio de incumplimiento a normas y reglamentos con la esperanza fundada de que la autoridad perdonará culpas y sanciones por rezagos.
El registro denominado Renaut transcurrió al amparo de la expectativa de trasladar su obligatoriedad al año 2011 o finalmente suspenderlo, aduciendo incongruencia al objetivo de reducir ilícitos. Algo similar ocurrió hace años con el Registro Nacional de Vehículos (Renave).
El Senado marcó un precedente al rechazar la iniciativa de prórroga exhibida por la Cámara de Diputados, por encima de intereses y compromisos que afloraron y exhibirán su origen en las decisiones políticas. De esto no hay duda.
La decisión del Senado merece admiración, aunque sólo signifique cumplimiento con su deber de ratificar el criterio definido con un año de antelación. ¿Será esto propósito de ganar el respeto ciudadano y autonomía como lo señala la Constitución? ¿Será inicio de organización, orden y responsabilidad en los tres Poderes de la Unión?
En todo caso habrá de esperarse reacciones igualmente responsables de los otros poderes. En primer lugar de la Cámara de Diputados actualmente presidida por el jalisciense, abogado, ex presidente municipal y gobernador Francisco Ramírez Acuña. Otro tanto de la cuestionada Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde figura el ministro Sergio Aguirre.
Si la autonomía de poderes se hace realidad, derivará a los otros niveles de Gobierno y se estará integrando el principio de autonomía propio del Federalismo; hecho de incuestionable trascendencia para el fortalecimiento institucional del país. Por esto, el rechazo al Renaut tiene valor sustancial en la vida política de México, independientemente del desenlace a la vista de días próximos.
Dios nos guarde de la discordia.
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