México
Remembranzas
¿Se lamentaban los triunfadores por las difíciles condiciones que deberían enfrentar, luego de tantos años de ser oposición frustrada?
Fue un día de atmósfera contaminada por los festejos de año nuevo y muy agridulce en la escena política ¿Se alegraban los perdedores por poner en el escaparate a los triunfadores en un trienio pre electoral a la gubernatura y a la presidencia?
¿Se lamentaban los triunfadores por las difíciles condiciones que deberían enfrentar, luego de tantos años de ser oposición frustrada?
El inicio de las respectivas gestiones era otra fuente de expectativas.
¿Habría aprovechado el partido vencido tan larga tregua para recapacitar, formar nuevos cuadros, superar rezagos históricos y sorprender a la ciudadanía con gobiernos de primer nivel, de acción inmediata y resultados reales?
Luego de 12 meses de gestión, como en cascada, se vinieron los informes municipales, y la ciudadanía interesada aguardaba con renovada expectación el contenido de éstos, pues todo mundo se preguntaba, pero ¿qué van a informar?
Desde luego uno de los datos más evidentes ha sido la desigualdad de resultados entre alcaldes del mismo partido, y la posibilidad de que éstos informaran más bien de lo que no hicieron, y fue exitoso, que de lo que hicieron, que no ha sido detectable en igual grado.
Lo que sí ha visto la ciudadanía con bastante frecuencia es la apuesta pirata a la mercadotecnia demagógica que a elevados costos paga la misma ciudadanía en radio, televisión y todo tipo de recursos publicitarios donde políticos, partidos e instituciones se anuncian como si fuesen el coche más estupendo del año cuando que no son sino la carcacha de siempre.
Sobre la gestión del Congreso en su primer año, el juicio de la comunidad es unánime: que lo clausuren por tiempo indefinido y lo supla un equipo de especialistas que cobren según sus resultados y no requieran de tantos asesores, medida que adicionalmente nos ahorraría el estarlos viendo tan dedicados a perder el tiempo y a presumir el sueldo que inmoralmente se adjudican.
Cierto que la esperanza muere al último, y gobiernos anteriores pusieron la muestra de que las acciones públicas deben acumularse, junto con el gasto, para dispararlas abrumadoramente en vísperas de elecciones, medida que resulta mercadotécnicamente muy efectiva, por más que sea ruinosa para la ciudad y sus habitantes.
Por lo mismo cabe esperar que a partir de este año, acaso el último de varios alcaldes, pues ha sido también ejemplo anterior el dejar el cargo a los dos años para lanzarse en busca del siguiente trapecio, se desencadene una impresionante cantidad de obras sin ton ni son para cautivar al ingenuo votante, cautivo como está de la dictadura de los partidos.
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