México

Reforma de Legionarios de Cristo avanza entre dudas y éxodo

En julio próximo vencerá el mandato de tres años como interventor conferido por Joseph Ratzinger a De Paolis y tocará entonces a Jorge Mario Bergoglio decidir si se lo renueva

CIUDAD DEL VATICANO (28/MAY/2013).- Los Legionarios de Cristo avanzan en su reforma interna con el fin de redactar nuevos estatutos, sin prestar mucha atención a un sostenido éxodo de miembros, un 20 por ciento de los cuales abandonaron la obra en los últimos cuatro años.

Desde finales de 2008 unos 123 sacerdotes dejaron de manera definitiva la congregación, mientras otros 48 están fuera de sus comunidades en diversos periodos de discernimiento.

Si se considera que, por experiencia, la mayoría de esos clérigos "exclaustrados" no regresarán a su vida comunitaria, el número de bajas ascendería a 171.

Una cifra destinada a aumentar si se toma en cuenta que la estadística más actualizada data del 31 de diciembre de 2012 y no incluye los primeros meses de 2013.

De hecho la crisis de crecimiento de la Legión entre 2008 y 2012 se ha manifestado prácticamente en todos sus niveles de formación, incluidos los alumnos en centros vocacionales, los religiosos y los novicios.

Se trata de una crisis que ha coincidido con los años más difíciles de la congregación, afectada por profundas turbulencias internas y externas producto de los escándalos ligados a su fundador, el drogadicto y abusador de menores Marcial Maciel Degollado.

Mientras a finales de 2008 el número total de integrantes de los Legionarios de Cristo era de tres mil 389, a inicios de este año era de dos mil 830, unos 559 menos. Si a éstos se le restaran 48 "exclaustrados", los integrantes reales serían dos mil 782.

Pero estos no son números absolutos y deben ser analizados en contexto. Cada año los legionarios llevan adelante varios procesos de reclutamiento en diversos países del mundo y acogen, en promedio, unos 100 novicios en sus diversas comunidades.

Los datos a disposición no muestran un aumento de vocaciones, sino todo lo contrario, un significativo decrecimiento. Eso indica que, con toda probabilidad, son más de mil los miembros que han abandonado la obra en apenas cuatro años.

Por ejemplo, en 2009 los alumnos en centros vocacionales eran mil 127 mientras, a finales de 2012, habían bajado a 945. Algo similar ocurrió con los religiosos y novicios (seminaristas) que pasaron de mil 459 en 2008 a 932 al comenzar 2013.

Aunque esas bajas son significativas, se debe apuntar que resulta común para las congregaciones religiosas, por diversas razones, registrar un flujo variable de ingresos y egresos a lo largo del tiempo de formación.

Sin embargo, el caso de los Legionarios de Cristo es particular, casi único. Ya desde la década de los años 90 su crecimiento era sostenido, sus números se mantenían e incrementaban año con año.

En 1996 tenían 101 casas, mil 67 seminaristas y 343 sacerdotes. Un lustro más tarde las casas eran 104, los seminaristas mil 304 y los sacerdotes 435.

De ahí en más, cada año los seminaristas se mantenían e incrementaban levemente hasta alcanzar el máximo histórico de mil 459 en 2009, mientras el número de los sacerdotes registraba incrementos sostenidos.

De 2008 a 2012, se ordenaron 262 sacerdotes en las ceremonias que cada diciembre la congregación organiza en Roma (44 en 2012; 49 en 2011; 61 en 2010; 59 en 2009 y 49 en 2008).

Pese a todas las dificultades el número global de legionarios sigue siendo alto, en comparación con otras órdenes religiosas históricas y tradicionales en la Iglesia, como los jesuitas, los dominicos o los franciscanos.

Pero aún así, la crisis en los Legionarios de Cristo de los últimos cinco años todavía no ha sido asimilada del todo.

"Se viene una nueva ola de deserciones entre los inconformes", dijo un sacerdote que dejó la congregación hace unos meses.

Mientras, los números desfavorables han obligado a los directivos a ordenar la fusión de comunidades y al cierre de emblemáticas casas. En apenas tres años los centros de formación pasaron de 128 a 109.

Venta de escuelas en diversos países, cierre de obras apostólicas, cesión de medios informativos y remate de instalaciones son parte de un notable proceso de repliegue que no ha podido ser frenado por el cardenal Velasio De Paolis, el delegado pontificio nombrado por el Papa Benedicto XVI en 2010 para guiar la reforma interna.

El mismo purpurado presentó el lunes los resultados de su trabajo al Papa Francisco, durante una larga audiencia privada en El Vaticano.

En julio próximo vencerá el mandato de tres años como "interventor" que le había conferido Joseph Ratzinger a De Paolis y tocará entonces a Jorge Mario Bergoglio decidir si se lo renueva o no.  
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