México
Propicia crimen organizado retrocesos en derechos humanos: Soberanes
El presidente de la CNDH señaló “un franco retroceso en temas como la tortura, las desapariciones forzadas, los homicidios y los secuestros
CNDH), José Luis Soberanes, reconoció que el crimen organizado, el narcotráfico y la inseguridad pública han propiciado en México violaciones a derechos "muy fuertes", lo que es un retroceso en el respeto a las garantías individuales.
A unas horas de que comparezca por última vez ante el Congreso de la Unión luego de nueve años de presidir la CNDH, Soberanes Fernández señaló avances en materia de garantías individuales, sin embargo advirtió: aún hay retrocesos alarmantes.
Consideró que ha habido avances como en la libertad de expresión y en la democracia, pero "hay otros en que ha habido un franco retroceso" como la tortura, las desapariciones forzadas, los homicidios y los secuestros.
En entrevista, el ombudsman nacional reconoció que su labor al frente de la CNDH no ha sido fácil y que las relaciones con las instancias federales han sido "ríspidas".
Sin embargo, indicó que la transición democrática y la llegada de un partido diferente al poder no sólo fue un parteaguas para la democracia, sino para la materia de derechos humanos en el país.
Subrayó que los logros en materia legislativa no serán suyos, pues hay temas pendientes que no le tocarán, no obstante aclaró que no bajará la guardia.
Soberanes Fernández está a 10 meses de dejar la institución que presidió durante nueve años y que enfrentó temas tan controversiales como los registrados en Pasta de Conchos.
También enfrentó el caso de Ernestina Ascencio y las agresiones por militares en Tamaulipas, Michoacán y Sonora; Soberanes destacó la lucha contra el crimen organizado al señalarla como el "gran problema" de hoy.
Lamentó que la impunidad, el crimen, el narcotráfico y la delincuencia se apoderen de la agenda nacional, pues "pervierte en cierto sentido la función del Estado" al hacer que éste centre todos sus recursos en su combate.
Satisfecho por su labor al frente de la CNDH, Soberanes no escatimó en decir que los casi dos lustros que presidió la comisión fueron "años complejos, años muy ricos en experiencias", tras los cuales "me voy satisfecho". Sigue Propicia... dos... satisfecho
Refirió que los desencuentros con instancias federales, entre ellas la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), son reflejo "de que hacemos bien nuestro trabajo", de ahí "que nuestra relación es ríspida".
A su parecer los logros importantes en materia de derechos humanos aún están por llegar, sobre todo en los temas legislativos, porque es necesario lograr que la CNDH pueda interponer controversias constitucionales.
"Esto es algo que nos preocupa, porque no tenemos forma de defender nuestra autonomía", a esto se suma la urgencia de que los servidores públicos que no aceptan las recomendaciones den cuenta al Legislativo, explicó.
"Si un servidor público rechaza una recomendación está bien, está en su derecho de rechazarla, pero que rinda cuentas al Congreso de por qué lo hizo, que dé una explicación al Congreso".
Soberanes Fernández aseveró que a una década de iniciar su labor como ombudsman nacional la relación con el Ejército aún no es fácil, pero ha aceptado las recomendaciones emitidas.
"Todas las recomendaciones fueron aceptadas por el Ejército", aunque no ha sido, precisamente, un "baile de salón", dice.
Para el ombudsman los días en que la CNDH hacía "el trabajo sucio al gobierno" ya pasaron, aunque su principal error en estos nueve años es no haber sido "correctamente político".
No obstante, aclaró que no bajará la guardia en los 10 meses que le quedan al frente del órgano autónomo, ya que entre sus pendientes está lograr que la nueva legislatura integre a su agenda el tema de los derechos humanos.
También que se integre la discusión del tema del rango constitucional que tienen los tratados internacionales.
Soberanes recordó los años en que el trabajo de la comisión era subordinado, por depender de Gobernación; incluso "cuando llegué aquí encontré que varios expedientes habían sido perdidos, entre comillas, y que tenían que ver con asuntos muy delicados", dijo.
Sin embargo, la transición, el arribo de un partido diferente al poder, ayudó a entablar otro nivel de diálogo, admitió.
No obstante, lamentó que en 2000 el gobierno federal hablara de un compromiso con los derechos humanos que nunca llegó y sí por el contrario que hubiera ataques a la comisión.
Aun así reconoció que la transición democrática en 2000 no sólo fue un parteaguas para la historia del país sino para la misma defensa de los derechos humanos.
Luego el gobierno de Felipe Calderón, abundó, tuvo "una entrada muy difícil" ante la diversidad de problemas serios en que encontró el país, sin embargo es hora de que la administración defina su política de derechos humanos.
Negó que en estos nueve años hubiera un distanciamiento entre la CNDH y organizaciones no gubernamentales (ONG), pues el trato "fue equitativo" e incluyente.
"Siempre hemos estado abiertos a ellas, siempre hemos estado con la posibilidad de trabajar", por lo que calificó como un exceso y error reducir el concepto de ONG a 10 o 12 instituciones cuando se tiene un registro de más de mil.
Aseguró que el informe del miércoles ante los legisladores del Congreso de la Unión es breve, y se centra en seguridad pública y las consecuencias que esto tiene para los derechos humanos.
El funcionario rechazó que como ombudsman nacional se haya sentido amenazado por realizar su trabajo, ya que nunca ha recibido una amenaza, ni él ni su familia.
Por ello, una vez concluida su labor en la CNDH en noviembre próximo, regresará a su cubículo de la UNAM, "es donde tengo mi plaza y tengo licencia hasta el 16 de noviembre próximo", en tanto que "mientras tenga capacidades seguiré trabajando".
CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (
A unas horas de que comparezca por última vez ante el Congreso de la Unión luego de nueve años de presidir la CNDH, Soberanes Fernández señaló avances en materia de garantías individuales, sin embargo advirtió: aún hay retrocesos alarmantes.
Consideró que ha habido avances como en la libertad de expresión y en la democracia, pero "hay otros en que ha habido un franco retroceso" como la tortura, las desapariciones forzadas, los homicidios y los secuestros.
En entrevista, el ombudsman nacional reconoció que su labor al frente de la CNDH no ha sido fácil y que las relaciones con las instancias federales han sido "ríspidas".
Sin embargo, indicó que la transición democrática y la llegada de un partido diferente al poder no sólo fue un parteaguas para la democracia, sino para la materia de derechos humanos en el país.
Subrayó que los logros en materia legislativa no serán suyos, pues hay temas pendientes que no le tocarán, no obstante aclaró que no bajará la guardia.
Soberanes Fernández está a 10 meses de dejar la institución que presidió durante nueve años y que enfrentó temas tan controversiales como los registrados en Pasta de Conchos.
También enfrentó el caso de Ernestina Ascencio y las agresiones por militares en Tamaulipas, Michoacán y Sonora; Soberanes destacó la lucha contra el crimen organizado al señalarla como el "gran problema" de hoy.
Lamentó que la impunidad, el crimen, el narcotráfico y la delincuencia se apoderen de la agenda nacional, pues "pervierte en cierto sentido la función del Estado" al hacer que éste centre todos sus recursos en su combate.
Satisfecho por su labor al frente de la CNDH, Soberanes no escatimó en decir que los casi dos lustros que presidió la comisión fueron "años complejos, años muy ricos en experiencias", tras los cuales "me voy satisfecho". Sigue Propicia... dos... satisfecho
Refirió que los desencuentros con instancias federales, entre ellas la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), son reflejo "de que hacemos bien nuestro trabajo", de ahí "que nuestra relación es ríspida".
A su parecer los logros importantes en materia de derechos humanos aún están por llegar, sobre todo en los temas legislativos, porque es necesario lograr que la CNDH pueda interponer controversias constitucionales.
"Esto es algo que nos preocupa, porque no tenemos forma de defender nuestra autonomía", a esto se suma la urgencia de que los servidores públicos que no aceptan las recomendaciones den cuenta al Legislativo, explicó.
"Si un servidor público rechaza una recomendación está bien, está en su derecho de rechazarla, pero que rinda cuentas al Congreso de por qué lo hizo, que dé una explicación al Congreso".
Soberanes Fernández aseveró que a una década de iniciar su labor como ombudsman nacional la relación con el Ejército aún no es fácil, pero ha aceptado las recomendaciones emitidas.
"Todas las recomendaciones fueron aceptadas por el Ejército", aunque no ha sido, precisamente, un "baile de salón", dice.
Para el ombudsman los días en que la CNDH hacía "el trabajo sucio al gobierno" ya pasaron, aunque su principal error en estos nueve años es no haber sido "correctamente político".
No obstante, aclaró que no bajará la guardia en los 10 meses que le quedan al frente del órgano autónomo, ya que entre sus pendientes está lograr que la nueva legislatura integre a su agenda el tema de los derechos humanos.
También que se integre la discusión del tema del rango constitucional que tienen los tratados internacionales.
Soberanes recordó los años en que el trabajo de la comisión era subordinado, por depender de Gobernación; incluso "cuando llegué aquí encontré que varios expedientes habían sido perdidos, entre comillas, y que tenían que ver con asuntos muy delicados", dijo.
Sin embargo, la transición, el arribo de un partido diferente al poder, ayudó a entablar otro nivel de diálogo, admitió.
No obstante, lamentó que en 2000 el gobierno federal hablara de un compromiso con los derechos humanos que nunca llegó y sí por el contrario que hubiera ataques a la comisión.
Aun así reconoció que la transición democrática en 2000 no sólo fue un parteaguas para la historia del país sino para la misma defensa de los derechos humanos.
Luego el gobierno de Felipe Calderón, abundó, tuvo "una entrada muy difícil" ante la diversidad de problemas serios en que encontró el país, sin embargo es hora de que la administración defina su política de derechos humanos.
Negó que en estos nueve años hubiera un distanciamiento entre la CNDH y organizaciones no gubernamentales (ONG), pues el trato "fue equitativo" e incluyente.
"Siempre hemos estado abiertos a ellas, siempre hemos estado con la posibilidad de trabajar", por lo que calificó como un exceso y error reducir el concepto de ONG a 10 o 12 instituciones cuando se tiene un registro de más de mil.
Aseguró que el informe del miércoles ante los legisladores del Congreso de la Unión es breve, y se centra en seguridad pública y las consecuencias que esto tiene para los derechos humanos.
El funcionario rechazó que como ombudsman nacional se haya sentido amenazado por realizar su trabajo, ya que nunca ha recibido una amenaza, ni él ni su familia.
Por ello, una vez concluida su labor en la CNDH en noviembre próximo, regresará a su cubículo de la UNAM, "es donde tengo mi plaza y tengo licencia hasta el 16 de noviembre próximo", en tanto que "mientras tenga capacidades seguiré trabajando".
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