México
Presenta PRD decálogo para gobiernos perredistas
Se pretende refrendar objetivos, principios y pautas de comportamiento con una orientación de izquierda
PRD),
Jesús Ortega Martínez, presentó el “Decálogo del buen gobierno” de las administraciones perredistas.
En el marco de la Reunión Nacional de Autoridades Locales del partido del sol azteca, denominada “El modo perredista de gobernar”, indicó que se pretende refrendar objetivos, principios y pautas de comportamiento con una orientación de izquierda, que los gobernantes electos y funcionarios asuman como ética pública.
En su mensaje precisó que dentro del “decálogo” de 18 puntos se establece que el buen gobierno impulsa la democracia, en la cual todos son iguales ante la ley y se actúa con estricto apego a la legalidad y con imparcialidad, además de vigilar que se respeten los derechos fundamentales de las personas.
Asimismo, señala que un buen gobierno promueve la actuación íntegra de sus funcionarios, combate a la corrupción y el abuso de la función pública y resuelve los asuntos con base en el interés general.
Ortega Martínez aseguró que los gobiernos deben usar racionalmente los recursos financieros, humanos y materiales a su alcance; proveer a la comunidad de obras y servicios públicos de calidad, y organizar a la administración por un mejor trabajo y menor costo para los ciudadanos.
Por ello, refirió, está obligado a llevar a cabo una efectiva rendición de cuentas e imponer a los funcionarios el deber de transparentar su actuación, a fin de mostrar que sus decisiones se apegan a las leyes y normas vigentes.
En el decálogo se establece que los gobiernos deben aplicar una política de austeridad, para que los salarios de sus funcionarios sean justos, equitativos y coherentes con la responsabilidad y actividad desempeñada.
En el texto también se establece que los gobiernos han de reconocer las diversas identidades y la pluralidad social, además de construir amplios consensos y acuerdos con y entre los ciudadanos, como el medio más afectivo para lograr la gobernabilidad democrática y una sociedad cohesionada.
Finalmente puntualizó que los buenos gobiernos están llamados a defender los principios del Estado laico y las instituciones, la libertad de cultos, la educación pública laica y la libertad de conciencia para toda persona, así como a impulsar el laicismo no antirreligioso y el respeto de todos los credos.
CIUDAD DE MÉXICO (22/AGO/2010).- El presidente del Partido de la Revolución Democrática (
En el marco de la Reunión Nacional de Autoridades Locales del partido del sol azteca, denominada “El modo perredista de gobernar”, indicó que se pretende refrendar objetivos, principios y pautas de comportamiento con una orientación de izquierda, que los gobernantes electos y funcionarios asuman como ética pública.
En su mensaje precisó que dentro del “decálogo” de 18 puntos se establece que el buen gobierno impulsa la democracia, en la cual todos son iguales ante la ley y se actúa con estricto apego a la legalidad y con imparcialidad, además de vigilar que se respeten los derechos fundamentales de las personas.
Asimismo, señala que un buen gobierno promueve la actuación íntegra de sus funcionarios, combate a la corrupción y el abuso de la función pública y resuelve los asuntos con base en el interés general.
Ortega Martínez aseguró que los gobiernos deben usar racionalmente los recursos financieros, humanos y materiales a su alcance; proveer a la comunidad de obras y servicios públicos de calidad, y organizar a la administración por un mejor trabajo y menor costo para los ciudadanos.
Por ello, refirió, está obligado a llevar a cabo una efectiva rendición de cuentas e imponer a los funcionarios el deber de transparentar su actuación, a fin de mostrar que sus decisiones se apegan a las leyes y normas vigentes.
En el decálogo se establece que los gobiernos deben aplicar una política de austeridad, para que los salarios de sus funcionarios sean justos, equitativos y coherentes con la responsabilidad y actividad desempeñada.
En el texto también se establece que los gobiernos han de reconocer las diversas identidades y la pluralidad social, además de construir amplios consensos y acuerdos con y entre los ciudadanos, como el medio más afectivo para lograr la gobernabilidad democrática y una sociedad cohesionada.
Finalmente puntualizó que los buenos gobiernos están llamados a defender los principios del Estado laico y las instituciones, la libertad de cultos, la educación pública laica y la libertad de conciencia para toda persona, así como a impulsar el laicismo no antirreligioso y el respeto de todos los credos.
Síguenos en