México
Preocupa en El Vaticano el robo de arte sacro en México
Los saqueos de las iglesias han obligado a que las diócesis cierren al medio día, lo que ha provocado que los feligreses se disgusten por estas medidas.
VATICANO.- En el Vaticano existe preocupación por el robo de arte sacro en México, delito que obligó a algunas diócesis a tomar medidas como cerrar las Iglesias a mediodía provocando enojo entre los feligreses.
"El problema es que los templos no tienen seguridad, no están equipados y encima están todo el día abiertos porque en realidad muchas veces se confía en la gente de la comunidad, existe demasiada ingenuidad", dijo el mexicano Miguel Ángel Reyes.
Reyes, oficial del Pontificio Consejo de la Cultura y presbítero de la arquidiócesis de Guadalajara, aseguró que el hurto de imágenes religiosas es un problema "antiguo", ligado al robo de limosnas o al saqueo de arqueología.
Afirmó que en muchas parroquias existen obras de arte de las cuales se desconoce su gran valor, de estilos barroco y colonial que atraen a los ladrones quienes principalmente buscan pinturas y esculturas de los siglo XVI y XVII.
Para el presbítero este fenómeno es además una manifestación de la falta de respeto a los lugares sagrados que se vive en la sociedad moderna mientras, en México, se ha difundido en estados como Michoacán, Jalisco, Tlaxcala, México y Puebla.
"Pastoralmente por ejemplo en Guadalajara se decidió cerrar todos los templos a mediodía con la consecuente molestia de la gente que saliendo de trabajar o del mercado querían pasar a visitar al santísimo", ponderó.
Sobre el caso del sacerdote Rolando Corona, arrestado hace días en Tlaxcala como responsable de robar seis retablos que había tomado bajo la excusa de restaurarlos pero que sustituyó por copias, el funcionario del Vaticano calificó el hecho como "grave".
Aseguró que es necesario "estar atento" porque tanto los sacristanes como los restauradores pueden ser "tentados" para cambiar originales valiosos por copias; en el caso tlaxcalteca "la Iglesia actuará como ante cualquier robo" aunque se trate de un religioso.
El Vaticano tiene una normatividad sobre este fenómeno, explicó, que indica como responsables de velar por el cuidado del patrimonio cultural de la Iglesia a las conferencias episcopales, los obispos de cada lugar.
"Se trata de un hecho grave porque según el derecho canónico una de las obligaciones del párroco cuando llega a una parroquia es responsabilizarse por que no se pierdan ni se vendan los bienes de su iglesia", estableció.
Se calcula que en la República Mexicana existen unos cuatro millones de piezas de arte sacro distribuidas en 19 mil templos, desde santuarios hasta catedrales, parroquias y capillas.
"El problema es que los templos no tienen seguridad, no están equipados y encima están todo el día abiertos porque en realidad muchas veces se confía en la gente de la comunidad, existe demasiada ingenuidad", dijo el mexicano Miguel Ángel Reyes.
Reyes, oficial del Pontificio Consejo de la Cultura y presbítero de la arquidiócesis de Guadalajara, aseguró que el hurto de imágenes religiosas es un problema "antiguo", ligado al robo de limosnas o al saqueo de arqueología.
Afirmó que en muchas parroquias existen obras de arte de las cuales se desconoce su gran valor, de estilos barroco y colonial que atraen a los ladrones quienes principalmente buscan pinturas y esculturas de los siglo XVI y XVII.
Para el presbítero este fenómeno es además una manifestación de la falta de respeto a los lugares sagrados que se vive en la sociedad moderna mientras, en México, se ha difundido en estados como Michoacán, Jalisco, Tlaxcala, México y Puebla.
"Pastoralmente por ejemplo en Guadalajara se decidió cerrar todos los templos a mediodía con la consecuente molestia de la gente que saliendo de trabajar o del mercado querían pasar a visitar al santísimo", ponderó.
Sobre el caso del sacerdote Rolando Corona, arrestado hace días en Tlaxcala como responsable de robar seis retablos que había tomado bajo la excusa de restaurarlos pero que sustituyó por copias, el funcionario del Vaticano calificó el hecho como "grave".
Aseguró que es necesario "estar atento" porque tanto los sacristanes como los restauradores pueden ser "tentados" para cambiar originales valiosos por copias; en el caso tlaxcalteca "la Iglesia actuará como ante cualquier robo" aunque se trate de un religioso.
El Vaticano tiene una normatividad sobre este fenómeno, explicó, que indica como responsables de velar por el cuidado del patrimonio cultural de la Iglesia a las conferencias episcopales, los obispos de cada lugar.
"Se trata de un hecho grave porque según el derecho canónico una de las obligaciones del párroco cuando llega a una parroquia es responsabilizarse por que no se pierdan ni se vendan los bienes de su iglesia", estableció.
Se calcula que en la República Mexicana existen unos cuatro millones de piezas de arte sacro distribuidas en 19 mil templos, desde santuarios hasta catedrales, parroquias y capillas.
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