México
Por qué no debe ir Calderón al Mundial
En la página electrónica de Presidencia se pregunta si los ciudadanos creen que Felipe Calderón debe acudir, o no, al juego inaugural mundialista en Sudáfrica
En la página electrónica de Presidencia se pregunta si los ciudadanos creen que Felipe Calderón debe acudir, o no, al juego inaugural mundialista en Sudáfrica, según el protocolo diplomático de la justa entre México y el anfitrión. ¿Debe ir o no?
Aquí creemos que no. ¿Por qué?
Primero, porque existen muchas evidencias que en eventos como ése, el poder presidencial podría ser “salitre” puro. Y no vaya a ser la de malas. Y lo que pudiera ser triunfo, se convierta en derrota. ¿Qué tal si mejor manda una mano amable? A la señora Margarita, por ejemplo.
Segundo, porque si el Presidente cree que México enfrentó no cuatro, sino cinco “Jinetes del Apocalipsis”, en congruencia debía mantener todo el peso de su gobierno sobre esos flagelos. ¿A poco no existen cosas más importantes para un presidente y su gobierno, que acudir al juego inaugural entre México y Sudáfrica?
Tercero, porque si se trata de Jinetes del Apocalipsis, seguro sobre el escritorio presidencial existen decenas de ellos, acaso más nocivos y de más antigüedad que aquellos que enumeró en su visita por Alemania. ¿Cuáles? Desempleo, educación, desigualdad, pobreza, impunidad y la escasa efectividad de sus colaboradores; además del combate a monopolios, poderes fácticos... ¿Más?
Cuarto, porque es intolerable para el ciudadano de a pie —y para toda democracia que se respete—, que una institución como la Procuraduría General de la República (PGR) compita con las procuradurías mexiquense y del Distrito Federal por el premio sexenal al mayor ridículo en una investigación que, además, ofende a todos. La procuraduría capitalina se había llevado el galardón con el grosero invento de culpables en el caso Martí. Luego disputó el trofeo la mexiquense, con el caso Paulette.
Pero con la muerte de dos estudiantes del Tec en un fuego cruzado, la PGR —y la de Nuevo León— compiten por ese vergonzoso premio. ¿Y así va a dejar las cosas Calderón? ¿Qué tal si mejor no atiende ese asuntito?
Quinto, porque si bien todo México es un país futbolero, también es cierto que para un mandatario responsable —al que una mayoría mandante entregó el mandato— es o debiera ser prioritario crear un empleo adicional, una escuela más; ganar un milímetro a los violentos y…
Sexto, porque la sensatez es virtud fundamental del ejercicio del poder. Un buen Gobierno es aplaudido por su eficacia, no por sus espectáculos. Por cierto, es probable que una encuesta seria, con rigor y método, termine por aplaudir que el Presidente asista a Sudáfrica. ¿Por qué? Porque después del pan, el mejor alimento es el circo.
En el camino
Refundarán la Legión. Es decir, repetirán la pesadilla. Sería mejor desaparecerlos junto con la memoria del “Satán de Cotija? ¿O no?
Aquí creemos que no. ¿Por qué?
Primero, porque existen muchas evidencias que en eventos como ése, el poder presidencial podría ser “salitre” puro. Y no vaya a ser la de malas. Y lo que pudiera ser triunfo, se convierta en derrota. ¿Qué tal si mejor manda una mano amable? A la señora Margarita, por ejemplo.
Segundo, porque si el Presidente cree que México enfrentó no cuatro, sino cinco “Jinetes del Apocalipsis”, en congruencia debía mantener todo el peso de su gobierno sobre esos flagelos. ¿A poco no existen cosas más importantes para un presidente y su gobierno, que acudir al juego inaugural entre México y Sudáfrica?
Tercero, porque si se trata de Jinetes del Apocalipsis, seguro sobre el escritorio presidencial existen decenas de ellos, acaso más nocivos y de más antigüedad que aquellos que enumeró en su visita por Alemania. ¿Cuáles? Desempleo, educación, desigualdad, pobreza, impunidad y la escasa efectividad de sus colaboradores; además del combate a monopolios, poderes fácticos... ¿Más?
Cuarto, porque es intolerable para el ciudadano de a pie —y para toda democracia que se respete—, que una institución como la Procuraduría General de la República (PGR) compita con las procuradurías mexiquense y del Distrito Federal por el premio sexenal al mayor ridículo en una investigación que, además, ofende a todos. La procuraduría capitalina se había llevado el galardón con el grosero invento de culpables en el caso Martí. Luego disputó el trofeo la mexiquense, con el caso Paulette.
Pero con la muerte de dos estudiantes del Tec en un fuego cruzado, la PGR —y la de Nuevo León— compiten por ese vergonzoso premio. ¿Y así va a dejar las cosas Calderón? ¿Qué tal si mejor no atiende ese asuntito?
Quinto, porque si bien todo México es un país futbolero, también es cierto que para un mandatario responsable —al que una mayoría mandante entregó el mandato— es o debiera ser prioritario crear un empleo adicional, una escuela más; ganar un milímetro a los violentos y…
Sexto, porque la sensatez es virtud fundamental del ejercicio del poder. Un buen Gobierno es aplaudido por su eficacia, no por sus espectáculos. Por cierto, es probable que una encuesta seria, con rigor y método, termine por aplaudir que el Presidente asista a Sudáfrica. ¿Por qué? Porque después del pan, el mejor alimento es el circo.
En el camino
Refundarán la Legión. Es decir, repetirán la pesadilla. Sería mejor desaparecerlos junto con la memoria del “Satán de Cotija? ¿O no?
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