México

Plan para combatir la crisis… ¿del PAN?

Tren Parlamentario por Vicente BELLO

¿Para quién, realmente, ha sido el Plan Anticrisis?, restalló la pregunta en los territorios del Congreso de la Unión. ¿Es en verdad un acuerdo nacional que favorecerá a la economía familiar y al empleo?, se preguntaba otra vez una parte de la oposición. Hacía unas horas, el planteamiento gubernamental emitido en voz de Felipe Calderón no había incluido las respuestas de cuatro requerimientos opositores:

Uno: Nada sobre la reducción del precio de las gasolinas, que, sí, congeló, pero con un precio muy por arriba del internacional, y sorprendentemente exceptuando al diesel, cuya alza seguirá cuesta arriba abriéndole más brecha a la inflación.

Dos: Nada sobre la consideración de un sector opositor de reducir impuestos —a producción y consumo—, quitando de plano el IETU y desflemando al IVA, de 15% a 10%, o cuando menos a 12%, como han hecho los españoles, los gringos, los ingleses, los alemanes, los chilenos…

Tres: Tampoco nada, en realidad, para los de hasta abajo: los micro empresarios. Calderón sólo ha hecho mención expresa de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que para los efectos de su personalidad jurídica son las empresas que tienen entre 15 y mil empleados.

Y cuatro: nada respecto de la disminución de sueldos y salarios en el primer círculo burocrático de la administración federal.

Las cifras y cantidades de Calderón bailotearon todo el día en San Lázaro y Xicoténcatl. Desde la óptica del Presidente, este Plan Anticrisis deberá erigirse en un muro de contención para el empleo. Y para que de allí comiencen a asirse las pequeñas y medianas empresas.

Unos 120 mil millones de pesos —había reforzado Hacienda el discurso de los 60 mil millones de pesos de Calderón, al mediodía— “impactarán” en el país bajo el emblema del Plan Anticrisis. Y, metiéndose por el arbolerío, el Presidente se había puesto a decir cómo ese dinero proveniente en su mayoría de excedentes petroleros, estaría reforzando a la economía de los próximos meses.

No iba muy lejos cuando los troyanos lo alcanzaron. PRD, PT, PC y PRI —en conferencias y en la tribuna de la Comisión Permanente— juzgaron que el Plan de Calderón es “insuficiente” y que soslayó a los más de tres millones de microempresas del país. Este dicho fue apuntalado minutos después por gente de cámaras empresariales como la de Comercio, Servicios y Turismo, y la del Transporte.

Javier González Garza, presidente de la Junta de Coordinación Política en San Lázaro, daba ayer una asegundada a Calderón, a cuyo Plan le pasó la quilla y el arado entero: “Qué bueno que hay alguna intención, cuando menos, de enfrentar la situación”. Pero volvía a tildarlo de “insensible” y de hacer declaraciones “desastrosas”. Insensible, porque antes de congelar los precios de las gasolinas debió antes reducir precios, como ocurrió en el resto de los países.
En la tribuna de la Permanente, el senador priista Ramiro Hernández García exhortaba al Gobierno de Calderón a escuchar con sensibilidad a los camaroneros, que ayer engrosaban sus filas al sumarse más pescadores al paro, en reclamo al alza incesante del diesel. Y decía: “En Estados Unidos, la gasolina magna era de 10.85 pesos por litro y ya bajó a 6.18; en México —luego de 36 aumentos semanales— estaba en 7.24, y se fue a 7.64. La Premium casi aumentó 10% en México.

Algo no había dejado claro Felipe Calderón. El diesel. Y Hacienda le corregía la plana, minutos después: se congelarán los precios de la Magna y la Premium —sin reducción, claro—, pero nunca el del diesel, que allá por julio su precio actual sumará 1.25 pesos más.

El Senado avisó que el miércoles próximo comparecerán ante los suyos los secretarios de Hacienda, de Energía y el director general de Pemex. Deberán responder sobre los precios de las gasolinas. Nadie asegura, sin embargo, que la tríada de funcionarios vaya a informar sobre los costos reales de la producción de gasolinas y diesel, y del precio de importación.

Esperaban los priistas que Calderón informara del lugar y fecha de inicio de la construcción de la nueva refinería. Y tampoco. Un común denominador prevaleció en las declaraciones de priistas, perredistas —con excepciones como Carlos Navarrete, quien de plano felicitó a Calderón por un Plan inspirado por el PRD, decía—, petistas y pcedistas: la cautela. Y es que temen que el PAN comience a utilizar el Plan para presionar a la ciudadanía a que vote por sus candidatos en julio. De ello, este miércoles ha vuelto a insistir, por ejemplo, la diputada Beatriz Pagés.
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