México
Peregrinos en Ecatepec retornan a casa, felices y satisfechos
La gente estuvo feliz de ver al Papa Francisco, saludarlo e incluso lloraron de alegría al verlo
Papa Francisco con miles de mexicanos, en la misa celebrada este domingo en el predio llamado El Caracol en
Ecatepec, Estado de México.
La gente, que llegó a este lugar procedente de muchas partes del país y que soportó bajas temperaturas, se retiró a casa satisfecha y feliz, luego de haber estado presente en esta histórica misa presidida por el líder de la Iglesia Católica.
Frases como: "Lo vi", "Lo vi muy de cerca", "Me saludó", "Lloré de alegría al verlo", o "Fue increíble", fueron las que más se escucharon, al retorno de las personas que eran esperadas por un centenar de autobuses estacionados a la orilla de la avenida Texcoco-Lechería.
Jóvenes, niños, adultos y ancianos caminaron, hasta esta avenida, donde también se encontraba el puesto de socorro número seis, cargando chamarras, cobijas, mochilas, soportando ahora los rayos del sol, pero nadie se quejaba.
Al contrario, algunos seguían echando porras y poco a poco los autobuses se fueron llenando y comenzaron a dirigirse a sus respectivos destinos.
Finalmente, elementos de la Policía Municipal, Bomberos de Ecatepec y las brigadas voluntarias, señalaron que la organización en este punto estuvo al ciento por ciento y sin novedad.
ECATEPEC, ESTADO DE MÉXICO (14/FEB/2016).- Rostros llenos de alegría y esperanza son los que se vieron minutos después del encuentro que tuvo el
La gente, que llegó a este lugar procedente de muchas partes del país y que soportó bajas temperaturas, se retiró a casa satisfecha y feliz, luego de haber estado presente en esta histórica misa presidida por el líder de la Iglesia Católica.
Frases como: "Lo vi", "Lo vi muy de cerca", "Me saludó", "Lloré de alegría al verlo", o "Fue increíble", fueron las que más se escucharon, al retorno de las personas que eran esperadas por un centenar de autobuses estacionados a la orilla de la avenida Texcoco-Lechería.
Jóvenes, niños, adultos y ancianos caminaron, hasta esta avenida, donde también se encontraba el puesto de socorro número seis, cargando chamarras, cobijas, mochilas, soportando ahora los rayos del sol, pero nadie se quejaba.
Al contrario, algunos seguían echando porras y poco a poco los autobuses se fueron llenando y comenzaron a dirigirse a sus respectivos destinos.
Finalmente, elementos de la Policía Municipal, Bomberos de Ecatepec y las brigadas voluntarias, señalaron que la organización en este punto estuvo al ciento por ciento y sin novedad.
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