México
Peor sismo del siglo para Baja California
El movimiento telúrico también es el segundo más intenso de la década en México, de acuerdo al Servicio Sismológico Nacional
CIUDAD DE MÉXICO.- El del domingo pasado es el terremoto más fuerte ocurrido en Baja California, al menos desde 1910, año en el que se fundó la red sismológica nacional y en el que el Servicio Sismológico Nacional (SSN) comenzó a hacer registros sobre los movimientos telúricos en México.
También es el segundo más intenso de la década en el país, de acuerdo a los registros del Servicio Sismológico Nacional. Al del domingo pasado sólo lo supera el ocurrido en Colima la noche del 21 de enero de 2003, que tuvo una intensidad de 7.6 grados Richter.
“Hacía mucho que no había un temblor en esta zona de tal magnitud”, dijo el director del SSN, Carlos Valdés González, quien subrayó que sólo en 1915; 1934; 1940 y 1979 se había presentados movimientos telúricos de entre 7.0 y 7.1 grados en la escala de Richter.
El terremoto más potente que padeció el país ocurrió en Jalisco en 1932 y fue de 8.2 grados en la escala Richter, aunque el más devastador fue el de 8.1 grados ocurrido en 1985 y que dejó unos 10 mil muertos, afectando principalmente la Ciudad de México.
Valdés González dijo que no es raro que se presenten sismos en Baja California, ya que es una zona muy activa, aunque apuntó que la zona con mayor actividad sísmica se encuentra al sur del Océano Pacífico, desde Jalisco hasta Chiapas.
El del domingo también fue el sismo más intenso del año e incluso de la década, anterior a este sólo se había presentado tres movimiento telúricos superiores a los 5.0 grados Richter, dos en Chiapas y uno en Puerto Escondido, Oaxaca.
“La tierra se está acomodando un poquito”
El Presidente Felipe Calderón visitó el Ejido El Faro, lugar del epicentro, para ofrecer apoyo a los afectados por el temblor, que dejó dos víctimas mortales.
Mientras el Mandatario recorría la zona una mujer grito: “Está temblando”, Calderón para intentar calmarla dijo: “Estamos en un lugar seguro, pero parece que la tierra se está acomodando un poquito”. La réplica fue de apenas dos segundos, pero suficiente para que se preocuparan los presentes.
El Presidente ofreció levantar un censo en la comunidad para ver qué necesita cada persona, desde paredes asta viviendas completas, y prometió empleo temporal para quienes tuvieron que parar sus labores.
Entre otras cosas, los damnificados relataron cómo se agrietaron y se derrumbaron sus viviendas y explicaron que tras el temblor brotó agua y se inundaron “hasta las rodillas”.
“Tenemos miedo por las réplicas, además de que no hay drenaje y no nos podemos meter a nuestras viviendas”, dijo otra mujer.
Calderón Hinojosa dijo que no dependía de él que haya o no temblores, “pero sí está en nuestras manos minimizar los efectos”. Más tarde visitó el Hospital General de Mexicali, que presentó fisuras en sus paredes, situación por la cual médicos atendieron a los pacientes afuera del inmueble como medida preventiva.
Crónica
Hicimos una cadena de oración
Fue una de las noches más largas para los mexicalenses. Apenas regresaban de sus vacaciones de la Semana Santa y fueron recibidos por el sismo de 7.2 grados.
Los parques, estacionamientos, cocheras y el albergue en la plaza Juventud 2000 fueron el lugar ideal para pernoctar la noche del domingo para la mayoría de los habitantes de la capital bajacaliforniana.
Las más de 100 réplicas que se han presentado en el transcurso de las 15:40 horas de ayer y las 7:00 horas han marcado las ojeras y el temor de los mexicalenses que sólo recuerdan lo sucedido en febrero de 2008, cuando sacudieron esta capital más de 600 temblores en unos 15 días.
Pero ayer el sabor de boca es más amargo aun, cuando los “cachanillas” se enfrentaron a una realidad que no tenían contemplada: una de las avenidas y conexiones carreteras más importantes, como es el Río Nuevo, estaba colapsada y resguardada por elementos del Ejército que impedían el acceso a esa vía.
Allí se reventó una línea de agua potable de 20 pulgadas, debido al movimiento de la tierra que también provocó que bóveda tronara, lo que ocasionó que se inundara la colonia aledaña Agualeguas.
Los edificios del Hospital General, del IMSS, el Issstecali, los cines y comercios grandes presentaron cuarteaduras.
“El cine parecía que se nos iba a caer encima, la gente salía gritando, llorando, el sismo que duró unos 40 segundos según nos dijeron, se nos hizo eterno”, comentó Leticia Avendaño.
A su vez, Leticia Pineda, del fraccionamiento Villas de la República dijo que ella y sus vecinos durmieron en el parque.
“En la casa se cayó todo, las computadoras, televisiones, radios, el teléfono, se quebró la cristalería, pero afortunadamente sólo fue el susto. Por esa razón mis vecinos y yo preferimos quedarnos en un lugar abierto”.
Cristianos y católicos rezaban en la vía pública y hacían cadenas humanas en espera de una respuesta divina ante lo que pasaba.
“Hicimos una cadena de oración para pedirle perdón a Dios, con los vecinos de mi casa en el fraccionamiento Los Naranjos”, comentó Dionisio Pérez.
La noche fue larga para todos, cuando apenas estaban conciliando el sueño se sentía un nuevo temblor y de nuevo todos arriba, esperando que no fuera tan intenso como el del domingo a las 15:40 horas.
Jalisco no está preparado para un sismo fuerte
Jalisco no está preparado para enfrentar un sismo como el registrado en Mexicali, Baja California, opinó el diputado Sergio Chávez Dávalos, quien preside la Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil en el Congreso.
En entrevista, consideró necesario revisar la ley en la materia para realizar modificaciones y señaló que 60 municipios de la Entidad no cuentan con unidades de protección civil.
“Nuestro sistema es débil, hablando de tener una cultura de Protección Civil. Somos de los estados más equipados en todo el país y aún así carecemos de muchas cosas”.
Dijo que este año se cuenta con un presupuesto de 80 millones de pesos para la Unidad Estatal de Protección Civil, con una plantilla laboral de 300 personas entre personal administrativo y operativo.
Agregó que el titular de Protección Civil del Estado, Trinidad López Rivas, ha solicitado la posibilidad de ampliar el presupuesto para la construcción de otra unidad regional en el municipio de Talpa de Allende.
“A la pregunta específica de que si estamos preparados, puedo decir que no, porque no hay una cultura de protección civil donde se involucre desde la Secretaría de Educación Pública, donde haya voluntad de los municipios, del Gobierno del Estado en donde se garantice un Atlas de Riesgo, que es una forma básica para poder actuar en casos de emergencias”.
Chávez Dávalos consideró que es necesario revisar la Ley de Protección Civil que data de hace 17 años y sin buscar conflictos con otros preceptos constitucionales, buscar que los ayuntamientos de Jalisco tengan los instrumentos básicos de la protección civil.
Primero, explicó, se requerirá obligarlos a que respeten el Código Urbano, a que cuenten con su Atlas de Riesgo, pues no es posible que se sigan otorgando permisos de construcción en cauces naturales de arroyos o de ríos y espejos de agua, como es el caso de la zona aledaña a la Cuenca del Ahogado.
“Desgraciadamente vemos el concepto de protección civil como un carro de bomberos y que acuden cuando hay un accidentado, un incendio o un temblor. Protección civil consiste en determinar un criterio muy amplio en torno la seguridad de los ciudadanos. La Ley de Protección Civil es letra muerta en la actualidad”.
También es el segundo más intenso de la década en el país, de acuerdo a los registros del Servicio Sismológico Nacional. Al del domingo pasado sólo lo supera el ocurrido en Colima la noche del 21 de enero de 2003, que tuvo una intensidad de 7.6 grados Richter.
“Hacía mucho que no había un temblor en esta zona de tal magnitud”, dijo el director del SSN, Carlos Valdés González, quien subrayó que sólo en 1915; 1934; 1940 y 1979 se había presentados movimientos telúricos de entre 7.0 y 7.1 grados en la escala de Richter.
El terremoto más potente que padeció el país ocurrió en Jalisco en 1932 y fue de 8.2 grados en la escala Richter, aunque el más devastador fue el de 8.1 grados ocurrido en 1985 y que dejó unos 10 mil muertos, afectando principalmente la Ciudad de México.
Valdés González dijo que no es raro que se presenten sismos en Baja California, ya que es una zona muy activa, aunque apuntó que la zona con mayor actividad sísmica se encuentra al sur del Océano Pacífico, desde Jalisco hasta Chiapas.
El del domingo también fue el sismo más intenso del año e incluso de la década, anterior a este sólo se había presentado tres movimiento telúricos superiores a los 5.0 grados Richter, dos en Chiapas y uno en Puerto Escondido, Oaxaca.
“La tierra se está acomodando un poquito”
El Presidente Felipe Calderón visitó el Ejido El Faro, lugar del epicentro, para ofrecer apoyo a los afectados por el temblor, que dejó dos víctimas mortales.
Mientras el Mandatario recorría la zona una mujer grito: “Está temblando”, Calderón para intentar calmarla dijo: “Estamos en un lugar seguro, pero parece que la tierra se está acomodando un poquito”. La réplica fue de apenas dos segundos, pero suficiente para que se preocuparan los presentes.
El Presidente ofreció levantar un censo en la comunidad para ver qué necesita cada persona, desde paredes asta viviendas completas, y prometió empleo temporal para quienes tuvieron que parar sus labores.
Entre otras cosas, los damnificados relataron cómo se agrietaron y se derrumbaron sus viviendas y explicaron que tras el temblor brotó agua y se inundaron “hasta las rodillas”.
“Tenemos miedo por las réplicas, además de que no hay drenaje y no nos podemos meter a nuestras viviendas”, dijo otra mujer.
Calderón Hinojosa dijo que no dependía de él que haya o no temblores, “pero sí está en nuestras manos minimizar los efectos”. Más tarde visitó el Hospital General de Mexicali, que presentó fisuras en sus paredes, situación por la cual médicos atendieron a los pacientes afuera del inmueble como medida preventiva.
Crónica
Hicimos una cadena de oración
Fue una de las noches más largas para los mexicalenses. Apenas regresaban de sus vacaciones de la Semana Santa y fueron recibidos por el sismo de 7.2 grados.
Los parques, estacionamientos, cocheras y el albergue en la plaza Juventud 2000 fueron el lugar ideal para pernoctar la noche del domingo para la mayoría de los habitantes de la capital bajacaliforniana.
Las más de 100 réplicas que se han presentado en el transcurso de las 15:40 horas de ayer y las 7:00 horas han marcado las ojeras y el temor de los mexicalenses que sólo recuerdan lo sucedido en febrero de 2008, cuando sacudieron esta capital más de 600 temblores en unos 15 días.
Pero ayer el sabor de boca es más amargo aun, cuando los “cachanillas” se enfrentaron a una realidad que no tenían contemplada: una de las avenidas y conexiones carreteras más importantes, como es el Río Nuevo, estaba colapsada y resguardada por elementos del Ejército que impedían el acceso a esa vía.
Allí se reventó una línea de agua potable de 20 pulgadas, debido al movimiento de la tierra que también provocó que bóveda tronara, lo que ocasionó que se inundara la colonia aledaña Agualeguas.
Los edificios del Hospital General, del IMSS, el Issstecali, los cines y comercios grandes presentaron cuarteaduras.
“El cine parecía que se nos iba a caer encima, la gente salía gritando, llorando, el sismo que duró unos 40 segundos según nos dijeron, se nos hizo eterno”, comentó Leticia Avendaño.
A su vez, Leticia Pineda, del fraccionamiento Villas de la República dijo que ella y sus vecinos durmieron en el parque.
“En la casa se cayó todo, las computadoras, televisiones, radios, el teléfono, se quebró la cristalería, pero afortunadamente sólo fue el susto. Por esa razón mis vecinos y yo preferimos quedarnos en un lugar abierto”.
Cristianos y católicos rezaban en la vía pública y hacían cadenas humanas en espera de una respuesta divina ante lo que pasaba.
“Hicimos una cadena de oración para pedirle perdón a Dios, con los vecinos de mi casa en el fraccionamiento Los Naranjos”, comentó Dionisio Pérez.
La noche fue larga para todos, cuando apenas estaban conciliando el sueño se sentía un nuevo temblor y de nuevo todos arriba, esperando que no fuera tan intenso como el del domingo a las 15:40 horas.
Jalisco no está preparado para un sismo fuerte
Jalisco no está preparado para enfrentar un sismo como el registrado en Mexicali, Baja California, opinó el diputado Sergio Chávez Dávalos, quien preside la Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil en el Congreso.
En entrevista, consideró necesario revisar la ley en la materia para realizar modificaciones y señaló que 60 municipios de la Entidad no cuentan con unidades de protección civil.
“Nuestro sistema es débil, hablando de tener una cultura de Protección Civil. Somos de los estados más equipados en todo el país y aún así carecemos de muchas cosas”.
Dijo que este año se cuenta con un presupuesto de 80 millones de pesos para la Unidad Estatal de Protección Civil, con una plantilla laboral de 300 personas entre personal administrativo y operativo.
Agregó que el titular de Protección Civil del Estado, Trinidad López Rivas, ha solicitado la posibilidad de ampliar el presupuesto para la construcción de otra unidad regional en el municipio de Talpa de Allende.
“A la pregunta específica de que si estamos preparados, puedo decir que no, porque no hay una cultura de protección civil donde se involucre desde la Secretaría de Educación Pública, donde haya voluntad de los municipios, del Gobierno del Estado en donde se garantice un Atlas de Riesgo, que es una forma básica para poder actuar en casos de emergencias”.
Chávez Dávalos consideró que es necesario revisar la Ley de Protección Civil que data de hace 17 años y sin buscar conflictos con otros preceptos constitucionales, buscar que los ayuntamientos de Jalisco tengan los instrumentos básicos de la protección civil.
Primero, explicó, se requerirá obligarlos a que respeten el Código Urbano, a que cuenten con su Atlas de Riesgo, pues no es posible que se sigan otorgando permisos de construcción en cauces naturales de arroyos o de ríos y espejos de agua, como es el caso de la zona aledaña a la Cuenca del Ahogado.
“Desgraciadamente vemos el concepto de protección civil como un carro de bomberos y que acuden cuando hay un accidentado, un incendio o un temblor. Protección civil consiste en determinar un criterio muy amplio en torno la seguridad de los ciudadanos. La Ley de Protección Civil es letra muerta en la actualidad”.
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