México
¿Para quién es Campus Party?
No todos los campuseros saben lo que pueden encontrar en el evento, pero aún así lo disfrutan
GUADALAJARA, JALISCO (01/JUL/2015).- Se trata del evento de tecnología y emprendimiento más grande de México, si bien es la séptima edición que se realiza, es apenas la tercera ocasión que se lleva a cabo en la Perla Tapatía, son 20 mil las personas que visitarán este
CPMX7, pero ¿para quién es este evento?
Por los pasillos de la Expo Guadalajara, se pueden encontrar un sin fin de personajes. Uno de ellos es Manuel Juárez, estudiante de la prepa 10 que desfila por los stands en busca de 'algo', no sabe qué busca, tan sólo viene al evento porque se ganó su beca en una promoción de un medio digital.
Importante acotar que para acceder al evento era necesario adquirir la entrada que costaba $1500 (sin camping). "La verdad no sabía qué me iba encontrar aquí, pero sí me gustaría volver a venir, aunque no conozca mucho de quiénes son los conferencistas", confiesa mientras se pierde en una multitud de jóvenes que bailan al ritmo de sombreros mexicanos.
Veinte metros más adelante, nos topamos con Raúl Pérez y Laura Vázquez, estudiantes de una universidad privada, actualmente cursan la carrera de comunicación, ellos han venido las tres ocasiones y afirman que si bien hay algunas conferencias interesantes, no es el motivo principal que los trae acá, sino convivir en esta gran experiencia tecnológica, sin embargo, a la pregunta expresa ¿qué conferencia han disfrutado más?, luego de segundos titubeantes, explayan:"La del año pasado, la de El Mundo de Beakman, porque fue como volver a ser niños". Este año no se quienes son las celebridades que estarán, pero daré una vuelta para saber más".
En los 75 mil metros cuadros que engloban el Campus Party, se montaron 11 escenarios y en el área principal, se dejan ver decenas de mesas repletas de computadoras, consolas de videojuegos, en donde el común denominador en la pantalla son códigos binarios, códigos fuentes, el mundo de los programadores, esas personas que en su mayoría consiguieron su entrada pagando cada centavo que costaba.
Una de ella es Israel García, joven egresado de la UdeG, quien se confiesa un campusero de hueso colorado."Es mi tercera edición y ha valido por completo venir a Campus Party", señala. Son muchas las enseñanzas que le ha dejado el evento, ha crecido junto con el mismo, ya que en la primera edición llegó temeroso, cohibido con la expectativa de que el mundo al que entraría era inalcanzable, pero fue con las ponencias de años pasados como la de Marc Randolph fundador de Netflix, quien lo motivó a seguir con sus inquietudes y darse cuenta que sus ideas pueden y deben prosperar.
Ahora, con la experiencia acuestas y con un montón de contactos hechos a partir de Campus Party, una de sus metas a corto plazo es posicionar su empresa Dracode, conformada por un amigo y él, en el evento.
No obstante no todo lo que ocurre dentro de la Expo es para aplaudir, si bien destaca que agradece la proyección que tiene el evento y todo lo que ha aprendido, también reprocha que se deben de cuidar más la logística."No puede ser que al lado del evento principal al momento de una conferencia, hagan una activación en la cual se ponen a bailar y cantar, es una gran falta de sentido común". Además de reprobar la app de campusera, ya que ha dejado mucho que desear, aunado a eso recrimina un poco el aumento en el precio de las entradas:"Si comparamos el precio de la primera edición a ésta, se ha triplicado, en lo personal no pagaría más de tres mil pesos, a menos que me traigan personajes de la talla de Bill Gates".
Al fondo del pasillo, nos topamos con Ricardo Gutierréz, originario de Aguascalientes. Él, es estudiante en mecatrónica y ahorró por dos meses para poder alcanzar a costearse los gastos. "La verdad si está cara la entrada, pero creo que vale la pena. Me estoy quedando a dormir en la casa de unos amigos que hice por Facebook y que los conocí por medio del Campus del año pasado.
''No importa que casi no tenga que comer estos días. Sé que lo que aprenderé me dará para comer en todo mi futuro'', puntualiza.
EL INFORMADOR / HÉCTOR NAVARRO
Por los pasillos de la Expo Guadalajara, se pueden encontrar un sin fin de personajes. Uno de ellos es Manuel Juárez, estudiante de la prepa 10 que desfila por los stands en busca de 'algo', no sabe qué busca, tan sólo viene al evento porque se ganó su beca en una promoción de un medio digital.
Importante acotar que para acceder al evento era necesario adquirir la entrada que costaba $1500 (sin camping). "La verdad no sabía qué me iba encontrar aquí, pero sí me gustaría volver a venir, aunque no conozca mucho de quiénes son los conferencistas", confiesa mientras se pierde en una multitud de jóvenes que bailan al ritmo de sombreros mexicanos.
Veinte metros más adelante, nos topamos con Raúl Pérez y Laura Vázquez, estudiantes de una universidad privada, actualmente cursan la carrera de comunicación, ellos han venido las tres ocasiones y afirman que si bien hay algunas conferencias interesantes, no es el motivo principal que los trae acá, sino convivir en esta gran experiencia tecnológica, sin embargo, a la pregunta expresa ¿qué conferencia han disfrutado más?, luego de segundos titubeantes, explayan:"La del año pasado, la de El Mundo de Beakman, porque fue como volver a ser niños". Este año no se quienes son las celebridades que estarán, pero daré una vuelta para saber más".
En los 75 mil metros cuadros que engloban el Campus Party, se montaron 11 escenarios y en el área principal, se dejan ver decenas de mesas repletas de computadoras, consolas de videojuegos, en donde el común denominador en la pantalla son códigos binarios, códigos fuentes, el mundo de los programadores, esas personas que en su mayoría consiguieron su entrada pagando cada centavo que costaba.
Una de ella es Israel García, joven egresado de la UdeG, quien se confiesa un campusero de hueso colorado."Es mi tercera edición y ha valido por completo venir a Campus Party", señala. Son muchas las enseñanzas que le ha dejado el evento, ha crecido junto con el mismo, ya que en la primera edición llegó temeroso, cohibido con la expectativa de que el mundo al que entraría era inalcanzable, pero fue con las ponencias de años pasados como la de Marc Randolph fundador de Netflix, quien lo motivó a seguir con sus inquietudes y darse cuenta que sus ideas pueden y deben prosperar.
Ahora, con la experiencia acuestas y con un montón de contactos hechos a partir de Campus Party, una de sus metas a corto plazo es posicionar su empresa Dracode, conformada por un amigo y él, en el evento.
No obstante no todo lo que ocurre dentro de la Expo es para aplaudir, si bien destaca que agradece la proyección que tiene el evento y todo lo que ha aprendido, también reprocha que se deben de cuidar más la logística."No puede ser que al lado del evento principal al momento de una conferencia, hagan una activación en la cual se ponen a bailar y cantar, es una gran falta de sentido común". Además de reprobar la app de campusera, ya que ha dejado mucho que desear, aunado a eso recrimina un poco el aumento en el precio de las entradas:"Si comparamos el precio de la primera edición a ésta, se ha triplicado, en lo personal no pagaría más de tres mil pesos, a menos que me traigan personajes de la talla de Bill Gates".
Al fondo del pasillo, nos topamos con Ricardo Gutierréz, originario de Aguascalientes. Él, es estudiante en mecatrónica y ahorró por dos meses para poder alcanzar a costearse los gastos. "La verdad si está cara la entrada, pero creo que vale la pena. Me estoy quedando a dormir en la casa de unos amigos que hice por Facebook y que los conocí por medio del Campus del año pasado.
''No importa que casi no tenga que comer estos días. Sé que lo que aprenderé me dará para comer en todo mi futuro'', puntualiza.
EL INFORMADOR / HÉCTOR NAVARRO
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