México
Otra vez: por decreto
Otra vez acciones aisladas que no consideran ni la magnitud ni la complejidad de los problemas que aquejan a la población
Una acción, por decreto, que generará una serie de problemas aparejados, entre otros y como lo señaló el secretario estatal de Salud, la incentivación del mercado negro de medicamentos que, en Jalisco y concretamente en Guadalajara, es ya grave.
Otra vez acciones aisladas que no consideran ni la magnitud ni la complejidad de los problemas que aquejan a la población.
Otra vez lo fácil, la salida de reflectores, en lugar de la creación de estrategias integrales y multidisciplinarias que, desde luego, requieren de mucho más trabajo y conocimiento.
Algo que en la administración federal, a las luces de lo hecho, sigue ausente.
Es por ello que tanto el secretario de Salud del Estado de Jalisco, como el director de los Hospitales Civiles, coincidieron en que esta prohibición no basta y que provocará una escalada del mercado negro, efecto no deseado que tendrá negativas repercusiones para la salud de la población.
Y unido al aumento del mercado negro, se tendrá una subida en las ventas de medicamentos similares, no por sus bondades, sino porque en las farmacias que se expenden se ofrecen consultas a muy bajos costos —beneficios que si bien son un paliativo para quienes no cuentan ni con seguridad social, ni con recursos suficientes para visitar otros médicos—; no siempre estas consultas son dadas por médicos con los conocimientos y la experiencia suficientes; provocándose, en muchas ocasiones, diagnósticos al vapor que cubren enfermedades más graves que debieran ser atendidas por especialistas.
Es decir, otra vez por decreto se genera una merma en la salud de la población y no una solución.
Claro que se reconoce que la automedicación, sobre todo de antibióticos, es un problema que debe ser enfrentado, pero no con una acción aislada sin considerar todos los aspectos que esta práctica involucra en un país donde la cultura de la automedicación tiene tantas raíces además de la economía precaria.
Y la crítica es porque no se ha escuchado que las autoridades ya hayan acabado con las grandes redes que proveen medicamentos en El Santuario y en otros muchos sitios del país; es porque no se ha escuchado que desde la Federación se trabaje por abrir más y mejores espacios médicos sin costo para toda la población, pues si bien el Seguro Popular crece, las necesidades de salud de la población rebasan a este programa.
Así, por lo menos en Jalisco, se confía que las autoridades señaladas, que han tenido la capacidad y el valor de reconocer la complejidad del problema, realicen acciones conjuntas, viables y pertinentes que brinden a los jaliscienses mejores posibilidades de salud.
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