México
Operación Cóndor favoreció la actividad de Rafael Caro Quintero
El operativo que pretendía erradicar la siembra de mariguana en el norte, llevó al capo a nuevos territorios donde su negocio floreció aun más
mariguana y amapola.
Campesinos fueron contratados para trabajar las tierras. Fue en este contexto histórico que el narcotraficante sinaloense Rafael Caro Quintero tuvo su época de esplendor y poder, paradójicamente, gracias a la operación, pues provocó que el delincuente arribara a nuevas tierras de oportunidades.
Quienes participaron en la operación fueron casi 10 mil soldados del Ejército Mexicano, además de la Fuerza Naval y de la Procuraduría General de la República (PGR). Sumaron casi 20 mil efectivos; al frente de la operación estaban el comandante de la PGR, Carlos Aguilar Garza, y los generales Ricardo Cervantes García y José Hernández Toledo; la fuerza con la que contaban, se decía, era suficiente para una “revolución chiquita”.
Sus acciones contribuyeron a que los campesinos que ya vivían de la siembra de drogas huyeran de la región serrana hacia las ciudades. Esto provocó que, si bien se mermó la presencia de los sembradores en la Sierra, se acrecentara la violencia en las ciudades de Sinaloa y Durango; y aunque las autoridades aseguraban que el problema se había erradicado, los propios habitantes confesaron que nunca dejaron de sembrar, aunque con mayor sigilo o pagando cuotas.
No obstante, la presión de las autoridades ocasionó que líderes de grupos de narcotraficantes buscaron otras tierras donde sembrar sus cosechas de drogas, actividad que solapaban las autoridades. Fue en Guadalajara donde floreció la actividad de Caro Quintero, donde el movimiento empresarial y de inversión permitía el lavado de dinero.
Junto con Ernesto Fonseca Carrillo, Caro Quintero fundó el cártel de Guadalajara al inicio de la década de los ochenta. Participaron en él Miguel Ángel Félix Gallardo, Amado Carrillo Fuentes, Héctor “El Güero Palma” y los hermanos Arellano Félix, entre otros. Todos provenían de Sinaloa y encontraron en Guadalajara un territorio de oportunidades gracias a la Operación Cóndor: se calculaba que el nuevo cártel podía traficar una tonelada y media de cocaína hacia Estados Unidos al mes.
Tras ocho años de la operación Cóndor, a inicios de 1985, Caro Quintero ordenó el asesinato de un agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos ( DEA), tras lo que el país vecino inició la Operación Leyenda, cuyo objetivo era detener al líder del cártel de Guadalajara. Accidentalmente se logró la captura del capo en Costa Rica la madrugada del 4 de abril, cuando descansaba en una finca en compañía de su pareja, Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez. La captura no fue por la Operación Leyenda, sino gracias a policías de ese país que pensaron que atendían un secuestro y hallaron en cambio al narcotraficante, sin saber de quién se trataba.
NUMERALIA
A detalle
10 años y 15 días duró la Operación Cóndor, que según la Secretaría de la Defensa Nacional inició el 16 de enero de 1977 y finalizó el 31 de enero de 1987, dos años después de la detención del capo en Costa Rica.
23 militares distintos estuvieron al frente.
2,019 narcotraficantes fueron consignados.
224 mil 252 plantíos de drogas fueron destruidos.
27 civiles murieron en las acciones.
19 soldados perdieron la vida durante el añejo operativo.
• LIBROS, CANCIONES Y PARODIAS
El narcotraficante forma parte de la cultura popular
Rafael Caro Quintero ha sido motivo de inspiración en la cultura popular, que lo recuerda como un mafioso que equivaldría al Al Capone de Guadalajara. Objeto de admiración y ejemplo para algunos; infame para otros, parte de su vida fue atrapada para la posteridad en películas, lecturas y canciones.
Entre las que más se escucharon está la melodía Sara, del grupo de rock mexicano de los años setenta, Three Soul on my Mind (Tres Almas en mi Mente), después llamado sólo El Tri. La letra de la canción habla de la detención del capo tapatío, el 4 de abril de 1985, en Costa Rica. Tras una llamada de Sara Cristina Cosío Martínez (sobrina del ex gobernador de Jalisco, Guillermo Cosío) a su mamá, las autoridades lograron localizarla con la creencia de que estaba secuestrada por criminales mexicanos en la Quinta de San Rafael Ojo de Agua. Hacia las 05:45 horas, un grupo armado de policías ingresó al inmueble donde encontró a Sara y a Caro desnudos en una alcoba: “Yo no estoy secuestrada, estoy enamorada de Caro Quintero”, fue la exclamación que los costarricenses presumen que salió de la boca de la mujer.
La canción de El Tri resume en una de sus estrofas: “Sara, gritaba Caro Quintero/Sara, ay cómo te quiero/nos fuimos de pinta lejos del país/nos cayó la tira y nos trajo a encontrar aquí”. La canción no idolatraba, sino que recordaba con cierta mofa el episodio de la aprehensión.
En cambio, hubo narcocorridos que lo idolatraban y ponían a la situación de su captura en una moraleja machista, en donde la perdición del exitoso criminal se dio por una mujer, según relata el tema de Los Tigres del Norte, R-Uno, donde después de burlar a las autoridades estadounidenses fue capturado, precisamente, por culpa de Sara: “Se miró el FBI, en los lugares mentados/También muchos federales, y unos hombres engañados/Pero al famoso R-Uno,… ni los soldados lo hallaron […] El amor es peligroso, aquí quedó comprobado/Por unos ojos bonitos, la soga le iban pisando/Lo hallaron en Costa Rica, en un castillo muy caro”.
También hubo películas inspiradas en Rafael Caro, como Maten al fugitivo, de Puma Producciones, donde se relatan de manera análoga los hechos que lo llevaron a su detención. El protagonista, Ramiro Cano, es detenido tras un enfrentamiento con la Policía cuando se encontraba en compañía de su amada, Diana “dueña de todo lo que poseo”, dijo en el filme. Como en la vida real, al personaje se le acusó de narcotráfico.
BIBLIOGRAFÍA PÚBLICA
Libros que hablan sobre el recién liberado
> ''Desperados'', de Elaine Shannon (1988).- Cuenta la historia del asesinato de Enrique Camarena, agente de la DEA.
> ''Los señores del narco'', Anabel Hernández (2010).- Muestra el relato de un testigo protegido sobre el actuar de Caro Quintero en sus fiestas.
> ''Los malditos'', J. de Jesús Lemus (2013).- Describe cómo era Caro Quintero dentro de Puente Grande, pues el periodista tuvo la oportunidad de hablar con él mientras también estaba preso.
GUADALAJARA, JALISCO (11/AGO/203).- La Operación Cóndor fue una campaña contra el narcotráfico que se desarrolló en las décadas de los setenta y ochenta en los estados de la Novena Zona Militar de México, se pretendía destruir las plantaciones de mariguana en alrededor de 70 mil kilómetros cuadrados en Sinaloa, Durango y Chihuahua. En ésta demarcación se producía 70% de las drogas que se originaban en el país. Con ello se mermaría el poderío de los grupos de la delincuencia organizada que se instalaron sobre todo en Sinaloa, donde compraron tierras para cultivar
Campesinos fueron contratados para trabajar las tierras. Fue en este contexto histórico que el narcotraficante sinaloense Rafael Caro Quintero tuvo su época de esplendor y poder, paradójicamente, gracias a la operación, pues provocó que el delincuente arribara a nuevas tierras de oportunidades.
Quienes participaron en la operación fueron casi 10 mil soldados del Ejército Mexicano, además de la Fuerza Naval y de la Procuraduría General de la República (PGR). Sumaron casi 20 mil efectivos; al frente de la operación estaban el comandante de la PGR, Carlos Aguilar Garza, y los generales Ricardo Cervantes García y José Hernández Toledo; la fuerza con la que contaban, se decía, era suficiente para una “revolución chiquita”.
Sus acciones contribuyeron a que los campesinos que ya vivían de la siembra de drogas huyeran de la región serrana hacia las ciudades. Esto provocó que, si bien se mermó la presencia de los sembradores en la Sierra, se acrecentara la violencia en las ciudades de Sinaloa y Durango; y aunque las autoridades aseguraban que el problema se había erradicado, los propios habitantes confesaron que nunca dejaron de sembrar, aunque con mayor sigilo o pagando cuotas.
No obstante, la presión de las autoridades ocasionó que líderes de grupos de narcotraficantes buscaron otras tierras donde sembrar sus cosechas de drogas, actividad que solapaban las autoridades. Fue en Guadalajara donde floreció la actividad de Caro Quintero, donde el movimiento empresarial y de inversión permitía el lavado de dinero.
Junto con Ernesto Fonseca Carrillo, Caro Quintero fundó el cártel de Guadalajara al inicio de la década de los ochenta. Participaron en él Miguel Ángel Félix Gallardo, Amado Carrillo Fuentes, Héctor “El Güero Palma” y los hermanos Arellano Félix, entre otros. Todos provenían de Sinaloa y encontraron en Guadalajara un territorio de oportunidades gracias a la Operación Cóndor: se calculaba que el nuevo cártel podía traficar una tonelada y media de cocaína hacia Estados Unidos al mes.
Tras ocho años de la operación Cóndor, a inicios de 1985, Caro Quintero ordenó el asesinato de un agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos ( DEA), tras lo que el país vecino inició la Operación Leyenda, cuyo objetivo era detener al líder del cártel de Guadalajara. Accidentalmente se logró la captura del capo en Costa Rica la madrugada del 4 de abril, cuando descansaba en una finca en compañía de su pareja, Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez. La captura no fue por la Operación Leyenda, sino gracias a policías de ese país que pensaron que atendían un secuestro y hallaron en cambio al narcotraficante, sin saber de quién se trataba.
NUMERALIA
A detalle
10 años y 15 días duró la Operación Cóndor, que según la Secretaría de la Defensa Nacional inició el 16 de enero de 1977 y finalizó el 31 de enero de 1987, dos años después de la detención del capo en Costa Rica.
23 militares distintos estuvieron al frente.
2,019 narcotraficantes fueron consignados.
224 mil 252 plantíos de drogas fueron destruidos.
27 civiles murieron en las acciones.
19 soldados perdieron la vida durante el añejo operativo.
• LIBROS, CANCIONES Y PARODIAS
El narcotraficante forma parte de la cultura popular
Rafael Caro Quintero ha sido motivo de inspiración en la cultura popular, que lo recuerda como un mafioso que equivaldría al Al Capone de Guadalajara. Objeto de admiración y ejemplo para algunos; infame para otros, parte de su vida fue atrapada para la posteridad en películas, lecturas y canciones.
Entre las que más se escucharon está la melodía Sara, del grupo de rock mexicano de los años setenta, Three Soul on my Mind (Tres Almas en mi Mente), después llamado sólo El Tri. La letra de la canción habla de la detención del capo tapatío, el 4 de abril de 1985, en Costa Rica. Tras una llamada de Sara Cristina Cosío Martínez (sobrina del ex gobernador de Jalisco, Guillermo Cosío) a su mamá, las autoridades lograron localizarla con la creencia de que estaba secuestrada por criminales mexicanos en la Quinta de San Rafael Ojo de Agua. Hacia las 05:45 horas, un grupo armado de policías ingresó al inmueble donde encontró a Sara y a Caro desnudos en una alcoba: “Yo no estoy secuestrada, estoy enamorada de Caro Quintero”, fue la exclamación que los costarricenses presumen que salió de la boca de la mujer.
La canción de El Tri resume en una de sus estrofas: “Sara, gritaba Caro Quintero/Sara, ay cómo te quiero/nos fuimos de pinta lejos del país/nos cayó la tira y nos trajo a encontrar aquí”. La canción no idolatraba, sino que recordaba con cierta mofa el episodio de la aprehensión.
En cambio, hubo narcocorridos que lo idolatraban y ponían a la situación de su captura en una moraleja machista, en donde la perdición del exitoso criminal se dio por una mujer, según relata el tema de Los Tigres del Norte, R-Uno, donde después de burlar a las autoridades estadounidenses fue capturado, precisamente, por culpa de Sara: “Se miró el FBI, en los lugares mentados/También muchos federales, y unos hombres engañados/Pero al famoso R-Uno,… ni los soldados lo hallaron […] El amor es peligroso, aquí quedó comprobado/Por unos ojos bonitos, la soga le iban pisando/Lo hallaron en Costa Rica, en un castillo muy caro”.
También hubo películas inspiradas en Rafael Caro, como Maten al fugitivo, de Puma Producciones, donde se relatan de manera análoga los hechos que lo llevaron a su detención. El protagonista, Ramiro Cano, es detenido tras un enfrentamiento con la Policía cuando se encontraba en compañía de su amada, Diana “dueña de todo lo que poseo”, dijo en el filme. Como en la vida real, al personaje se le acusó de narcotráfico.
BIBLIOGRAFÍA PÚBLICA
Libros que hablan sobre el recién liberado
> ''Desperados'', de Elaine Shannon (1988).- Cuenta la historia del asesinato de Enrique Camarena, agente de la DEA.
> ''Los señores del narco'', Anabel Hernández (2010).- Muestra el relato de un testigo protegido sobre el actuar de Caro Quintero en sus fiestas.
> ''Los malditos'', J. de Jesús Lemus (2013).- Describe cómo era Caro Quintero dentro de Puente Grande, pues el periodista tuvo la oportunidad de hablar con él mientras también estaba preso.
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