México

Nuevas tarifas y viejas costumbres

La vida y su calidad están en el catálogo de posibilidades con la oportunidad al autorizar nuevas tarifas con la contraprestación correspondiente

La desconfianza es lugar común hacia las disposiciones, que aún percibiéndose justas, reclaman en su práctica el cumplimiento estricto de lo estipulado; en Guadalajara el empleo del taxímetro es una de ellas. Regularmente el usuario pacta el precio previamente o deja al arbitrio del chofer el cobro de la cuota al momento de su desembarco.

El 34% de aumento autorizado al servicio de taxis entrará en vigor este mes, sustentado en la elevación al precio de insumos, los carburantes principalmente, adicional a la inflación general, reductores de la rentabilidad para propietarios y conductores, sin descartar el imperativo de mantenimiento mecánico por elemental seguridad.

La comparación con los precios de este servicio con otras ciudades no es y nunca ha sido, un factor de aprecio. Ahora se agregan las dificultades de la movilidad en la Zona Metropolitana de Guadalajara, falta de estacionamientos, la contaminación ambiental y el congestionamiento vehicular; motivos a impulsar el taxi como sustituto de vehículo de transportación colectiva o propio.

De acuerdo a las leyes de la economía, a mayor requerimiento de un servicio emerge la conveniencia de su empleo. Esto redunda en preferencia del usuario, que a su vez reduciría menos taxis parados esperando llamado o en tránsito improductivo por las calles. En igual sentido de promoción a su productividad, cabe la contratación rutinaria por varios usuarios a quienes sea más rentable emplear los servicios de un taxi con origen y destino por días y a horas predeterminados.

Los habitantes de la ZMG somos conscientes de la necesaria procuración de mejor calidad de vida con cargo a la inteligencia en todos sentidos, uno es la movilidad con seguridad, rapidez y contribución al uso del medio de transporte acorde a los nuevos imperativos impuestos por el crecimiento demográfico y vehicular.

Así como en gran parte de productos y servicios se promueven facilidades para su desplazamiento y el empleo, los taxis, en materia de transporte, no pueden ni deben ser la excepción, considerando ventajas y beneficios particulares y de la sociedad. La vida y su calidad están en el catálogo de posibilidades con la oportunidad al autorizar nuevas tarifas con la contraprestación correspondiente.

La tecnología aplicada en todas las actividades humanas, también cabe hacia el cambio de mentalidad, usos y costumbres acordes a necesidades de los prestadores y usuarios de servicio de transportación a clientes. Autorizar nuevas tarifas a taxis da la oportunidad de exigir pleno cumplimiento, no solo en la cobertura del pago justo; también se requiere proponer el beneficio ponderado del intercambio. Intercambio sin reservas de ventajas a un gremio con potencial recompensa en votos electorales.

Dios nos guarde de la discordia.
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