México
No más sangre
El Presidente dijo que en lugar de críticas se hicieran sugerencias. Se han hecho y ahí están; ahora hay que repetirlas y plantearlas formalmente
Una de las críticas más severas al Presidente Felipe Calderón era precisamente el no reconocer la urgencia de hacer cambios en las medidas de combate al narcotráfico, de manera que su dicho en el Diálogo por la Seguridad de esta semana, es la oportunidad que los gobernadores, munícipes, académicos, sociedad civil, periodistas y muchos mexicanos estábamos esperando para que la administración que encabeza emprenda los cambios necesarios de manera que los resultados de la lucha sean más notorios.
De un lado se informa que alrededor de la mitad de los jefes de grupos delictivos han caído, pero del otro, el total de muertes vinculadas al crimen organizado llega a 34 mil en lo que va de la presente administración pública federal, de los cuales, 44% se registraron nada más el año pasado.
En Jalisco la situación empeora y así lo reconocen algunos actores políticos, pocos y ciertamente no el gobernador del Estado ni el presidente municipal de Guadalajara, pero la situación es de una gravedad tal en todo el país, que día con día toma fuerza el movimiento emprendido por cartonistas o “moneros” denominado “No más sangre”.
Muchos inocentes han muerto ya: niños, jóvenes, amas de casa, padres de familia que tuvieron la desgracia de pasar por el lugar equivocado, porque no es seguro asistir a las universidades, ni ir de compras al mercado, o a la escuela, a los lugares de trabajo… ni a la tienda de la esquina. Porque en cualquier momento nos podemos encontrar en medio de un balacera o de un enfrentamiento… O porque podemos ser víctimas de secuestro o extorsión.
Son cuatro años de una estrategia que sí, se emprendió con una gran determinación pero que no está dando los resultados que los mexicanos esperamos, porque han faltado cosas. Se requieren con urgencia medidas paralelas como prevenir el consumo de drogas; diseñar y aplicar políticas públicas para que los jóvenes tengan oportunidades de estudio, trabajo y desarrollo en general; arrancar de una vez por todas y en serio una reforma educativa.
No todo debe ser más policías y más armamento. Elevar los niveles de conciencia de la población y trabajar por ejemplo, en promover la generación de empleos, incidirá favorablemente en la lucha contra el crimen.
El Presidente dijo que en lugar de críticas se hicieran sugerencias. Se han hecho y ahí están; ahora hay que repetirlas y plantearlas formalmente. Hay que tomarle la palabra al Presidente… No más sangre.
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