México
No han capitulado
Si optaron por hacer un llamado escandaloso y público, es porque todavía no capitulan, al contrario, están en una desesperada resistencia
En Michoacán, los amigos de los medios locales saben a qué atenerse. A través de llamadas y mensajes, La Familia Michoacana les ha hecho saber que pueden hablar de lo que quieran, pero sin mencionar nunca los nombres de sus principales líderes, lo que quedó evidenciado cuando las autoridades federales colocaron un espectacular con los rostros y nombres de sus principales cabecillas ofreciendo recompensa por cualquier información sobre ellos, porque localmente reinó un absoluto silencio.
En Ciudad Juárez también hay antecedentes. Un ejemplo: en 2008 en una cobertura por los ataques a tres estaciones de Policía, a través de la frecuencia de la Policía y llamadas a las redacciones, los delincuentes avisaron que todavía no terminaban con su trabajo y advirtieron que si los medios se acercaban también serían agredidos. La orden fue acatada por todos. En Tamaulipas, integrantes del cártel del Golfo amenazaron a propietarios y directivos ordenándoles no realizar ninguna cobertura en torno al narcotráfico. Los Zetas han hecho lo mismo. Basta con entrar a los portales de los periódicos locales para saber si fueron obedecidos.
El golpe contra la libertad de expresión se dio hace mucho tiempo. Desde aquí hemos visto cómo se han ido apagando, uno a uno, como pequeñas luces, los medios que hacían periodismo dejando en la oscuridad regiones enteras. El Diario de Juárez pudo haber hecho lo mismo. Si optaron por hacer un llamado escandaloso y público, es porque todavía no capitulan, al contrario, están en una desesperada resistencia. ¡En El Diario de Juárez todavía hay periodistas que dan entrevistas y asumen la responsabilidad de lo que ahí se publica! Su editorial no es una derrota de todos, sino un llamado a la acción. Entonces, no los dejemos solos.
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