México

No es buen momento para nueva elección en el PRD

Las nuevas elecciones deberían efectuarse hasta que concluyan los comicios del 2009

CIUDAD DE MÉXICO.- Camilo Valenzuela y Alfonso Ramírez Cuéllar, candidatos a la dirigencia nacional del PRD, coincidieron en que no existen condiciones para convocar a una nueva elección interna de forma inmediata.

En tanto el dirigente nacional de la corriente Nueva Izquierda, Jesús Zambrano, consideró una "estupidez política" la pretensión de organizar otros comicios en estos momentos.

Zambrano llamó "tontos políticos" a quienes proponen algo así, pues a su parecer es imposible celebrar un proceso interno en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) "cuando no terminamos de salir de uno, con reglas del juego que nos llevaron a esta situación en que todavía nos encontramos".

Argumentó que en el contexto actual no es pertinente un nuevo proceso interno, pues está en puerta el debate de la reforma energética y falta menos de un año para las elecciones federales intermedias, que coinciden con comicios en tres estados del país.

En su opinión, hace falta un resolutivo claro de la Comisión de Garantías que no obligue a una convocatoria antes del proceso electoral de 2009, por lo que Guadalupe Acosta Naranjo deberá permanecer como líder nacional sustituto y Martha Dalia Gastélum como secretaria general provisional.

El dirigente de la corriente que abanderó a Jesús Ortega a la presidencia nacional del PRD enfatizó que el resolutivo del Consejo Nacional del PRD está vigente y ambos se mantendrán como dirigentes, por lo que rechazó la exigencia de Izquierda Unida de nombrar líderes de transición.

Por separado, Camilo Valenzuela sostuvo que es imposible un nuevo proceso interno de forma inmediata, por lo que pidió a los militantes que lo exigen no engañar a la ciudadanía ni al país, pues una nueva elección en las circunstancias ideológicas, políticas y organizativas que vive el PRD sería similar a la del 16 de marzo.

Precisó que a la Comisión Nacional de Garantías, que anuló la elección perredista, le toca únicamente dictaminar mientras que al Consejo Nacional del PRD "nos toca decidir políticamente", y en ese tenor lo primero que hay que asumir son las dificultades de organizar un nuevo proceso electoral en las circunstancias actuales.

Deben evaluarse las posibilidades legales de acudir al Instituto Federal Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para exponer la situación y explorar otras posibilidades que sean parte de una acuerdo político, sugirió.

El también presidente de la Mesa Directiva del Consejo Nacional enfatizó que dicho acuerdo debe apegarse a las normas del PRD, por lo que debe resolverse mediante sus instancias legales, en especial el organismo que encabeza, el cual tendría la última palabra.

Por otra parte, Ramírez Cuéllar consideró que la decisión de anular el proceso interno fue la más correcta y demandó que se invaliden también las elecciones a consejeros nacionales y delegados al Congreso Nacional.

Las nuevas elecciones deberían efectuarse hasta que concluyan los comicios del 2009, pues el "PRD ya no resiste una vergüenza mayor", y el nuevo proceso debe constituirse en el punto de partida para iniciar un proceso de reconciliación y de unidad partidista, indicó.

El PRD, sostuvo, está obligado a disculparse con la sociedad mexicana y con el Movimiento Democrático Nacional, además de deslindar responsabilidades y castigar a los responsables.

Propuso una reunión entre los ex presidentes del partido, los gobernadores, los líderes en el Congreso y los dirigentes estatales para que sin exclusiones se definan los acuerdos que permitan designar a quienes encabezarán al partido durante los comicios del año próximo, acuerdos que deberá ratificar el Congreso Nacional.

En ese sentido, se congratuló del respaldo de Andrés Manuel López Obrador a la anulación de los comicios, y lo convocó a jugar un papel mucho más activo en la reconstrucción del PRD.

Pidió mesura y tolerancia a los aspirantes a la dirigencia nacional ante la coyuntura que se vive, pues lo que está en juego es la fuerza de la izquierda mexicana.

A su vez, Saúl Escobar, secretario de Asuntos Internacionales del PRD, alertó que de mantenerse la confrontación entre Alejandro Encinas y Jesús Ortega nunca habrá una vía de salida a la crisis del PRD, por lo que se requiere de un espíritu de reunificación.
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