México

Ni estudian ni trabajan 7.2 millones de jóvenes

Por Vicente BELLO

Justo cuando tan intensamente se ha hablado del sentido ético y moral de los salarios máximos en México, en el Senado de la República un dato del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) cayó sobre el Pleno como un gran rayo a mitad de la borrasca: en México hay actualmente 29 millones de jóvenes entre 15 y 29 años de edad, de los cuales siete millones 250 mil ni estudian ni trabajan.

Y un dato más, del propio INEGI: 40 de cada 100 presuntos delincuentes del fuero federal —y 49 del fuero común— son jóvenes menores de 30 años. Y el remache: “La preocupación se agranda al saber que la readaptación en las cárceles no se da, que por el contrario, muchas de ellas son verdaderas escuelas del crimen”.

Era el senador Antonio Mejía Haro (PRD) el que evocaba los datos del INEGI cuando presentó al Pleno senatorial una iniciativa de reforma a la Ley del Instituto Mexicano de la Juventud.

Este miércoles el Congreso de la Unión se desenvolvía en dos tiempos. En San Lázaro, el Partido Acción Nacional lograba —con la ayuda del zorruno Emilio Gamboa— hacer que trompicara la propuesta opositora de colocar los salarios de todos los burócratas del país del primer círculo del poder bajo la cifra que, oficialmente, le toca al Presidente de la República. Algo así como 153 mil pesos mensuales.

En Xicoténcatl, que sesionaba ayer plenariamente, aquel senador citaba ahora un dato más: “Un estudio de la Cámara de Diputados”, decía Mejía Haro, “revela que en 2008 emigraron a Estados Unidos 700 mil mexicanos. Y 75% de los que salieron del país tienen entre 14 y 35 años”.

Desde la víspera, el PAN en San Lázaro había advertido a todos que no apoyaría la reducción de salarios, tal como lo planteaba el PRD y, aparentemente, el PRI. Ayer evitó en comisiones que fuera dictaminada la iniciativa de acuerdo como la quería el PRD y supuestamente el PRI: que la reducción de los salarios máximos fuera pareja: abajo del Presidente de la República —el de la mayor responsabilidad pública en México—.

Todos son todos. Salarialmente tendrían que estar abajo del Presidente de la República los secretarios del gabinete, senadores, diputados federales y locales, ministros de la Corte, titulares de poderes autónomos como Banco de México, consejeros del Instituto Federal Electoral y el de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. También presidentes municipales, gobernadores y cuanto técnico de la burocracia apareciera por allí, como ha sido el caso del secretario general de la Cámara de Diputados, que no deja su mes por menos de 250 mil pesos. Y aguinaldos de 600 mil.

Pues ayer, el PAN, en conjunción con un priista políticamente cercano a Emilio Gamboa, lograron que en comisiones el dictamen de marras determinara que sólo quedarán abajo del Presidente de la República, salarialmente, los que provengan de votaciones, como son diputados, senadores, gobernadores y ediles.
La misma burra, nomás que revolcada. El PAN y el PRI establecieron en comisiones que no serán salarialmente tocados los siguientes tipos de burócratas: secretarios del gabinete presidencial, ministros de la Corte, consejeros electorales, titulares del Banco de México y Comisión Nacional de Derechos Humanos.

En el Senado de la República, el INEGI seguía causando estragos en el Pleno. Mejía Haro continuó: “Según INEGI, al cierre de 2008 la población desocupada alcanzó un millón 900 mil personas, equivalente a 4.3% de la Población Económicamente Activa; nivel superior a 3.5% alcanzado en igual periodo de 2007, lo que ubica al desempleo en el país en su máximo nivel histórico”.

La iniciativa que presentaba Mejía Haro tenía su sentido social: la creación de un Fondo para el financiamiento de proyectos productivos para jóvenes, a los que no se deben exigir avales ni garantías prendarias; únicamente las observaciones técnicas y financieras necesarias para su viabilidad.
La iniciativa fue turnada a comisiones, en donde hay más de una docena con deseos similares.

En San Lázaro, la comisión dictaminadora de súbito suspendía la sesión. Por una casualidad del destino… muy pocos diputados del PRI se habían presentado. Y entre los que se presentaron, uno de ellos votó al lado del PAN, suficiente para que el PAN diese la vuelta al PRD.

Que este jueves será diferente, decían los diputados. Algunos priistas aparentaban estar furiosos. Ya se verá hoy si sólo aparentaban.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando