México

Modelo roto

Por Vicente BELLO

Un día después, los ecos de lo que había dicho Agustín Carstens seguían retumbando en los alerones del Congreso de la Unión. Más que aumentar impuestos, habría que disminuirlos para dinamizar la economía, era lo que decían desde las esquinas de la izquierda. Voces del Partido Revolucionario Institucional comenzaban también a salir al paso del secretario de Hacienda.

En San Lázaro, el coordinador de la bancada priista, Emilio Gamboa Patrón, respondió: “Hemos manifestado y lo ratificamos: no más impuestos a la sociedad en época de crisis”. Y entonces este diputado saliente (la LX Legislatura tiene, metafórica y literalmente, los días contados) conminaba a Hacienda a “desarrollar acciones de talento y creatividad”. Y proponía echar la mirada, y la red, hacia la economía informal, que por antonomasia no paga impuestos.
--¿El PRI se sostendrá en su dicho, de no aplicar IVA a alimentos y medicinas? –una reportera urgió a Padrón, y fue cuando éste se “zafó”. “Ya no será mi responsabilidad. Dejo de ser diputado federal el 31 del presente”.

En Xicoténcatl, a esa hora de la mañana, otra vez el senador del PT Ricardo Monreal volvía a acometer sobre Agustín Carstens. Y, con la jiribilla en ristre, desde la tribuna retaba al PRI a sostenerse en su promesa de campaña: no sólo no aumentar impuestos para 2010, sino incluso desaparecer algunos, en referencia directa al IETU.

Este impuesto ha estado atando en torno suyo una feria de argumentaciones en pro y en contra, que derivarán en un debate áspero, a partir del 6 de septiembre, fecha en que la Secretaría de Hacienda debe por ley entregar a la Cámara de Diputados el paquete fiscal.

Ayer, en San Lázaro, gente del PRD como Pablo Trejo punzaba al Gobierno federal restregándole que era muy “curioso” cómo el secretario de Hacienda pasó del “catarrito al “shock” financiero.

Y le recordaba cómo él y gente de su partido en el Senado estuvieron vaticinando desde hace año y medio prácticamente todo lo que iba a ocurrir. Verbigracia: “Nosotros señalamos que eran nueve puntos los que íbamos a tener en decrecimiento este año, y las condiciones económicas se están dando”.

Y remachaba: “Cuando se discutió el precio del barril del petróleo, también señalábamos que era un precio muy alto (hace un año, la Secretaría de Hacienda propuso en sus criterios macroeconómicos un precio del barril de poco más de 90 dólares), y no debería estar más allá de los 65 dólares, y así ha ocurrido”.

Por estos días, diputados federales electos del PRI y el PAN han comenzado a reunirse en torno del tema del presupuesto. Han sido reuniones fuera de las instalaciones de las dos cámaras. Con el sello de informales. Pero ya se celebran. Ayer, Emilio Gamboa confirmaba que un grupo de legisladores en cierne ya trabajan.

En Xicoténcatl y San Lázaro, el anuncio de Carstens de que el Gobierno de Calderón propondrá romper con el déficit cero, causó exaltación en el PRD y PT. Que el Gobierno dijera que propondrá endeudamiento para completar el gasto público de 2010, era la admisión de que habían estado equivocados en el modelo económico implantado desde hace casi 30 años. Así lo decían perredistas y petistas, en medio del silencio de Acción Nacional.

El déficit cero había sido implantado como un elemento macroeconómico a seguir a ultranza por países como México, a contrapelo de países de grandes economías. No pedir dinero prestado ni siquiera para desarrollar proyectos de inversión pública, fue la posición predominante. Ahora ese modelo se rompió.
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