México
Méxito tiene prisa
Todos somos responsables por la seguridad
Lejos de justificar sus ausencias al llamado urgente de la República por estrechar esfuerzos y cerrar filas, el joven servidor público recientemente abatido, siempre se caracterizó a los ojos de sus representados como un gobernante valiente y decidido a proteger a su comunidad, muy echado para adelante, poniendo el ejemplo de honestidad y responsabilidad para enfrentar con las herramientas que tenía a su alcance a quienes muestran resistencia a la tutela de la ley y el estado de derecho.
Cierto es que somos muchísimos más los mexicanos de bien que cumplimos con nuestras obligaciones y respetamos las leyes e instituciones, pero mientras existan delincuentes organizados y servidores públicos coludidos, seguiremos observando injusticias y abusos.
Nadie que sea omiso o se desentienda de sus inmediatas y cercanas responsabilidades para con su comunidad, puede esperar un entorno de paz y concordia; todos estamos obligados desde nuestra condición individual, de familia, de manzana, de colonia, de municipio, de Estado y nación, a aportar lo que nos corresponde en nuestra respectiva trinchera pública o privada: cumpliendo con la ley y denunciando a quienes la evadan o violenten.
Lamentable es advertir la incongruencia, omisión e irresponsabilidad de varios gobernadores del país, así como alcaldes y legisladores (que muchos alcanzamos a identificar plenamente) de distintas filiaciones partidistas, que por cobardía o intereses personales, dejan a sus representados a merced de delincuentes y narcotraficantes.
No es demagógico afirmar que la seguridad es responsabilidad de todos, puesto que en todos está la posibilidad de aceptar o frenar el acecho de los pocos que prefieren la anarquía y el abuso sobre sus semejantes; es responsabilidad también de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como de las esferas municipales, estatales y federal, nadie puede negarse o justificar su inacción, en la omisión del otro.
Aquellos pocos que amenazan con violentar nuestro estado de derecho y la tranquilidad que nos merecemos, deben recibir el claro mensaje de que los mexicanos de bien estamos unidos y hacemos la parte que nos corresponde; México tiene prisa porque todos cumplan con sus obligaciones, denunciando delincuentes y fortaleciendo instituciones… México también tiene memoria, por lo que no argumentemos que ésta es una batalla que inventó el Ejecutivo unilateralmente.
Recordemos que muchos de los grandes éxitos del Ejército y Marina, así como de las policías federal, estatales y municipales, son gracias al valor civil de las denuncias anónimas, porque pareciera ser que muchas personas saben por dónde viven y a qué se dedican los malosos, exceptuando las autoridades.
rapo@rapo.com.mx
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