México
México trágico
La vida nos da oportunidad de dejar huellas
¿Cuántos documentos, actas, claves, credenciales, identificaciones, registros, archivos, expedientes y cédulas necesita un mexicano a lo largo de la vida, para terminar siendo un indocumentado?
Acta de nacimiento; fe de bautismo y quizá un papel de confirmación; cartilla de vacunación; inscripción al IMSS, al ISSSTE, al Seguro Popular, a Oportunidades, y un largo etcétera; Registro Federal de Causantes, cuya vigencia y tormento nos marcará de por vida; una CURP que nunca ha servido como no sea para registrar el celular; Cartilla de Identidad Militar; acta de matrimonio y quizá una de divorcio; certificados de estudios, pólizas de seguros, fichas médicas; cartas de no antecedentes penales; cuentas bancarias; gafetes para la chamba...
La vida nos da oportunidad de dejar huellas. Están en la credencial de elector que sirve para todo (a veces hasta para votar); la licencia de conducir; el pasaporte; los registros migratorios gringos; la cédula profesional. Falta la credencial biométrica, la foto del iris y el mecanismo “posicionador de la identidad” como diría el Doctor Chunga.
¿Y tanto relajo para qué? ¡Ah!, pues para terminar como migaja cibernética, en el mercado negro de las bases de datos. A final de cuentas concluiremos nuestra biografía con un acta de defunción. Original y dos copias. Una para el cielo y otra para el infierno. Por si al cliente se le ofrece. ¡Todo en 160 gigabytes!
La reportera María de la Luz González, de “El Universal”, pregunta: ¿Cómo se resguardan nuestros datos sensibles, que “cualquiera” puede comprar en Tepito o internet? ¿Qué hace el Gobierno para protegerlos? Un editorial de este diario contesta: “Hemos avanzado en transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas, pero no en la defensa de la privacidad... No ha sido hasta hoy un valor a proteger”. Esto indigna. Pero no es un escándalo. Otros medios no publican la nota. ¿Por mezquinos? ¿Porque un vicio mayor es noticia menor?
EL MONJE LOCO: Alejandro Cacho se fue completo. Televisa canceló su noticiario. Como el madero de San Juan, pidió pan y no le dieron. Pidió queso y le dieron hueso. Se le atoró en el pescuezo. Estaba hasta el gorro. ¿Quién sigue?...// ¡Ay dolor, ya me volviste a dar! Presidencia desmintió al Presidente. Nada más eso nos faltaba…// Al vampiro Napoleón, la Corte le clavó la estaca… ¿Está ca...?// Según Brozo, la Nasa región 4 quedará en la colonia Marte...// Pollo no, coca sí, pero no en botella.
“Los machos se vuelven machas por comer las tachas”. Dichos del medio Evo Morales…// Las minifaldas calientan. ¡Ufff!; corrompen la castidad y ¡aumentan los terremotos! Sermón del Hojatoleslam iraní Kazem Sedighi (¿?)…// Otro monje loco llamado Onésimo, maldice: “Las bodas homosexuales son una estupidez”. ¿El que lo dice, lo es? Nadie sabe… nadie supo.
Acta de nacimiento; fe de bautismo y quizá un papel de confirmación; cartilla de vacunación; inscripción al IMSS, al ISSSTE, al Seguro Popular, a Oportunidades, y un largo etcétera; Registro Federal de Causantes, cuya vigencia y tormento nos marcará de por vida; una CURP que nunca ha servido como no sea para registrar el celular; Cartilla de Identidad Militar; acta de matrimonio y quizá una de divorcio; certificados de estudios, pólizas de seguros, fichas médicas; cartas de no antecedentes penales; cuentas bancarias; gafetes para la chamba...
La vida nos da oportunidad de dejar huellas. Están en la credencial de elector que sirve para todo (a veces hasta para votar); la licencia de conducir; el pasaporte; los registros migratorios gringos; la cédula profesional. Falta la credencial biométrica, la foto del iris y el mecanismo “posicionador de la identidad” como diría el Doctor Chunga.
¿Y tanto relajo para qué? ¡Ah!, pues para terminar como migaja cibernética, en el mercado negro de las bases de datos. A final de cuentas concluiremos nuestra biografía con un acta de defunción. Original y dos copias. Una para el cielo y otra para el infierno. Por si al cliente se le ofrece. ¡Todo en 160 gigabytes!
La reportera María de la Luz González, de “El Universal”, pregunta: ¿Cómo se resguardan nuestros datos sensibles, que “cualquiera” puede comprar en Tepito o internet? ¿Qué hace el Gobierno para protegerlos? Un editorial de este diario contesta: “Hemos avanzado en transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas, pero no en la defensa de la privacidad... No ha sido hasta hoy un valor a proteger”. Esto indigna. Pero no es un escándalo. Otros medios no publican la nota. ¿Por mezquinos? ¿Porque un vicio mayor es noticia menor?
EL MONJE LOCO: Alejandro Cacho se fue completo. Televisa canceló su noticiario. Como el madero de San Juan, pidió pan y no le dieron. Pidió queso y le dieron hueso. Se le atoró en el pescuezo. Estaba hasta el gorro. ¿Quién sigue?...// ¡Ay dolor, ya me volviste a dar! Presidencia desmintió al Presidente. Nada más eso nos faltaba…// Al vampiro Napoleón, la Corte le clavó la estaca… ¿Está ca...?// Según Brozo, la Nasa región 4 quedará en la colonia Marte...// Pollo no, coca sí, pero no en botella.
“Los machos se vuelven machas por comer las tachas”. Dichos del medio Evo Morales…// Las minifaldas calientan. ¡Ufff!; corrompen la castidad y ¡aumentan los terremotos! Sermón del Hojatoleslam iraní Kazem Sedighi (¿?)…// Otro monje loco llamado Onésimo, maldice: “Las bodas homosexuales son una estupidez”. ¿El que lo dice, lo es? Nadie sabe… nadie supo.
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