México
Mente digital
Creo que nos encaminamos hacia una sociedad más parecida a lo que anticipó Huxley en su extraordinario libro Un mundo feliz
Su búsqueda lo llevó a escribir Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes (Editorial Taurus).
El pensamiento lineal, profundo, que incita el pensamiento creativo y que no necesariamente tiene un fin utilitario, la multitarea, instigada por el uso de Internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión y contemplación, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco sino que nos uniformizan. Internet nos incita a buscar lo breve y lo rápido y nos aleja de la posibilidad de concentrarnos en una sola cosa.
Me pregunto si en última instancia ¿cómo utilizamos la Web no es una elección personal? Y creo que a estos niveles a los que hemos llegado ya no es tanto una elección. Puedes elegir tus tiempos y formas de uso, pero la tecnología te incita a comportarte de una determinada manera. Si en el trabajo, tus colegas te envían treinta e-mails al día y decides no mirar el correo, tú carrera sufrirá.
La tecnología, como ocurrió con el reloj, no es neutral, cambia las normas e influye en nuestras elecciones.
La esencia de la libertad es poder escoger a qué quieres dedicarle tu atención. La tecnología está determinando esas elecciones y por lo tanto está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma. Google es una base de datos inmensa en la que voluntariamente introducimos información sobre nosotros y a cambio recibimos información cada vez más personalizada y adaptada a nuestros gustos y necesidades.
Eso tiene ventajas para el consumidor. Pero todos los pasos que damos online se convierten en información para empresas y Gobiernos. Y la pregunta a la que tendremos que contestar en la próxima década es qué valor le damos a la privacidad y cuánta estamos dispuestos a ceder a cambió de comodidad y beneficios comerciales. Mi sensación es que a la gente le importa poco su privacidad, al menos eso parece ser la tendencia.
Creo que nos encaminamos hacia una sociedad más parecida a lo que anticipó Huxley en su extraordinario libro Un mundo feliz.
Renunciaremos a nuestra privacidad y por tanto reduciremos nuestra libertad voluntaria y alegremente, con el fin de disfrutar plenamente de los placeres de la sociedad de consumo.
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