México
Me lo contó un pajarito…
En la antesala de las elecciones del 4 de julio el tema de discusión es el espionaje
La información es vista como fuente de poder, por lo que los recursos destinados a obtenerla son infinitos y tan sorprendentes que cualquiera puede ser cazado o cazador sin que nadie sospeche algo. En las campañas electorales, la victoria se puede definir en base a información que se pueda recabar sobre el adversario. Lo interesante de las más recientes revelaciones de conversaciones telefónicas, es que el uso de las herramientas de espionaje es para balconear a los candidatos y el apoyo que ilegalmente reciben. Pero seamos claros, estas grabaciones son solamente la punta del iceberg de las actividades de espionaje en las campañas políticas.
Además de los recientes y sonados casos de grabaciones de supuestas conversaciones de los gobernadores de Veracruz, Oaxaca y Puebla, no hay que olvidar lo que sucedió en Quintana Roo cuando hace unos meses se descubrieron dos centros de intervención telefónica en Cancún. Y aunque la investigación sigue su curso y en ella se relaciona a gente presuntamente cercana al ex candidato del PRD a gobernador de la Entidad, Gregorio Sánchez, no hay detenidos por este caso.
En noviembre del año pasado se desmanteló por parte de la PGR una red de espionaje político en el Estado de México, la cual se dedicaba a indagar información de los vínculos de Marcelo Ebrard con los servicios de inteligencia de Venezuela, y además vigilaba a Fidel Herrera, gobernador de Veracruz; a Jordy Herrera Flores, subsecretario de Energía y cercano colaborador de Felipe Calderón, así como al secretario Ernesto Cordero, entre muchas otras figuras de la política nacional. ¿Este centro pertenecía al crimen organizado, o a un grupo político? Cuando uno considera quiénes eran las víctimas, uno pensaría lo segundo.
Pero no sólo en México “cantan los pajaritos”. En estos momentos en Brasil se está desarrollando un escándalo por espionaje político que perjudica a la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) a la Presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, apuesta personal del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva. El periodista Luiz Lanzetta, responsable de prensa de la campaña, dimitió de su cargo tras haber sido acusado de intentar montar un dispositivo de espionaje contra el adversario más importante de Rousseff, el socialdemócrata José Serra.
Con los ejemplos anteriores se resalta que el espionaje claramente es una actividad rutinaria y fácil de ejecutar. La pregunta es ¿Por qué los gobernantes siguen dando tantos detalles e instrucciones por celular o teléfono?
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