México
Manual para entender la grilla
¿Qué se le viene encima al nuevo? ¿Se le viene encima la elección del Estado de México? ¿Se le viene encima la urgencia de hacer alianzas con el PRD?
Como todos los columnistas estarán hoy explicando los cambios en el gabinete, y particularmente la salida de Gómez Mont, he optado por hacer un metaartículo al respecto, si se me permite la expresión. Algo así como un manual básico para saber cuáles son las preguntas que siempre se hacen los que saben de grilla.
La primera pregunta, siempre, siempre, es por qué se va. Y ahí están los reporteros, los conductores, los otros funcionarios, los políticos de enfrente, devanándose los sesos para averiguar los motivos ocultos. Hay maestros en ese arte, como Raymundo Riva Palacio o Miguel Ángel Granados Chapa, entre otros periodistas con afición a los desayunos de donde sale la verdad.
Sin embargo, al final, hasta a ellos les queda la película incompleta, la historia se escribe torcida y las versiones que salen, incluso en los poquísimos casos en que son ciertas, abonan poco a la comprensión.
La segunda pregunta es quién es el que llega. Aquí empieza a ponerse interesante el proceso de análisis, pues el perfil del nuevo alto funcionario permite entrever estrategias en el tablero. Aquí empieza la tarea de los recopiladores de información: buscan currículos, círculos inmediatos, tareas previas, rumores sobre su carácter. ¿Es aguerrido, académico, publirrelacionista, operador, líder o amigo? Si es un operador, por ejemplo, se puede ir al siguiente paso: contar fichas (con qué cuenta, contra quién va) y hacer sumas (la tiene difícil, va al matadero o se la dieron en bandeja de plata).
La tercera interrogante pasa por el contexto, y es entonces cuando el panorama se enriquece. ¿En qué arena jugará el nuevo funcionario? No es lo mismo llegar a la Secretaría de Gobernación en periodo de aguas que en medio de una crisis o después de la tormenta o antes de salir a navegar. Si llega después de una lección electoral y antes de una alianza estratégica, entonces queda clara su tarea ¿no?
Una cuarta cuestión, muchas veces derivada de la respuesta de la pregunta anterior, es la de los impactos del cambio. A quién le llega un mensaje, quiénes se ven favorecidos, a qué tema importante se le abre la puerta cambiando al portero.
De las cuatro o cinco preguntas que surgen después de la salida de un alto funcionario, siempre termina por ser más interesante la última. ¿Qué se le viene encima al nuevo? ¿Se le viene encima la elección del Estado de México? ¿Se le viene encima la urgencia de hacer alianzas con el PRD? ¿Se le viene encima un grupo perjudicado con la salida de Gómez Mont (en el PRI y en el PAN)? Y luego con qué canicas cuenta para eso. Eso es lo más divertido de la grilla: llegar a saber qué tormenta se avecina.
La primera pregunta, siempre, siempre, es por qué se va. Y ahí están los reporteros, los conductores, los otros funcionarios, los políticos de enfrente, devanándose los sesos para averiguar los motivos ocultos. Hay maestros en ese arte, como Raymundo Riva Palacio o Miguel Ángel Granados Chapa, entre otros periodistas con afición a los desayunos de donde sale la verdad.
Sin embargo, al final, hasta a ellos les queda la película incompleta, la historia se escribe torcida y las versiones que salen, incluso en los poquísimos casos en que son ciertas, abonan poco a la comprensión.
La segunda pregunta es quién es el que llega. Aquí empieza a ponerse interesante el proceso de análisis, pues el perfil del nuevo alto funcionario permite entrever estrategias en el tablero. Aquí empieza la tarea de los recopiladores de información: buscan currículos, círculos inmediatos, tareas previas, rumores sobre su carácter. ¿Es aguerrido, académico, publirrelacionista, operador, líder o amigo? Si es un operador, por ejemplo, se puede ir al siguiente paso: contar fichas (con qué cuenta, contra quién va) y hacer sumas (la tiene difícil, va al matadero o se la dieron en bandeja de plata).
La tercera interrogante pasa por el contexto, y es entonces cuando el panorama se enriquece. ¿En qué arena jugará el nuevo funcionario? No es lo mismo llegar a la Secretaría de Gobernación en periodo de aguas que en medio de una crisis o después de la tormenta o antes de salir a navegar. Si llega después de una lección electoral y antes de una alianza estratégica, entonces queda clara su tarea ¿no?
Una cuarta cuestión, muchas veces derivada de la respuesta de la pregunta anterior, es la de los impactos del cambio. A quién le llega un mensaje, quiénes se ven favorecidos, a qué tema importante se le abre la puerta cambiando al portero.
De las cuatro o cinco preguntas que surgen después de la salida de un alto funcionario, siempre termina por ser más interesante la última. ¿Qué se le viene encima al nuevo? ¿Se le viene encima la elección del Estado de México? ¿Se le viene encima la urgencia de hacer alianzas con el PRD? ¿Se le viene encima un grupo perjudicado con la salida de Gómez Mont (en el PRI y en el PAN)? Y luego con qué canicas cuenta para eso. Eso es lo más divertido de la grilla: llegar a saber qué tormenta se avecina.
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