México
Maltrato a Feliciano indigna a Chamulas
La comunidad se queja de la situación similar de sus niños en extrema pobreza
La madre de Feliciano, Andrea Díaz Pérez, de 27 años de edad, cuenta que esta es la primera vez que su hijo se fue a trabar a Villahermosa, con su cuñada Gloria Díaz Hernández.
La joven mujer que tiene a su cargo, Feliciano, Daniel, Marcela y Ángel, de diez, ocho, tres y tres meses de edad, explica que su hijo viajó a Tabasco, con tres de sus primos, para ganar algo de dinero y comprar útiles escolares que le servirán para el regreso a la escuela Josefa Ortiz de Domínguez, donde cursará el quinto año de primaria.
Andrea, que no habla español, se enteró de lo que le ocurrió a su hijo, por una llamada que le hizo su hermana que radica en la ciudad de México.
A partir de ese momento, no ha dejado de preocuparse por lo que le ocurrió a Feliciano, que desde hace varios años vive con su madre, porque su padre Mario Díaz Hernández "se fue a los Estados Unidos".
Díaz Pérez dice que si el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, quiere becar a Feliciano, que mande el dinero a El Romerillo, porque aquí "hay mucha necesidad".
Un habitante de la comunidad, Domingo Pérez Jiménez, explica que en Chamula, los niños deben ayudar a sus padres desde muy pequeños, ya sea para trabajar en la milpa o ir por leña a los bosques.
Y es que dice, "la necesidad es mucha" y no hay dinero para comprar comida, mucho menos para adquirir los útiles escolares o comprarle huaraches a los niños.
Andrea sobrevive sólo con una parcela donde cultiva maíz y algunas hortalizas y los 800 pesos del programa Oportunidades, que le otorga la Sedesol cada dos meses.
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