México

Maltrato a Feliciano indigna a Chamulas

La comunidad se queja de la situación similar de sus niños en extrema pobreza

SAN JUAN CHAMULA, CHIAPAS (28/JUL/2013).- En la comunidad El Romerillo, los habitantes están indignados por lo que le sucedió a Feliciano Díaz Díaz (Manuel), en Villahermosa, Tabasco y aseguran que los niños desde muy pequeños tienen que ayudar a sus padres, porque "hay mucha necesidad".

La madre de Feliciano, Andrea Díaz Pérez, de 27 años de edad, cuenta que esta es la primera vez que su hijo se fue a trabar a Villahermosa, con su cuñada Gloria Díaz Hernández.

La joven mujer que tiene a su cargo, Feliciano, Daniel, Marcela y Ángel, de diez, ocho, tres y tres meses de edad, explica que su hijo viajó a Tabasco, con tres de sus primos, para ganar algo de dinero y comprar útiles escolares que le servirán para el regreso a la escuela Josefa Ortiz de Domínguez, donde cursará el quinto año de primaria.

Andrea, que no habla español, se enteró de lo que le ocurrió a su hijo, por una llamada que le hizo su hermana que radica en la ciudad de México.

A partir de ese momento, no ha dejado de preocuparse por lo que le ocurrió a Feliciano, que desde hace varios años vive con su madre, porque su padre Mario Díaz Hernández "se fue a los Estados Unidos".

Díaz Pérez dice que si el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, quiere becar a Feliciano, que mande el dinero a El Romerillo, porque aquí "hay mucha necesidad".

Un habitante de la comunidad, Domingo Pérez Jiménez, explica que en Chamula, los niños deben ayudar a sus padres desde muy pequeños, ya sea para trabajar en la milpa o ir por leña a los bosques.

Y es que dice, "la necesidad es mucha" y no hay dinero para comprar comida, mucho menos para adquirir los útiles escolares o comprarle huaraches a los niños.

Andrea sobrevive sólo con una parcela donde cultiva maíz y algunas hortalizas y los 800 pesos del programa Oportunidades, que le otorga la Sedesol cada dos meses.
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