México
Los ricos y los políticos
Como vemos, este sistema está diseñado para que sean sólo ellos, los ricos y los políticos, los que ganen
En algunas ocasiones algunos periodistas han tenido la paciencia de contar, por ejemplo, el número de veces que durante una legislatura cada diputado ocupó “la más alta tribuna del país” para decir algo aunque careciera de importancia, o para presentar alguna iniciativa. El resultado generalmente ha sido deplorable. Además, una gran cantidad de ellos nunca subieron a la tribuna y además aparecen como faltistas a las sesiones ordinarias y extraordinarias que de por sí no son muy abundantes.
Si se contaran las horas que estos políticos dedican realmente al trabajo legislativo tampoco saldrían bien librados. Donde sí los vemos con frecuencia es en el ejercicio de la diatribia y la vociferación, en la descalificación del adversario, protagonizando las broncas internas de sus partidos, en las campañas electorales, en la toma o defensa de las tribunas, suscribiendo acuerdos secretos y vergonzantes y cosas así. Pero no hay nada extraño en ello, es el modelo de la democracia liberal funcionando a todo lo que da (o todo lo que le queda), y por el cual, aunque no estemos de acuerdo, los mexicanos pagamos una cantidad impresionante de millones de pesos.
Por otro lado, pero formando parte del mismo sistema o engranaje, nos enteramos que por fin Carlos Slim Helú, con 53 mil 500 millones de dólares, logró el gran objetivo de su vida: ser el hombre más rico del mundo. Claro, tal riqueza sólo se puede explicar por la pobreza de millones de trabajadores mexicanos y de otras partes del mundo en donde este personaje ha logrado hacer grandes negocios. La otra parte de la explicación se encuentra en su cercanía con los miembros de los poderes formales de lo que hablé antes, que le permiten acceder a información financiera privilegiada.
Junto con Slim, pero a una distancia significativa que se mide en millones de dólares, también hay otros ocho mexicanos “emprendedores” que, con envidia, siguen la pista a este capitalista triunfador: Ricardo Salinas Pliego, Germán Larrea Mota, Alfredo Bailleres, Jerónimo Arango, Emilio Azcárraga, Roberto Hernández, Alfredo Harp Helú.
No es circunstancial que esta lista la complete el famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. Por alguna razón la revista Forbes lo coloca junto a los otros.
De acuerdo con las cuentas realizadas por el periodista Rubén Martín, sumada la riqueza de estos ilustres mexicanos da un total de 90 mil 300 millones de dólares, y ello es igual al ingreso anual de 14 millones 333 mil 333 asalariados. Así de fuerte y polarizada está la sociedad mexicana. Pero esto tampoco es nada extraño.
Como vemos, este sistema está diseñado para que sean sólo ellos, los ricos y los políticos, los que ganen. Es el resultado natural de la aplicación y desarrollo del capitalismo salvaje carente de toda ética.
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