México
Los cuatro disparates del procurador
El abogado de la capital industrial de México descartó que lanzar una granada contra la población civil para desestabilizar al Gobierno constituya un acto terrorista
1.- Abajo de 10 muertos, todo es morralla. Alejandro Garza y Garza se mostró extrañado por el granadazo en Guadalupe. Lo consideró, casi, fuera de contexto. Presumió que “hemos tenido en lo que es en Nuevo León, en las últimas semanas, ya una tranquilidad con relación a eventos ligados con delincuencia organizada... son eventos para llamar la atención y mostrarnos una falsedad de que todavía la violencia continúa aquí, cuando ha disminuido en gran parte” (Primero Noticias, 4 de octubre).
Curiosa calma, sobre todo porque dos días antes, el 30 de septiembre, en Nuevo León un enfrentamiento entre sicarios dejó a una mujer y dos hombres muertos; una balacera narcos-Ejército resultó en cuatro fallecidos y además asesinaron a un celador del penal de Topo Chico.
2.- Si la granada no va a la gente, la gente va a la granada. En entrevista con Denise Maerker en Radio Fórmula, Garza dijo que las víctimas civiles “sin saber, fueron caminando hacia donde se encontraba lo que era el mismo artefacto; la granada no fue aventada a donde estaba la gente, la gente se fue acercando a donde estaba el artefacto”.
3.- Si usted es víctima en la guerra contra el crimen organizado, procure ser la víctima correcta. Al mostrar su compromiso con la resolución del caso, el procurador nuevoleonés expresó, en la entrevista que le hicimos en Contraportada el 4 de octubre, que “sí tenemos que poner mucho hincapié por parte de la Procuraduría, en virtud de que no es correcto que esas personas hayan resultado afectadas”, como si en un ataque de los criminales existieran personas que sí sería correcto que resultaran heridas.
4.- Terrorista que no da la cara, no es terrorista. El abogado de la capital industrial de México descartó que lanzar una granada contra la población civil para desestabilizar al Gobierno constituya un acto terrorista, porque “las granadas están aventadas en lugares donde la persona se oculta, el lanzador, la persona que avienta lo que es la granada lo está haciendo en lugares donde no puede ser visto”.
Lo cierto es que, ajustados a la definición del Código Penal mexicano, el de Guadalupe fue el tercer acto terrorista contra población civil en la historia moderna de nuestro país. El primero, el granadazo en el Grito de 2008 en Michoacán. El segundo, los coches-bomba en Ciudad Juárez en julio de este año.
Saciamorbos
Otro cercano, otra vivienda de lujo. Reportan que es en el Pedregal del Distrito Federal.
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