México
López Obrador ‘‘chamaquea’’ a Calderón
Hoy se podría ratificar una corrosiva estratagema política, un nuevo choque entre los más enconados adversarios políticos de los últimos tiempos
En las primeras horas de hoy se podría ratificar una corrosiva estratagema política, un nuevo choque entre los más enconados adversarios políticos de los últimos tiempos —
López Obrador y
Calderón—, que de confirmarse significará que el primero “chamaqueó” al segundo. La noche de ayer —a las 22 horas—, y con la presencia de López Obrador, se inició una encerrona de dueños y gerentes de esa empresa familiar conocida como Partido del Trabajo (PT), en la que resolverían un diferendo crucial; continuar o no con las alianzas electorales con el Partido Acción Nacional (PAN) —en casos como Oaxaca, Hidalgo, Puebla y Durango—, o con el Revolucionario Institucional (PRI) —en Zacatecas—, o de plano rechazar la alianza con azules y tricolores.
Hasta anoche, una corriente mayoritaria de petistas y amloistas rechazaba las alianzas con PAN y PRI. De confirmar esa tendencia, romperían el bloque opositor construido para derrotar al PRI en Oaxaca, Hidalgo, Durango y Puebla, y para vencer al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Zacatecas.
La maniobra se antoja “un bombón” mafioso de alta escuela, ya que por un lado la dizque izquierda enfrascó al PRD y al PAN en la causa común de derrotar al PRI —con el apoyo del PT y Convergencia—, y al final el PT reculó y dejó colgados a azules y amarillos —los condena al fracaso—, al tiempo que favorece directamente al PRI. El PT, en tanto, pasó de cola de león, a cabeza de ratón.
¿Qué efecto tendría la salida del PT en las alianzas de Oaxaca, Durango, Hidalgo, Zacatecas y Puebla? Sería veneno puro —salvo en Oaxaca, donde la farsa continúa—, ya que el PT le arrebataría votos al PRD —y con ello a la alianza opositora—, al grado que el PRI tendría más posibilidades de triunfo en Hidalgo, Puebla y Durango. Más aún, en todos esos estados, el PRI podría hacer crecer electoralmente al PT —mediante el maiceo—, a sabiendas de que a más votos petistas, menos votos aliancistas.
En Zacatecas, el recule del PT a la alianza con el PRI, no le da una mayor ventaja al PRD de Amalia García, sino que fortalece al PRI y hace crecer al propio PT. En resumen, que si el PT acuerda no aliarse al PAN y PRD, le hará el trabajo sucio al PRI. López Obrador habría “chamaqueado” a Felipe Calderón y a Jesús Ortega. Los grandes derrotados serían PAN y PRD, y el ganancioso resultaría ser el PRI. Y en efecto, en política nadie sabe para quién trabaja.
En el camino
En Oaxaca, el PT también recula, pero no postulará candidato. ¿Por qué creen? La farsa, Gabino es el delfín de López Obrador… Por cierto, regresa al PRI Eduardo García Puebla. No es cosa menor… No se equivoquen. De Los Pinos salió la guerra contra Gómez Mont.
Hasta anoche, una corriente mayoritaria de petistas y amloistas rechazaba las alianzas con PAN y PRI. De confirmar esa tendencia, romperían el bloque opositor construido para derrotar al PRI en Oaxaca, Hidalgo, Durango y Puebla, y para vencer al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Zacatecas.
La maniobra se antoja “un bombón” mafioso de alta escuela, ya que por un lado la dizque izquierda enfrascó al PRD y al PAN en la causa común de derrotar al PRI —con el apoyo del PT y Convergencia—, y al final el PT reculó y dejó colgados a azules y amarillos —los condena al fracaso—, al tiempo que favorece directamente al PRI. El PT, en tanto, pasó de cola de león, a cabeza de ratón.
¿Qué efecto tendría la salida del PT en las alianzas de Oaxaca, Durango, Hidalgo, Zacatecas y Puebla? Sería veneno puro —salvo en Oaxaca, donde la farsa continúa—, ya que el PT le arrebataría votos al PRD —y con ello a la alianza opositora—, al grado que el PRI tendría más posibilidades de triunfo en Hidalgo, Puebla y Durango. Más aún, en todos esos estados, el PRI podría hacer crecer electoralmente al PT —mediante el maiceo—, a sabiendas de que a más votos petistas, menos votos aliancistas.
En Zacatecas, el recule del PT a la alianza con el PRI, no le da una mayor ventaja al PRD de Amalia García, sino que fortalece al PRI y hace crecer al propio PT. En resumen, que si el PT acuerda no aliarse al PAN y PRD, le hará el trabajo sucio al PRI. López Obrador habría “chamaqueado” a Felipe Calderón y a Jesús Ortega. Los grandes derrotados serían PAN y PRD, y el ganancioso resultaría ser el PRI. Y en efecto, en política nadie sabe para quién trabaja.
En el camino
En Oaxaca, el PT también recula, pero no postulará candidato. ¿Por qué creen? La farsa, Gabino es el delfín de López Obrador… Por cierto, regresa al PRI Eduardo García Puebla. No es cosa menor… No se equivoquen. De Los Pinos salió la guerra contra Gómez Mont.
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