México
Las fuentes de energía planetarias
.
Las fuentes de energía en el planeta se han utilizado como formas de manipular y de obtener poder a costa de los demás, de depredar al planeta, de contaminarlo o de hacer lo que sea, para detentar una hegemonía o supuesto dominio del hombre por el hombre, lo cual es contrario a su naturaleza.
De manera especial, desde el renacimiento, la revolución industrial, las guerras del siglo XX y ahora, con la era de lo global, los hegemónicos o países poderosos, han tratado de apoderarse de las principales fuentes de energía, lo cual les garantiza seguir explotando a los seres humanos y acabando con nuestro hogar común: el planeta.
Lo anterior lo ilustra muy bien el caso del petróleo, asunto tratado por intelectuales como Hayek, Katz, Silva Herzog, Martín Moreno, Zbrezinzky, Chomsky, Covarrubias Flores y otros, que han manifestado como el caso del petróleo ha propiciado invasiones de países, derrocamientos de gobiernos, revoluciones y demás formas de apropiación o despojo de los recursos de países pobres por parte de las potencias.
Este tema tiene relación con la Revolución mexicana y el derrocamiento del porfiriato, que de manera inicial le sirvió a los EUA y después, al comenzar el otorgamiento de concesiones petroleras a países europeos, les disgustó a los EUA, quienes propiciaron y alentaron la venta de armas a los grupos revolucionarios, para derrocar la dictadura.
Antes de iniciar la guerra de 1939 a 1945, mal llamada segunda guerra mundial, que en realidad fue la primera, ya que la guerra de 1914 a 1918, fue en el espacio europeo y asiático, que en realidad es el mismo territorio, la división es sólo cultural; una de las razones más importantes para que los países se enfrentaran en Europa, fueron las minas de carbón de Alsacia y Lorena, en disputa entre Alemania y Francia.
Dichos hechos impactaron a México, por lo que los EUA, consideraron que era mejor que México manejara su petróleo, conforme a la Constitución de 1917, la cual, los mismos EUA, presionaron al Gobierno de Obregón para firmar los Tratados de Bucareli, con las cuales se incumplía nuestra Norma Rectora en beneficio de los intereses de los ciudadanos y empresas de EUA.
Al ver los EUA el rearme alemán y las circunstancias de Europa, consideraron que era mejor que México “nacionalizara y estatizara” su petróleo, a condición de que el único cliente fueran los propios EUA, la cual se cumplió y se siguen cumpliendo la política que determinen los EUA, como son los casos de que México no pertenece a la OPEP, nuestras ventas son hacia ellos, así como las compras de la gasolina son a sus compañías y los contratos que el Gobierno Federal está haciendo, en contra de nuestra Norma Rectora, son conforme a las políticas determinadas desde los EUA.
Ahora, con la era global, el petróleo, recurso no renovable que está agotándose, debía ser una política planetaria el hecho de que no se deba de consumir, pero sí es de interés de las compañías petroleras que no cambie dicho modelo de explotación porque así siguen teniendo mayores recursos y por tanto ganancias muy elevadas así se esté “calentando el planeta” y las condiciones de vida sigan en decadencia para todos, entonces los que deciden el destino de todos son unos cuantos y conforme a sus intereses, lo cual es funesto mirando al futuro de la raza humana.
Todo esto es un buen ejemplo de la necesidad de que las fuentes de energía en el planeta sean racionalizadas dentro de un esquema donde se replantee el “modelo de civilización” que es un fracaso, como se evidencia en el caso Japón, quienes no entendieron la lección histórico del 6 y 9 de agosto de 1945 en Hiroshima y Nagasaky y siguieron produciendo energía nuclear, que sigue siendo su gran fracaso.
Por lo anterior, queda claro que el modelo “civilizatorio” que se ha planteado desde el mediterráneo o eurocentrismo y después desde la URSS y los EUA, ha sido un fracaso, como quedó evidenciado con la “carrera armamentista”, la división del planeta en los del “norte” y los del “sur”, la “tercera vía” y demás formas demagógicas de dividirnos y degradar a la vida humana en un planeta cada vez más deteriorado.
Lo mismo acontece en relación al uso de las fuentes de energía que hemos estado utilizando; se requiere de un replanteamiento de cómo se han estado utilizando estas energías en relación al mejoramiento constante de la calidad de vida humana planetaria.
Es claro que el planeta, ente vivo, nos está dando muestras de que somos inquilinos incómodos de este gran espacio vital y que nuestro ente planetario puede estarse colapsando y parece que hemos olvidado el hecho de que nuestra especie humana es de las más recientes en la faz del planeta ya que hubo la era de los dinosaurios y otros seres extintos.
De manera especial, desde el renacimiento, la revolución industrial, las guerras del siglo XX y ahora, con la era de lo global, los hegemónicos o países poderosos, han tratado de apoderarse de las principales fuentes de energía, lo cual les garantiza seguir explotando a los seres humanos y acabando con nuestro hogar común: el planeta.
Lo anterior lo ilustra muy bien el caso del petróleo, asunto tratado por intelectuales como Hayek, Katz, Silva Herzog, Martín Moreno, Zbrezinzky, Chomsky, Covarrubias Flores y otros, que han manifestado como el caso del petróleo ha propiciado invasiones de países, derrocamientos de gobiernos, revoluciones y demás formas de apropiación o despojo de los recursos de países pobres por parte de las potencias.
Este tema tiene relación con la Revolución mexicana y el derrocamiento del porfiriato, que de manera inicial le sirvió a los EUA y después, al comenzar el otorgamiento de concesiones petroleras a países europeos, les disgustó a los EUA, quienes propiciaron y alentaron la venta de armas a los grupos revolucionarios, para derrocar la dictadura.
Antes de iniciar la guerra de 1939 a 1945, mal llamada segunda guerra mundial, que en realidad fue la primera, ya que la guerra de 1914 a 1918, fue en el espacio europeo y asiático, que en realidad es el mismo territorio, la división es sólo cultural; una de las razones más importantes para que los países se enfrentaran en Europa, fueron las minas de carbón de Alsacia y Lorena, en disputa entre Alemania y Francia.
Dichos hechos impactaron a México, por lo que los EUA, consideraron que era mejor que México manejara su petróleo, conforme a la Constitución de 1917, la cual, los mismos EUA, presionaron al Gobierno de Obregón para firmar los Tratados de Bucareli, con las cuales se incumplía nuestra Norma Rectora en beneficio de los intereses de los ciudadanos y empresas de EUA.
Al ver los EUA el rearme alemán y las circunstancias de Europa, consideraron que era mejor que México “nacionalizara y estatizara” su petróleo, a condición de que el único cliente fueran los propios EUA, la cual se cumplió y se siguen cumpliendo la política que determinen los EUA, como son los casos de que México no pertenece a la OPEP, nuestras ventas son hacia ellos, así como las compras de la gasolina son a sus compañías y los contratos que el Gobierno Federal está haciendo, en contra de nuestra Norma Rectora, son conforme a las políticas determinadas desde los EUA.
Ahora, con la era global, el petróleo, recurso no renovable que está agotándose, debía ser una política planetaria el hecho de que no se deba de consumir, pero sí es de interés de las compañías petroleras que no cambie dicho modelo de explotación porque así siguen teniendo mayores recursos y por tanto ganancias muy elevadas así se esté “calentando el planeta” y las condiciones de vida sigan en decadencia para todos, entonces los que deciden el destino de todos son unos cuantos y conforme a sus intereses, lo cual es funesto mirando al futuro de la raza humana.
Todo esto es un buen ejemplo de la necesidad de que las fuentes de energía en el planeta sean racionalizadas dentro de un esquema donde se replantee el “modelo de civilización” que es un fracaso, como se evidencia en el caso Japón, quienes no entendieron la lección histórico del 6 y 9 de agosto de 1945 en Hiroshima y Nagasaky y siguieron produciendo energía nuclear, que sigue siendo su gran fracaso.
Por lo anterior, queda claro que el modelo “civilizatorio” que se ha planteado desde el mediterráneo o eurocentrismo y después desde la URSS y los EUA, ha sido un fracaso, como quedó evidenciado con la “carrera armamentista”, la división del planeta en los del “norte” y los del “sur”, la “tercera vía” y demás formas demagógicas de dividirnos y degradar a la vida humana en un planeta cada vez más deteriorado.
Lo mismo acontece en relación al uso de las fuentes de energía que hemos estado utilizando; se requiere de un replanteamiento de cómo se han estado utilizando estas energías en relación al mejoramiento constante de la calidad de vida humana planetaria.
Es claro que el planeta, ente vivo, nos está dando muestras de que somos inquilinos incómodos de este gran espacio vital y que nuestro ente planetario puede estarse colapsando y parece que hemos olvidado el hecho de que nuestra especie humana es de las más recientes en la faz del planeta ya que hubo la era de los dinosaurios y otros seres extintos.
Síguenos en