México

Las elecciones locales definen el rumbo nacional

Pocos equilibrios se rompen con estos comicios, los conflictos internos superan a las divisiones entre partidos

CIUDAD DE MÉXICO (01/JUL/2013).- En México siempre hay elecciones. Los periodos de cooperación entre partidos políticos son cortos, en gran parte debido a la falta de un calendario electoral unificado. Este 7 de julio, se renovarán los cargos de más de mil 300 presidentes municipales, 391 presidentes de comunidad en Tlaxcala y de entidades de usos y costumbres en Oaxaca, 441 diputados locales y, por supuesto, la “joya de la corona”: la gubernatura de Baja California. Al final, cerca de una tercera parte del país saldrá a votar el próximo domingo, por lo tanto no estamos en presencia de una elección menor.

La gubernatura de Baja California es el objeto del deseo de los partidos políticos a nivel nacional. El Estado constituye un símbolo del panismo, fue la primera Entidad que logró ganar el Partido Acción Nacional (PAN) en 1989. 24 años después, a cuatro sexenios de distancia, el PAN tendrá una batalla muy cerrada para retener el control. Francisco “Kiko” Vega, quien fuera presidente municipal de Tijuana a finales de los noventa, tiene todo el apoyo de la dirigencia nacional del PAN y de su presidente Gustavo Madero. “Kiko” Vega va en una coalición con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con poco peso a nivel local en Baja California.

Por su parte, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) impulsa al senador con licencia Fernando Castro Trenti, un político experimentado muy cercano al coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones. Lo interesante es que, aunque han desarrollado su trayectoria en estrecho vínculo con Baja California, ninguno de los dos nació en esa Entidad. “Kiko” Vega es sonorense y Castro Trenti de Sinaloa.

En orden de importancia, se juegan también capitales y centros económicos importantes en el país. Por un lado, se juega la alcaldía de Benito Juárez, el municipio al que pertenece la ciudad costera de Cancún, un bastión del PRD. Tras los escándalos de recibir fondos “poco limpios”, el alcalde Julián Javier Ricalde y algunos regidores de su ayuntamiento están siendo revisados con lupa. Existen posibilidades reales de que el PRI le arrebate Cancún a una izquierda dividida en la localidad. Ahí, el ex alcalde Greg Sánchez está impulsando a otro candidato, a través del Partido del Trabajo (PT) y es aspirante a diputado por este mismo instituto político.

Ese es un fenómeno más o menos inédito de esta elección: los tres partidos de izquierda no van en coalición en ningún Estado de la República. En cambio, PAN y PRD van en tres estados juntos; PRI y PRD en Oaxaca; PAN y PT en Durango, o el PRI y el PT en Baja California. El pragmatismo y la rentabilidad electoral han logrado coaliciones que hubieran sido inimaginables hace algunos meses.

En el mismo nivel de importancia, existen ciudades con alto peso político y relevancia económica y local. Veracruz y Boca del Río, que forma parte del Área Metropolitana del Puerto, son dos casos paradigmáticos. En ambos casos gobierna el PRI, sin embargo, particularmente Boca del Río seduce al panismo. En su escalafón de prioridades, Gustavo Madero ha colocado a Boca del Río un pasito por debajo de la elección a gobernador en Baja California. Boca del Río es la zona de pujanza económico y de alto poder adquisitivo del Puerto. El PAN ha gobernado el municipio, sin embargo en la elección de 2010, el gobernador Fidel Herrera logró recuperar un bloque de ciudades medias sumamente importantes para el PRI y desvaneció el incipiente desarrollo del “corredor azul” veracruzano. Los resultados siguen en el aire. En la elección presidencial, Josefina Vázquez Mota se quedó con la victoria en el corredor Veracruz-Tamaulipas, tras la  valoración positiva que allí se dio de la administración del ex presidente Felipe Calderón. Dos familias de larga tradición en la política veracruzana se enfrentan en Boca del Río: el priista Sergio Pazos (familiar del ex director de Banobras y reconocido analista Luis Pazos) contra Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del ex director del ISSSTE Miguel Ángel Yunes Linares. Las encuestas dejan ver empate técnico a menos de una semana de los comicios.

La ciudad de Puebla es otro escenario de relevancia nacional. La coalición PRI-Partido Verde Ecologista de México (PVEM) impulsa como candidato a Enrique Agüera, ex rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y personaje muy conocido en la capital del Estado. Del otro lado de la acera y de la mano del gobernador de la alianza panista-perredista-panalista Rafael Moreno Valle, se presenta José Antonio Gali Fayad, ex director de Infraestructura del Gobierno estatal. La coalición que lo apoya para alcanzar la alcaldía de Puebla, se compone de una multiplicidad de partidos: PAN, PRD, Panal, Movimiento Ciudadano (MC) y dos institutos locales, Pacto Social de Integración y el Partido Compromiso con Puebla. Actualmente, en Puebla gobierna el PAN, con el alcalde Eduardo Rivera Pérez.

En términos generales, la polarización electoral más marcada se da entre PAN y PRI.

Manlio Fabio Beltrones


Su candidato encabeza al PRI en BC. Veremos cómo se articula con el Gobierno Federal.

Marcelo Ebrard

Su objetivo es denostar al Pacto. Su punto clave es la elección. Le conviene que el PRD tenga menos cuota de representación.

Ernesto Cordero

(calderonista)

Sólo podrán debilitar a Madero si demuestran que el Pacto no es rentable. En BC se juegan mucho rumbo a la renovación del PAN.

Enrique Peña Nieto

Le conviene que el Pacto por México recupere salud tras meses de inestabilidad. Ganar BC podría afectar el Pacto.

Jesús Zambrano

Su elección clave es Cancún. Aun perdiendo seguirá controlando al partido. No se juega mucho en la elección.

Gustavo Madero

Tiene que demostrar que la firma del Pacto ha provocado ganancias electorales. BC es su elección clave.

Los comicios clave

Elección    ¿Quién gobierna?    

> Baja California    PAN

Importancia

Único estado en juego en esta elección. Fue la primera entidad donde la oposición ganó las elecciones y lleva 24 años gobernada por el PAN.

> Cancún    PRD    

Es una de las ciudades más importantes para la izquierda. Tal vez la segunda después de la Ciudad de México. Las encuestas no favorecen al PRD.

> Puebla    PAN    

Es uno de los estados que ganaron PAN y PRD en coalición.  La capital es gobernada por el PAN y resulta clave para que el gobernador Moreno Valle tenga peso al interior del partido.

> Veracruz    PRI    

El puerto es uno de los bastiones históricos del priismo veracruzano.

> Xalapa    PRI    

Aunque la capital del Estado de Veracruz no tiene el peso económico del Puerto o de otras ciudades medias, también resulta fundamental para el priismo.

> Boca del Río    PRI

Es la zona más rica del área metropolitana de Veracruz y un objetivo muy importante para el PAN.

> Tijuana    PRI    

El PRI gobierna los cinco municipios de Baja California. Si gana la gubernatura, seguro retendrá a Tijuana, motor económico de la entidad.

FICHA TÉCNICA

Baja California


Población total (2010): 3’155,070

Superficie: 71,445.88 Km2

PIB per cápita (2008): 83.07

Población Económicamente Activa (2010): 1’409,129

Inversión pública ejercida en desarrollo social (2010): 2,522,667 millones de pesos.

Monto de los recursos ejercidos por el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades (2010): 329,510 mil pesos

FUENTE: Inegi

ANÁLISIS

Comicios en tiempos de Pacto


(Enrique Toussaint / periodista)

Los procesos electorales locales se explican por factores locales. Sin embargo, existen coyunturas donde lo que pasa en Tijuana, Boca del Río o Puebla tiene un efecto innegable sobre los equilibrios políticos nacionales. El Pacto por México es el instrumento político que explica el boom reformista que hemos tenido en México desde la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia. El Pacto fue construido sobre la base de dos cimientos débiles, pero efectivos: Gustavo Madero y Jesús Zambrano, presidentes del PAN y el PRD. Ninguno de los dos representa ni a la totalidad del panismo ni del perredismo. En el caso del primero, Madero apuesta por un asiento en la mesa del Pacto. En el caso del PRD, Zambrano encuentra en el Pacto una mayor relevancia política y una estrategia muy eficaz de diferenciación con respecto a Andrés Manuel López Obrador. Es, digamos, un acuerdo de suma positiva: unos ganan más, otros menos, pero al final todos se llevan algo. Esa fue la magia del Pacto, logró alinear los incentivos en una dirección: los acuerdos.

Sin embargo, llegaron las “malditas” elecciones. Los procesos electorales son, por naturaleza, la antítesis de los acuerdos y la cooperación, son la competencia y la lógica de suma cero: buscar ganar todo y que el otro pierda todo. Es difícil que un contexto electoral provea los incentivos necesarios para buscar acuerdos y reformas. El Pacto es tan débil en su constitución, que una elección controvertida en Xalapa puede descarrilarlo hacia el barranco. Esta mezcla de elementos arroja divertidos escenarios: Enrique Peña Nieto no quiere ganar Baja California (o eso dicen); el PAN en el Senado quiere que el PAN pierda todo en los estados; Marcelo Ebrard suplica porque los “Chuchos” caigan a mínimos históricos. Existen tres pistas que se alternan los equilibrios entre cooperación y conflicto, y todas ellas se encuentran al interior de los partidos políticos. La elección de este 7 de julio son, de algún modo, comicios internos, elecciones que definen los ganadores y los perdedores al interior del partido tras siete meses de pacto.

Si Madero logra retener Baja California con “Kiko” Vega (en alianza con el PRD) y la izquierda logra buena cosecha en Cancún y en algunos congresos locales como el de Veracruz, el Pacto tendrá más de vida de cara a las polarizadoras discusiones sobre la reforma energética y fiscal. Recordamos la famosa frase del congresista norteamericano Tip O´Neill: “Toda la política es local”. Seguramente  ni los bajacalifornianos ni los veracruzanos tendrán en la mente a Madero o a Zambrano al momento de emitir su voto. Y, sin embargo, en sus manos está la salud de los ímpetus reformistas para los siguientes meses.

EL SOL AZTECA PIERDE INTENSIDAD

Jesús Zambrano Grijalva tiene números negativos como líder nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cargo que ostenta desde el 31 de marzo de 2011. Tiene ocho derrotas en comicios estatales contra tres victorias.

En 2011 perdió las elecciones para las gubernaturas del Estado de México, Coahuila y Nayarit, en julio, así como Michoacán, en noviembre.

El año pasado, en los comicios presidenciales, Jesús Zambrano llevó a su partido al segundo lugar, con Andrés Manuel López Obrador como aspirante;

El triunfo de Miguel Ángel Mancera en el Distrito Federal, así como los de Graco Ramírez en Morelos y Arturo Núñez en Tabasco, salvaron la jornada de julio para el perredista.

Zambrano Grijalva llega a los comicios del 7 de julio con un PRD diezmado por la separación de los seguidores de Andrés Manuel López Obrador y su partido en ciernes, Morena.

LOS NÚMEROS ROJOS DE MADERO

Sus números como dirigente nacional del blanquiazul son adversos.

Desde que llegó el 4 de diciembre de 2010 a presidir el Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero Muñoz tiene un récord de 11 elecciones estatales perdidas por apenas dos ganadas, además de la sonada caída en los comicios presidenciales, en los que su instituto político cayó al tercer lugar, luego de dos sexenios seguidos en la Presidencia de la República.

Pero de esas dos elecciones ganadas, la de Baja California Sur el 6 de febrero de 2011 fue fortuita, pues el hoy gobernador Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor fue el candidato panista porque el PRD le negó ser el aspirante del sol azteca.

Comenzó 2011 con una derrota el 31 de enero en Guerrero, donde triunfó por el PRD Ángel Aguirre Rivero; en julio el PRI le ganó tres de tres: Estado de México, con Eruviel Ávila; Coahuila, con Rubén Moreira, y Nayarit, con Roberto Sandoval.

Y cerró ese año con una derrota dolorosa, pues en Michoacán se impuso el 13 de noviembre el priista Fausto Vallejo a la panista Luisa María Calderón.

El año 2012 fue el acabose para el PAN. En las elecciones presidenciales pierde Los Pinos a manos del tricolor Enrique Peña Nieto. Con Josefina Vázquez Mota el blanquiazul queda como tercera fuerza política.

En la Cámara de Diputados coloca 52 legisladores de mayoría relativa (tercera fuerza) y 62 de representación proporcional (primera fuerza). En el Senado fue la segunda posición: 29 de mayoría relativa y nieve de representación proporcional.

Pero ahí no paró la debacle del PAN de Gustavo Madero. De siete elecciones en entidades pierde seis; sólo gana Guanajuato, bastión del blanquiazul desde 1991.

El Distrito Federal, Morelos y Tabasco fueron para el PRD; Chiapas, para el Verde ecologista; Jalisco para el PRI —luego de tres sexenios panistas—, y Yucatán para el tricolor.

Con estos resultados, el Pacto por México le ha servido a Madero para mantenerse en la cúpula de su partido, pese a las presiones de los calderonistas que exigen su dimisión.

EL DATO

El 7 de mayo Enrique Peña Nieto y los presidentes de PAN, PRI y PRD firmaron el adéndum del Pacto por México para blindar programas sociales en tiempos electorales

LAS CIFRAS

3 mil 413 spots fueron pautados en las 15 entidades que celebrarán elecciones

31 denuncias penales presentó el PAN por presuntos delitos electorales

37 mil millones de pesos es el presupuesto del Gobierno de Baja California

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