México

Las asignaturas pendientes para Plascencia Villanueva

Plascencia llega para mejorar la gestión de Soberanes, cuyo primer mandato fue aplaudido

CIUDAD  DE MÉXICO.-Con promesas de cambio de estilo, Raúl Plascencia Villanueva asumirá el martes 17 como nuevo titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en reemplazo de José Luis Soberanes.

Plascencia llega para mejorar la gestión de Soberanes, cuyo primer mandato fue aplaudido al grado de resultar reelecto, pero que en su segundo periodo dejó mucho que desear.

 “Creo que la gestión de Soberanes deja mucho que desear, todavía hay muchos retos que se deben enfrentar”, dijo en septiembre Luis Arriaga Valenzuela, director del Centro Prodh.

El nuevo defensor del pueblo sabe que hay asignaturas pendientes, tal vez por ello dijo en su comparecencia con senadores que de ser designado presidente, llevaría a cabo cambios estructurales en la institución.

Un diagnóstico de Fundar, centro de análisis e investigación, revela que la CNDH tiene más presupuesto que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) encargado de vigilar las garantías individuales en los 35 países miembros.

Para 2009, el organismo mexicano tiene para un presupuesto de 912.5 millones de pesos, mientras que la CIDH tiene una partida de 433 millones de pesos.

La CNDH también gasta más dinero que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, organismo al que muchos mexicanos han acudido —por ejemplo el ex secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda Gutman—, cuando consideran que en el país no se les respetan sus derechos fundamentales.

La Corte tiene un presupuesto para 2009 de 136 millones de pesos, es decir, la comisión encabezada por Soberanes gasta más que estos dos órganos internacionales juntos.

De hecho, los diputados planean en el Presupuesto de Egresos del próximo año reducir el gasto de la Comisión, tal vez conscientes de que lo asignado es excesivo y no refleja que la situación de derechos humanos en el país haya mejorado.

Arriaga Valenzuela opinó que la infraestructura y el personal empleados en la Comisión, la posibilitaban a dar más resultados que los que rendía en este momento.

El mismo análisis de Fundar, dice que mientras la Procuraduría Federal de los Derechos Humanos de Brasil opera con 33 empleados, la CNDH cuenta con cerca de mil personas. La diferencia es abismal, sobre todo cuando Brasil tiene más de 80 millones de personas más que México.

Abusos de soldados

La investigación de los abusos militares que se dispararon con el pretexto de la lucha contra los cárteles de las drogas es otro de los pendientes que tendrá Plascencia, quien fungía como primer visitador de la CNDH desde 2005.

Actualmente, los soldados que atentan contra las garantías individuales de los civiles son juzgados en un tribunal militar, lo que es cuestionado por organismos no gubernamentales, que critican que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sea juez y parte.

Ejemplos de estos abusos sobran

Uno de los más relevantes es la presunta violación de Ernestina Ascencio por parte de militares en la Sierra de Zongolica, en Veracruz. La anciana de 73 años fue encontrada por su hija, quien dijo que era común la presencia de militares en la zona.

El Presidente Felipe Calderón dijo días después que la mujer había muerto “de gastritis crónica no atendida”.

La CNDH, en voz de su titular, José Luis Soberanes, apoyó tal hipótesis con el argumento de que la mujer “murió a causa de úlceras gástricas que le provocaron una anemia aguda”. Ningún militar fue consignado por este delito, lo que evidenció que en México la justicia sigue siendo dispareja para los indígenas.

El caso Sinaloa

La ejecución de cinco miembros de una familia —tres de ellos menores de edad— en Sinaloa es otro caso que llamó la atención nacional.

El primero de junio de 2007 soldados dispararon contra una familia que viajaba en una camioneta. Los soldados dijeron que dispararon porque el conductor no se detuvo en el retén.

El conductor de la modesta camioneta relató que a la revista “Proceso” que en el lugar no había ningún retén.

“Los soldados salieron de repente. De inmediato comenzaron a disparar. Les grité que traía mujeres y niños, pero siguieron disparando”.

Por este caso fueron consignados 19 militares. La Sedena dijo que con la medida ratificaba el compromiso “de no tolerar conductas que atenten contra la población civil”.

Ante el creciente número de quejas, el Ejército se ha tratado de defender manifestando que muchos de los reclamos son financiados por los distintos cárteles de la droga para desprestigiarlos.

“La delincuencia usa a la CNDH para desprestigiar la labor del Ejército en la lucha contra el narcotráfico, mediante la presentación de quejas en serie y con el mismo machote”, dijo en julio pasado el director general de Derechos Humanos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Jaime Antonio López Portillo.

Soberanes no negó la afirmación de López Portillo, pero sí aclaró que sólo 2% de las quejas que se presentan ante el organismo corresponden a “presuntos delincuentes”, ya que no tiene filtros al momento de recibir las denuncias.

Tal vez un caso que demuestra que las afirmaciones de López Portillo son acertadas es la protesta en febrero pasado contra el Ejército que encabezaron los “tapados” en Nuevo León. Aparentemente los “inconformes” habían sido financiados por el cártel del Golfo para bloquear avenidas y exigir la salida de los soldados de la Entidad. Las manifestaciones se repitieron en Chihuahua, Tamaulipas y Veracruz.

Otra asignatura en la que el nuevo defensor del pueblo tiene que enfocarse es en el diálogo con las distintas organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, ya que es sabido que en ciertas ocasiones el organismo se ha confrontando con algunas, sobre todo con las que han cuestionado abiertamente la inoperancia de la Comisión. (Sergio Cázares)
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