México
La verdadera guerra
Para países, instituciones y personas actuar en un clima de incertidumbre es desafío cotidiano
1. La certeza del cumplimiento de las normas de libertad personal y económica.
2. La aplicación eficiente de sanciones a los infractores de las normas.
3. La existencia de un sistema eficiente de aplicación de estas normas.
4. La disposición de la sociedad a seguir las reglas.
5. La confianza individual y la solidaridad comunitaria.
México vive una profunda crisis de incertidumbre institucional porque estas cinco condiciones no operan con eficiencia. No hay certeza de que se cumplan las normas. La extorsión y los secuestros son muestra contundente de ello. El sistema de procuración de Justicia, los tribunales y las cárceles son una muestra de ineficiencia y corrupción sistemática.
La sociedad mexicana está dejando de tener disposición para seguir las reglas y busca sus propias soluciones que aumentan los costos y castigan la calidad de vida.
Eso nos ha llevado a una crisis de confianza en las instituciones y una falta de solidaridad con los asuntos públicos. Si nos preguntamos cuál es el principal problema que tenemos como nación la respuesta es la Incertidumbre estructural propiciada por la ineficiencia del desempeño de las instituciones públicas.
Pretendo provocar con palabras para evidenciar que las autoridades se equivocan al crear una guerra cuando se trata de generar certidumbre institucional. El problema es estructural no de percepciones. El éxito de las autoridades no se mide en la popularidad sino en el bienestar de la población, y no hay bienestar con miedo.
Pan y circo no crean certidumbre. Aunque ese trabajo le corresponde a la autoridad, las comunidades ya actúan con autodefensas. La incertidumbre estructural es un monstruo enorme que crece como cáncer mientras algunas autoridades se entretienen haciendo un botín de las tareas públicas.
La construcción de la certidumbre requiere de un cambio de rumbo político. Que deje de lado las estúpidas disputas partidistas para centrar la atención en la construcción de la solidaridad, que es esencial para la democracia.
Las sociedades no funcionan cuando se supera cierto nivel de desconfianza mutua o la sensación por parte de algunos miembros de que otros los han abandonado. En Jalisco y en México hay grupos y personas que se sienten abandonados por las instituciones. Y el poder público debe emprender la verdadera guerra, que el combate a la debilidad institucional y la incertidumbre expresada en impunidad.
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